Tratar y ayudar a un anciano con demencia y agresividad

Demencia y agresividad son dos términos que, en ocasiones, se encuentran vinculados entre sí. Por este motivo, conocer cuáles son los trastornos de conducta en personas con Alzheimer, las razones por las que estos se producen y cómo abordarlos de la mejor forma posible es crucial. A continuación, trataremos la agresividad que, a veces, aparece en los casos de demencia.

 

Síntomas de la demencia senil agresiva

En la Guía oficina de práctica clínica en Demencia del año 2018 de la Sociedad Española de Neurología (SEEN) se recogía que entre un 20-50 % de las personas con Alzheimer presentaban signos de agresividad. Esto puede deberse, en ocasiones, como indican desde el Manual MSD, por una mala interpretación de lo que se ve: por ejemplo, percibir a un familiar como un potencial ladrón. 

Las amenazas, los insultos, los intentos de hacerle daño a la otra persona son algunos de los síntomas de la demencia senil agresiva. Desde Alzheimer’s Association advierten de que mantener la calma, hablar con un tono tranquilo, intentar desviar la atención hacia otra actividad o llamar a emergencias si la situación está fuera de control son recomendaciones para lidiar con la demencia y agresividad.

 

¿Cuáles son las causas de la agresividad en la demencia?

Las causas de la demencia y agresividad pueden ser diversas. Desde Alzheimer’s Association explican algunas posibles razones por las que esta aparece:

  • Un malestar físico que no está siendo atendido: por ejemplo, la falta de sueño, una infección o dolor en alguna parte del cuerpo que no se sabe comunicar, incluso tener sed o hambre. Estas pueden ser circunstancias que ocasionen un episodio violento en una persona con demencia. 
  • Una situación agobiante o desconcertante: hablamos de un entorno en el que la persona puede encontrarse desorientada, ya sea porque hay demasiada gente a su alrededor o está en un lugar desconocido. Estas circunstancias pueden desencadenar un episodio de agresividad espontánea. 
  • Problemas con la comunicación: hacerle demasiadas preguntas a una persona que sufre demencia Alzheimer, ofrecerle instrucciones demasiado complicadas de entender o el estrés que experimentan las personas que están a su alrededor pueden ser también detonantes de la agresividad. 

 

¿Cuánto puede durar una fase agresiva en la demencia?

La duración de esta fase de agresividad depende un poco del agente causante. Por ejemplo, si se trata de un malestar físico, lo habitual es que cuando este se resuelva la agresividad desaparezca. Algo similar sucederá si es una situación agobiante la que genera el episodio violento o la presencia de una persona a la que se está malinterpretando. Si no es así, habría que pedir asistencia médica y seguir las recomendaciones del profesional que haga el seguimiento del paciente.

 

Consejos para tratar y ayudar a un anciano con demencia y agresividad

Ahora que sabemos un poco sobre demencia y agresividad, recopilamos algunos de los consejos que comparte Alzheimer’s Association para tratar y ayudar a un anciano que presente este síntoma.

Probar una actividad relajante

Cuando una persona con una discapacidad neurológica como es el Alzheimer presenta un episodio violento, puede ser de gran utilidad hacer una actividad relajante. Por ejemplo, darle un masaje, poner música que le guste, salir a caminar por un lugar tranquilo, estar en contacto con la naturaleza, etc.

Descartar el dolor como causa

Es importante que el dolor no sea el origen de la agresividad, por lo que hay que intentar comprender lo que le está pasando a la persona con demencia para ayudarla. Para ello, hay que ver si ha comido o si se ha hecho daño con algo. Conviene intentar mantener una comunicación efectiva, sin agobiar a la otra persona, haciéndole preguntas como “¿te duele la barriga?”, por ejemplo.

Identificar el causante y evitarlo

Cuando se produce un episodio agresivo en una persona con demencia, es importante que se identifique el causante. Por ejemplo, si han sido los ruidos fuertes o el exceso de gente alrededor el desencadenante, es crucial evitar estas situaciones. Conviene adaptar el entorno a las necesidades del paciente.

La demencia es una de las principales causas de discapacidaddependencia, según la OMS. Cuando la agresividad aparece, desde la Federación Alzheimer Galicia recomiendan la arteterapia o las actividades con animales como terapia para reducir la agresividad.

La demencia y agresividad pueden ser difíciles de abordar. Sin embargo, los profesionales que estén realizando el seguimiento de esta enfermedad pueden ofrecer soluciones personalizadas y aconsejar a la familia para que afronte estas situaciones tan inesperadas de la mejor forma posible.

 


Fuentes:

Tratar y ayudar a un anciano con demencia y agresividad

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