Servicios para la prevención de las situaciones de dependencia y promoción de la autonomía personal
Su finalidad es mantener y potenciar la capacidad de las personas para tomar decisiones y realizar las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD).
Se trata, por tanto, de un conjunto de actuaciones dirigidas a la prevención de la aparición de enfermedades o su agravamiento, a través de la promoción de un estilo de vida saludable, mediante programas específicos de carácter preventivo y rehabilitador que mejoren las capacidades personales y fomenten la vida independiente y autónoma.
Como parte de estas actuaciones, destacan:
- Formación en hábitos de vida saludables Imprescindible, educación para la salud en todos los aspectos de la vida: alimentación sana y equilibrada, ejercicio acorde a la situación física de la persona, hábitos saludables (dejar de fumar y beber alcohol con moderación), relaciones sociales y comunitarias, etc.
- Estimulación cognitiva Práctica de actividades que se dirigen a mejorar la memoria, el lenguaje, la atención, la concentración o el razonamiento, mediante programas de estimulación y entrenamiento como musicoterapia, intervenciones sensoriales, wiiterapia o talleres de memoria. El objetivo es mantener e, incluso, mejorar el funcionamiento cognitivo y, por consiguiente, recuperar habilidades y retrasar la aparición de situaciones de dependencia.
- Acceso a productos de apoyo Utilización de material o dispositivos que sustituyen las capacidades físicas o cognitivas perdidas, con el fin de recuperar o mantener alguna actividad física o social. Desde ayuda para vestirse hasta apoyo para desempeñar las tareas del hogar.
- Rehabilitación física y psicosocial. Hidroterapia, terapia con animales, sesiones de fisioterapia y encuentros intergeneracionales son algunas de las actividades que ayudan a la recuperación de habilidades físicas, psicológicas o sensoriales.
La teleasistencia, la ayuda a domicilio y los centros de día son servicios que, además de atender las necesidades de las personas con gran dependencia y dependencia severa, ofrecen también importantes beneficios a las personas con dependencia moderada, porque promueven la autonomía personal y retrasan la aparición de situaciones de dependencia.
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