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Cuando autismo e hiperactividad se dan juntos supone un mayor reto para los profesionales

El autismo y el TDAH son dos diagnósticos que suelen generar confusión y dudas entre los progenitores. Desde el Ministerio de Sanidad informan de que la incidencia del autismo –o Trastorno del Espectro Autista– es de más de 450.000 personas solo en España, mientras que con relación al TDAH –Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad– afecta hasta al 7% de los menores en nuestro país. Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre autismo y TDAH? ¿Qué es peor?

 

Diferencias entre autismo y TDAH

Para comprender cuál es la diferencia entre autismo (TEA) y TDAH, vamos a basarnos en lo que expone el Manual Diagnóstico DSM-IV-TR.

Dificultad para mantener la atención

En el TDAH uno de los criterios de diagnóstico es la dificultad para mantener la atención en actividades que, incluso, pueden ser lúdicas. Además, los jóvenes suelen mostrar dificultad para acabar una tarea y en el caso de que esta requiera un gran esfuerzo mental pueden mostrar su rechazo. En el caso del TEA suele ocurrir lo contrario, mostrando un comportamiento obsesivo y perseverante.

Movimientos estereotipados

Otra diferencia entre autismo y TDAH, es que el TEA suele presentar movimientos estereotipados y repetitivos. Por ejemplo, ante un sentimiento de excitación o felicidad, un niño puede aletear las manos para tranquilizarse. Es algo normal, no interfiere en su vida diaria, pero suele ser indicativo de presencia de autismo. Esto no ocurre en el TDAH, donde estos movimientos están ausentes.

Interrumpe las actividades de los demás

Contrariamente al TEA, un joven con TDAH suele interrumpir las actividades que pueden estar haciendo sus compañeros, como un rasgo de impulsividad que suele caracterizar a los niños que tienen este diagnóstico. Además, les resulta difícil esperar por el turno de palabra y suele precipitarse en las respuestas que da. En ningún caso esto es habitual observarlo en un niño con autismo.

Además de estas diferencias entre el autismo y TDAH, es importante mencionar que, de base, se considera al autismo un tipo de discapacidad, mientras que el TDAH es un trastorno del desarrollo. No obstante, en este último caso, se consideraría discapacidad si se cumplen una serie de requisitos que están recogidos en el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre.

 

Síntomas comunes del autismo y TDAH

A pesar de haber abordado la diferencia entre autismo y TDAH, a continuación veremos cuáles son los síntomas del autismo y TDAH comunes. Esos que pueden dificultar que se confundan ambos diagnósticos. Esto se debe a que, en ocasiones, tal y como apuntan algunos estudios, se puede diagnosticar el TEA y TDAH juntos.

Propensión a tener crisis emocionales

El TDAH y TEA coinciden en la falta de gestión emocional ante diferentes estímulos. En el caso del TDAH esto tiene que ver con ese rasgo de impulsividad del que hablábamos anteriormente, mientras que en el autismo la dificultad de comunicación y la intolerancia a la frustración pueden derivar en estas crisis.

Reaccionar con intensidad

Otro de los síntomas comunes entre el autismo y el TDAH tiene que ver con reaccionar con intensidad hacia un olor o un sonido, por ejemplo. En el TEA esto es bastante habitual, debido a las dificultades que suele haber con relación al procesamiento sensorial, pero en el TDAH también puede aparecer esta reacción.

Dificultades para relacionarse

Tanto los TEA como los TDAH presentan dificultades para relacionarse. Ante un diagnóstico de autismo es habitual que la evitación del contacto visual y físico, así como el retraso del lenguaje y de las habilidades sociales afecten a las relaciones. En el caso de un TDAH, esto sucede debido a la brusquedad y agresividad que puede presentar cuando algo no le gusta o le desagrada de alguien.

 

¿Qué ocurre si tienes TEA y TDAH juntos?

Lo que ocurre cuando el autismo e hiperactividad se dan juntos es que esto supone un mayor reto de abordaje por parte de los profesionales. Puesto que identificar rasgos de TDAH en el TEA no siempre es sencillo, es más, no suelen vincularse generalmente entre sí. Por lo tanto, tener en cuenta que esto puede suceder es vital para poder diagnosticar adecuadamente a un menor.

Desde la Fundación Orienta explican que en los pacientes con TEA la comorbilidad con el TDAH alcanza un porcentaje significativo, de un 70%. Identificar esto resulta crucial dado que, como comentan, hay un compromiso mayor con la sintomatología que presenta el paciente debido al déficit en el procesamiento social, alteraciones de procesos mentales e incluso problemas motores.

¿Es peor el autismo o el TDAH?

No es posible afirmar si es peor el autismo o el TDAH, ya que se trata de dos diagnósticos diferentes –siempre y cuando no estén vinculados entre sí, como ya hemos visto–. El autismo es una discapacidad, mientras que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, aunque hay circunstancias en las que también puede provocar discapacidad, aunque no es lo más frecuente.

Conoce la diferencia entre autismo y TDAH nos permite conocer con mayor profundidad estos diagnósticos que se suelen producir en la infancia y que, en ocasiones, suelen tardar debido a los retos y dificultades que presentan. El objetivo es que ese diagnóstico se reciba cuanto antes.

 


Fuentes: 

 

Cuando autismo e hiperactividad se dan juntos supone un mayor reto para los profesionales

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