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El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa. Es el tipo más común de demencia, siendo casi el 60-70 por ciento de los casos a nivel mundial. Existen alrededor de 30 millones de personas con Alzheimer alrededor del mundo.

Se puede desarrollar durante años, en los que aparecen poco a poco los síntomas, y finalmente avanza hacia una segunda fase, en la cual la persona con Alzheimer irá perdiendo memoria, sobre su vida y recuerdos, sobre todo recientes, y también sobre facultades para realizar actividades cotidianas, como hablar o vestirse. Finalmente, pasa a una tercera fase donde la persona necesita ayuda de un tercero para la mayoría de las acciones.

En total, se definen tres fases en la enfermedad:

  • Fase inicial. Con pérdida de memoria y desorientación sobre el tiempo y el espacio.
  • Segunda fase. Va perdiendo facultades para tareas cotidianas (vestirse, cocinar) o acciones como hablar, la persona ve ralentizada su capacidad para comunicarse.
  • Fase avanzada. La persona parece haber perdido toda la memoria y no reconoce a su familia o allegados. Poco a poco no podrá controlar sus esfínteres y también le será difícil hablar.

¿A qué se debe?

Dicen que el principal riesgo para tener Alzheimer es envejecer. Casi un tercio de las personas mayores de 85 años tiene la enfermedad. Con 65 años se da en una de cada nueve personas.

Los investigadores saben que se debe a una degeneración progresiva de las células del cerebro, aunque no saben cien por cien por qué se produce. Las personas con Alzheimer sufren pérdida de neuronas, que puede estar debida a una acumulación de proteínas anormales en el cerebro. Esas proteínas mal formadas (beta-amiloide) se irán extendiendo por diferentes regiones cerebrales, pero no nacen en el cerebro. Esas proteínas pueden crecer por todo el organismo, el papel de los investigadores es conocer cómo y cuándo llegan al cerebro, para poder detenerlas antes que esto pase.

Aunque aún no se sabe la causa exacta, sí hay unos factores de riesgo que predisponen a sufrir la enfermedad:

  • La edad. Cuanto más mayor es una persona, mayor predisposición tendrá.
  • Factor genético. Personas con familiares directos con Alzheimer tienen mayor predisposición a desarrollar la enfermedad.
  • Traumatismos o lesiones en la cabeza.
  • Sedentarismo, físico y psíquico.
  • Aislamiento social.
  • Hipertensión y colesterol alto.
  • Diabetes.

¿A través de qué síntomas se puede detectar el Alzheimer?

Desde las asociaciones de Alzheimer se informa de diversas señales que pueden hacer pensar que la persona puede sufrir esta enfermedad, incluso años antes de que aparezca. Los cambios de memoria tienen que ser tenidos en cuenta, porque son el síntoma principal, pero también existen otros, ya que es una enfermedad cerebral global, y afecta tanto a la memoria, como también a la conducta.

Aquí detallamos algunas señales que se pueden ir detectando cada día, algunos de los síntomas pueden detectarse hasta una década antes de que la enfermedad se desarrolle:

  • Alteraciones en la memoria episódica (sobre eventos o sucesos concretos y recientes) y semántica (conocer conceptos y cosas). Dificultad para recordar cosas, sucesos o palabras. Sobre todo, en los inicios las personas muestran dificultad para recordar información que acaban de aprender. Se recurre a notas para paliar esa pérdida.
  • Cambios en la velocidad de acción y reacción. La respuesta del cerebro se ralentiza, es algo que se puede evaluar al hacer un ejercicio para detectar imágenes iguales, a la hora de resolver problemas matemáticos o incluso al cocinar un plato.
  • Alteraciones emocionales: tristeza o depresión. No se sabe si la depresión es factor de riesgo para padecer Alzheimer, o que al aparecer depresión quiere decir que la enfermedad ya ha comenzado su ciclo. Y también cambios en su personalidad como confusión, miedos, agresividad o ansiedad.
  • Poco a poco se olvidan tareas que antes eran habituales: en el trabajo, en su casa o en los momentos de ocio. Por ejemplo, olvidar cómo se va a un sitio.
  • Dejar de tener iniciativa para emprender nuevos proyectos o propuestas, ya sea de ocio o de trabajo.
  • La persona puede estar desorientada en cuanto al tiempo (día, mes, hora) como respecto a donde se encuentra.
  • Problemas visuales respecto a contrastes, colores o distancias.
  • Dificultad para seguir una conversación o expresarse
  • Disminución del raciocinio para tomar decisiones
  • Dejadez en sus hábitos de higiene personal
  • Aislamiento social, a veces provocado por la enfermedad

Sobre la pérdida de memoria sucede algo curioso. En un primer momento el propio paciente se da cuenta que algo pasa con su memoria, puede comentarlo, pero los que le rodean no le dan importancia, no creen que sea nada alarmante. Al pasar los años, este déficit de memoria aumenta, pero es en ese momento en el que la persona quiere ocultarlo a los demás, o simplemente, ha perdido la percepción de lo que le pasa, y no se da cuenta que está desarrollando la enfermedad. A esta situación se la conoce como anosognosia.

Se recomienda siempre acudir al especialista ante los primeros síntomas.

¿Cómo se diferencia el Alzheimer del envejecimiento?

Con la edad se pueden producir cambios en nuestros hábitos, pérdidas de memoria o despistes. Pero no todas las personas que tienen leves problemas de memoria desarrollan Alzheimer.

¿Cómo diferenciar el paso del tiempo de una afectación degenerativa como el Alzheimer?

En el envejecimiento normal hay una pérdida evolutiva de algunas habilidades o capacidades, pero no son signo de una enfermedad degenerativa.

Esas pequeñas pérdidas de memoria o despistes se pueden producir cuando nos hacemos mayores. La señal de alarma y lo que diferencia el envejecimiento del Alzheimer, es que la persona con Alzheimer comenzará a precisar vigilancia y supervisión en sus tareas cotidianas, por miedo a que se pueda hacer daño o hacérselo a los demás (si deja gas encendido, no apaga los fuegos de la cocina, etc.).

A veces una señal de alarma no es que alguien olvide dónde dejó una cosa, sino que se paralice o bloquee y no sea capaz de recordarlo o intentar recordar que hizo antes para volver sobre sus pasos y encontrar el objeto extraviado. Esa falta de iniciativa o bloqueo, si es señal de Alzheimer y no el proceso normal de envejecimiento.

Se puede precisar alguna vez ayuda para usar algún electrodoméstico, pero es algo puntual, y no se necesita ayuda siempre para todo, también a veces uno puede pensar que está en otro día de la semana, pero enseguida cae después del error. Eso serían casos típicos de envejecimiento, pero que a veces ocurren incluso a cualquier edad.

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Tratamiento

Una vez que se han comenzado a detectar indicios de la posible enfermedad: pérdida de memoria, cambios de conducta, dificultad para expresarse, limitaciones en la motricidad fina (movimiento de dedos y manos, destreza para realizar acciones con las manos), confusión, apatía, etc., es importante acudir al especialista para que efectúe el diagnóstico y pueda dar un tratamiento.

¿Quién lo trata?

Es ideal que el paciente sea tratado por un equipo multidisciplinar: neurólogo, psiquiatra, psicólogo, neuropsicólogo.

¿Cómo detectarlo?

Se realizan una serie de exámenes que van desde la entrevista clínica con paciente y familiares, a test para observar el grado de afectación o fase en que se encuentra la enfermedad, así como otro tipo de pruebas específicas de neuroimagen como tomografía computarizada (TAC), resonancia magnética (RMN) o PET (tomografía por emisión de positrones).

Esos medios de diagnóstico de neuroimagen pueden dar la clave al especialista para detectar posibles casos de Alzheimer precoz.

Existe la posibilidad de realizar biopsia cerebral, pero esta prueba es más agresiva y rara vez se realiza, ya que existen los medios ya comentados para detectar la demencia.

El neuropsicólogo finalmente se encargará de pautar medidas compensatorias y preventivas que harán que la persona con Alzheimer pueda tener mejor calidad de vida, estas serían algunas de estas medidas:

  • Terapias de memoria o reminiscencia. Se intenta atraer recuerdos que hace que pueda aumentar el bienestar del paciente. Se puede valer de fotos, músicas y objetos personales. Se trata de rememorar el pasado para reactivar la memoria
  • Estimulación cognitiva cerebral. Con lectura, actividad cultural, etc.
  • Actividad física, que puede reducir los síntomas, ya que mejora el flujo sanguíneo y regula el metabolismo. También puede estar recomendada la fisioterapia ya que los músculos y tendones tienden a atrofiarse y mostrar mayor rigidez con el paso del tiempo
  • Terapia farmacológica, para tratar sus otras patologías (hipertensión, colesterol, diabetes, etc.) y para controlar los síntomas neurodegenerativos asociados a la enfermedad, como la memantina, el donepezilo, galantamina o inhibidores de amiloide
  • Psicoterapia para tratar cambios de conducta
  • Dieta equilibrada: incluyendo alimentos con efectos antioxidantes, y ricos en Vitamina E y B

Aparte de estos tratamientos, terapias y recomendaciones para una dieta saludable, también hay otras terapias alternativas que pueden ayudar a controlar los síntomas o mejorar la calidad de vida del paciente, como es la terapia con mascotas o incluso terapias novedosas con realidad virtual. Sobre todas estas terapias se puede encontrar información y orientación en las asociaciones para familias y personas con Alzheimer.

Las terapias se irán adaptando a las diferentes fases de la enfermedad, comenzando con terapias encaminadas a controlar y ralentizar la perdida cognitiva, y en fases más avanzadas, será prioritaria mantener la habilidad de caminar, comer y tener cierta actividad física.

Consejos de prevención

Entre las medidas para prevenir el Alzheimer, como para prevenir un buen número de enfermedades, se incluyen nociones tan básicas para una vida saludable como el control de la tensión alta, el sobrepeso y lo niveles de colesterol, azúcar. Además, el ejercitar no sólo el cuerpo, sino también la mente; llevar una dieta equilibrada, y sobre todo… huir del aislamiento social, mantenerse socialmente activo es bueno para nuestra mente y nuestro cuerpo. En general, todo lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Pero ¿llevando a cabo todas estas pautas estaremos libres de Alzheimer?

Según los expertos, hoy por hoy, al desconocer la causa concreta que provoca el Alzheimer, es difícil poder dar una estrategia que libre al cien por cien a las personas de sufrir la enfermedad. Pero lo que sí se pueden dar son unas recomendaciones para intentar disminuir ese riesgo de sufrirlo, o incluso, si la enfermedad estuviera en desarrollo poder controlar sus síntomas.

Los médicos apuntan dos líneas de actuación:

  • Apoyar al cerebro a defenderse de la enfermedad que está comenzando. Sí el cerebro funciona correctamente, está activo, saludable, puede atajar o controlar mejor los síntomas de demencia por Alzheimer. Esto sería por ejemplo con actividad física, control de colesterol, tensión, dejando de fumar, etc. De esa forma se mantiene una buena actividad cardiovascular, y por ende el riego sanguíneo al cerebro será óptimo, manteniendo sus capacidades más fortalecidas.

  • Por otro lado, se habla del ejercicio cognitivo. Trabajar la mente: leer, conversar, hacer actividades culturales. Favorece la capacidad de reserva cognitiva del cerebro.

Otros expertos también apuntan la positividad. El mantenerse positivo ante el envejecimiento, hace que disminuya el riesgo de tener demencia.

Pero realmente el único método de prevención que sería totalmente eficaz para atajar la enfermedad o hacer que no aparezca, sería combatir la causa principal del Alzheimer en el momento de la aparición de los primeros síntomas. Esto sucede a veces incluso una década antes de que se desarrolle la enfermedad. La causa de estos síntomas se debe a la aparición de proteínas (amiloides) que dañan las neuronas del cerebro. Pero hoy por hoy este es aún terreno de investigación, y se están desarrollando experimentos clínicos en personas predispuestas a desarrollar la enfermedad, que ya están probando tratamientos de inmunoterapia. Las conclusiones de estas investigaciones serán vitales para saber si por fin hay una forma de prevenir la enfermedad.

Envejecimiento saludable

El envejecimiento saludable pasa por un envejecimiento activo. En el caso de personas con Alzheimer intentar mantener esa actividad física y psíquica, harán que pueda ralentizar la aparición de más síntomas e incluso la degeneración del cerebro.

Son esenciales algunas de estas actividades y juegos para mantener activa su capacidad cognitiva:

  • Juegos para estimular el conocimiento del presente y también el recuerdo de pasado
  • Interactuar con el cuidador o cuidadores, conversar
  • Ejercicio físico

Entre estos juegos por ejemplo se encuentran juegos creativos, dibujos, trabajos manuales. Son actividades que le mantienen activo mentalmente y también físicamente, ejercitando sus habilidades motrices.

En otros casos, hay pacientes a los que les gusta la música, cantaban o bailaban en su día. Sus cuidadores y familiares pueden ponerles canciones que les gustaban, para fomentar su positividad y activar sus recuerdos.

Otra forma de incentivar sus actitudes es realizando ejercicios o tareas que tuvieran que ver con su trabajo anterior, en la medida de lo posible.

Para un envejecimiento saludable estas serían las pautas básicas, juegos que entrenen su intelecto, ejercicios que busquen ahondar en su memoria, incluso leer libros o revistas, pasear, caminar, ir a lugares donde le gustaba ir (teatro, cine, museo, campo).

Y siempre, que haya un balance entre la actividad y el descanso. La persona con Alzheimer necesita también tiempos de descanso y desconexión para no agobiarse con el día a día.

 

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¿El Alzheimer se cura?

El Alzheimer hoy día no tiene cura, pero si existen tratamientos adecuados para mejorar su calidad de vida.

Es importante estimular las capacidades cognitivas de la persona con Alzheimer y si es posible su actividad física. También se tratarán sus síntomas con diferentes fármacos que le recomendará el especialista.

¿Es hereditario?

Puede haber cierta predisposición si un familiar cercano ha desarrollado la enfermedad, aunque en la mayoría de los casos (el 99%) el factor genético no es la única razón para que se desarrolle la enfermedad.

Los casos de Alzheimer que se dan de forma hereditaria podrían ser en torno al 1 por ciento.

Que un padre o una madre tengan Alzheimer no implica que los hijos vayan a desarrollar también la enfermedad.

¿Se da más en mujeres o en hombres?

Según la Confederación Española de Alzheimer no hay evidencias que hagan inclinar la balanza hacia mujeres u hombres, con carácter predominante para sufrir la enfermedad. Eso sí, en las encuestas y estadísticas, parece que el número de mujeres con la enfermedad es mayor, pero puede deberse a que las féminas son más longevas.

¿Por qué es importante diagnosticarlo a tiempo?

El diagnóstico precoz es importante sobre todo para dar a la persona la posibilidad de organizarse y poder tomar decisiones de cuestiones importantes antes que la enfermedad vaya avanzando. Es importante para poder hacer planes de futuro.

También podrá ir realizando tratamientos o terapias para preservar su calidad de vida en la medida de lo posible.

¿Con que frecuencia aparece la enfermedad?

La enfermedad tiene más prevalencia a medida que la edad de la gente avanza.

De esta forma, si hay alrededor de 5-7% de personas con Alzheimer con edades que rondan los 65 años, esa cifra sube exponencialmente por ejemplo en personas de más de 90 años, donde afecta a casi la mitad de la población de esa edad.

Según una Guía de Práctica Clínica sobre la Atención Integral a las Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras demencias, del Gobierno de España – Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, la prevalencia de casos de Alzheimer al año es de alrededor de 7 millones de nuevos diagnosticados en todo el mundo. En total hay unos 50 millones de personas con Alzheimer en todo el mundo.

La incidencia anual de demencia en España es de 10-15 casos por cada 1000 personas al año en mayores de 65 años. Lo que supone alrededor de 40.000 nuevos casos al año. Para 2050 podría haber alrededor de un millón de personas con Alzheimer.

¿A qué edad se desarrolla?

Aunque hay ciertos tipos de Alzheimer precoz que pueden comenzar a edades más tempranas, lo general es que suela aparecer a partir de los 65 años, y de forma incluso más habitual en los mayores de 85 años.

¿Se puede hacer algo para prevenirlo?

La causa del Alzheimer está aún en investigación para conocer cómo frenarla o evitarla.

Por eso, no hay pautas que 100 por cien nos hagan sortear la enfermedad. Pero si hay una serie de consejos (ejercicio, alimentación equilibrada, actividad mental) que pueden ayudar a retrasar la aparición de la enfermedad o ralentizar sus síntomas.

Las 4 claves para intentar ralentizar la enfermedad y minimizar sus riesgos son:

  • Hacer ejercicio
  • Dieta equilibrada
  • Cuidar el corazón (tensión, colesterol, sobrepeso y azúcar a raya)
  • Actividades cognitivas y mentales (leer, aprender cosas nuevas, realizar crucigramas, etc.)
  • Socializar

¿Existen aplicaciones para ayudar a las familias y personas con Alzheimer?

Hay diversas aplicaciones para personas con Alzheimer y para sus familias. Algunas son tan curiosas como “Eterno” (Timeless) la aplicación que hizo una niña de 12 años para su abuela con Alzheimer. Esta app permite a los pacientes con Alzheimer ver qué hacen sus amigos y familiares. La propia aplicación etiquetará a sus familiares y conocidos para que la persona con la enfermedad pueda reconocerlos.

La app también le pondrá en contacto con las personas que desee comunicar.

En España también existe una aplicación que se llama AlzhUp con ejercicios para las personas con Alzheimer con el objetivo de ejercitar su capacidad cognitiva, y también repartir las tareas y cuidados entre las personas de la familia. Muy completa también y dirigida tanto a personas con Alzheimer como para sus familias está “Yo te cuido”.

BrainApp tiene como fin fomentar el ejercicio mental de las personas con la enfermedad.

También existen otras apps que lo que buscan es localizar al paciente, para que, en caso de desorientación o fuga, sus familiares sepan dónde está. (Tweri http://www.tweri.com/inicio.aspx)

¿Qué es el Alzheimer precoz?

Se denomina Alzheimer precoz a aquel que aparece antes de tener 65 años.

Por el momento se considera que este tipo de Alzheimer aparece en muy pocas personas (se habla de 5 de cada 100). Aunque en el futuro, y con el avance de los sistemas de detección precoz la cifra podría aumentar.

Los síntomas son similares a los que aparecen en personas mayores de 65 años con la enfermedad. Aunque la forma en qué unos y otros se dan cuenta de que algo va mal varía ligeramente. Mientras una persona mayor podrá ver como tiene dificultad para afrontar tareas cotidianas del día a día (hacer la comida, vestirse, etc.), en las personas más jóvenes, la primera señal de alarma surgirá en su entorno laboral.

¿Afecta el Alzheimer a todas las personas igual?

No, el Alzheimer se desarrolla en cada persona de una forma, y cada persona tendrá una conducta u otra.

La velocidad en que evoluciona la enfermedad no es igual en todas las personas con la patología.

Hay unas fases que se suelen repetir en todas las personas, pero en cada uno van produciéndose de forma diferente, más lenta o más rápida, y con más o menos síntomas.

La situación anterior de la persona con Alzheimer, sus hábitos diarios, si es sedentario o no, sus hobbies, todo influirá en cómo se va a desarrollar la misma.

Cada persona y cada familia tendrán que ir adaptándose y afrontando la enfermedad a su manera, pero siempre hay que intentar animar y apoyar al enfermo.

¿Existe un plan de acción mundial dada la relevancia y aumento de la enfermedad?

La Organización Mundial de la Salud aprobó en 2017 un Plan Global contra la demencia, donde se encuadra también la lucha contra el Alzheimer, y que tendrá vigencia hasta 2025.

Su fin es mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, sus cuidadores y familias. Así como intentar reducir el impacto de la demencia sobre la población.

Los campos en los que la OMS propone que se trabaje durante estos años son los siguientes:

  1. Establecer la atención y tratamiento de demencias como prioritario en el sistema de salud pública
  2. Adaptaciones. Sensibilizar sobre demencia y crear adaptaciones para las personas con demencia
  3. Prevención y control de la enfermedad
  4. Mejorar en el diagnóstico y atención a personas con demencia
  5. Apoyo a cuidadores y familiares
  6. Estadísticas y datos indicadores de prevalencia de Alzheimer
  7. Aumentar la investigación sobre la enfermedad

Más información en este enlace de la OMS

¿Qué otras causas pueden hacer que tengamos mala memoria?

Puede haber tanto causas médicas, patologías, como medicaciones o tratamientos que puedan dificultad nuestra capacidad de concentración y nuestra memoria.

Existen medicinas que pueden hacer que el organismo se ralentice en sus funciones y por tanto, ocasionar problemas de memoria.

Por ejemplo, pueden darse problemas o alteraciones con la memoria al tomar fármacos para la depresión o ansiedad, medicinas para la alergia como los antihistamínicos hechos con loratadina o pastillas para tratar enfermedad cardiovascular.

También pueden afectar a la memoria la deficiencia o déficit de ciertas vitaminas como la B12, la falta de sueño, etc.

Siempre es importante que el especialista haga un diagnóstico y valore a qué pueden estar debidos los fallos de memoria.

¿Qué es lo que más tarda en olvidar la persona con Alzheimer?

La persona con Alzheimer va perdiendo progresivamente la memoria, comenzando por palabras sueltas, nombres o fechas, y la memoria que conserva, pese a perder la memoria cognitiva, es la memoria afectiva.

 

  • Amiloides. Es una sustancia que se deposita de forma anormal en las células, tejidos y órganos del cuerpo humano. Su depósito provoca diversas enfermedades.
  • Anosognosia. Es cuando una persona que sufre una enfermedad no percibe las limitaciones o problemas asociados a dicha enfermedad. No es capaz de darse cuenta de su enfermedad. Normalmente suele estar debido a alguna alteración de la capacidad cognitiva o alteración del funcionamiento cerebral.
  • Beta-amiloide. Es una micro proteína de tamaño muy reducido. Su existencia es necesaria para el funcionamiento correcto del cerebro y la transmisión de información entre neuronas.
  • Colinestarasa. Es una enzima que se encuentra en el flujo sanguíneo y el plasma.
  • Demencia. Se produce cuando hay una pérdida o mal funcionamiento de las habilidades mentales: memoria, razonamiento, conducta. La demencia suele evolucionar de forma progresiva.
  • Donepezilo. Fármaco que se usa para personas con demencias ocasionadas por Alzheimer. Se trata de un inhibidor de la colinesterasa. Su objetivo es mejorar las funciones mentales o retrasas la pérdida de ciertas habilidades, como la memoria.
  • Galantamina. Fármaco usado en personas con Alzheimer. Se trata también de un inhibidor de la colinestarasa. Su objetivo es el de mejorar la función cognitiva del paciente.
  • Memantina. Fármaco para tratar el Alzheimer. Actúa sobre los receptores del cerebro para mejorar las señales nerviosas y la memoria.
  • Neurodegenerativa. Se define así a las enfermedades que evolucionan con la pérdida progresiva de las neuronas que coordinan el sistema nervioso. De esa forma, una enfermedad neurodegenerativa habrá una pérdida evolutiva de las capacidades que controlan las neuronas como movimientos, habilidades cognitivas, equilibrio, u otras, dependiendo de la parte del cerebro que este afectada.
  • PET. Prueba diagnóstica que consiste en una tomografía por emisión de positrones, es una especialidad de la medicina nuclear. LA imagen es capaz de medir la actividad del metabolismo de la persona que se realiza la prueba.
  • Positrones. Son partículas elementales con carga eléctrica.