La obesidad, pero también el sobrepeso, se han convertido en una gran amenaza para la salud en todo el mundo. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo de múltiples enfermedades incluidas las cardiovasculares como: la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular, las arritmias ventriculares y la muerte súbita. También se considera al sobrepeso y a la obesidad factores con una incidencia muy importante en la aparición de hipertensión o diabetes mellitus tipo 2.
Hoy también se conoce que tener sobrepeso o ser obeso son factores de riesgo de la aparición de algunos tipos de cáncer como el colorrectal, el de esófago o el de riñón entre otros. La relación obesidad cáncer parece basarse en que el tejido adiposo (tejido donde se acumula la grasa) cuando crece por acumulación de grasa también es capaz de liberar muchos factores de crecimiento y hormonas que pueden favorecer que una célula normal se convierta en tumoral.
El sobrepeso y la obesidad suelen estar ligados a dos factores relacionados con los hábitos de vida. Estos factores son una ingesta calórica superior a la requerida por la persona y el segundo factor es la falta de ejercicio físico. Si alguno de estos dos factores ocurren es muy probable que se favorezca la acumulación de grasa en el tejido adiposo.
También el componente genético es importante a la hora de que una persona tenga una mayor o menor facilidad de adquirir peso. Hoy ya se conocen cambios específicos en genes que se asocian a un mayor riesgo de ser obeso y si una persona tiene en su ADN esos cambios genéticos es más probable que pueda ser obesa.
Datos interesantes
En el mundo cerca de 2000 millones de mayores de 18 años tienen sobrepeso, y de ellos más de 600 millones son obesos. Además, la prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos desde el año 1980 hasta la actualidad.
Una de las formas de conocer si tenemos sobrepeso o estamos obesos es la medida del índice de masa corporal. El índice de masa corporal, también conocido por sus siglas como IMC, es el producto de dividir el peso de la persona en kilos por su altura al cuadrado expresada en centímetros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), utilizando esta fórmula del IMC estableció los valores considerados como peso normal, sobrepeso y obesidad. Un IMC menor de 15 se considera infrapeso; entre 15 y 18,50, delgadez; entre 18,6 y 24,9, sería considerado como peso normal; de 24,9 a 30 sobrepeso y superior a 30 obesidad.
Hay muchos recomendaciones para perder peso. Entre otros, uno muy simple para empezar es servir la comida en platos más pequeños, masticar bien la comida (hasta diez veces cada bocado), comer despacio y hacer más ejercicio.
Un poco de historia
En la Grecia antigua se creyó que la obesidad podía ser una enfermedad peligrosa. Hipócrates señalaba que “la muerte súbita es más frecuente en los obesos que en los delgados”.
Pero no siempre la obesidad se ha considerado riesgo de otras enfermedades. En la Italia del Renacimiento consideraban el sobrepeso y la obesidad como símbolos de riqueza y prosperidad. Un ejemplo de esto son las obras pictóricas y esculturales de la época donde una mayor belleza presumía de formas rollizas.
Para recordar
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y oncológicas.
El sobrepeso y la obesidad están ligados a un exceso en la ingesta calórica de la persona combinado con una falta de actividad física.
También la genética de cada persona puede favorecer la ganancia de peso ante la ingesta de algunos nutrientes específicos.
Además de regular la ingesta de alimentos, es necesario hacer ejercicio físico para controlar el peso.
Andar media hora al día nos ayudará a controlar el peso.