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La psicomotricidad, desde una perspectiva global, integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial. No puede reducirse exclusivamente al área motriz, puesto que aspectos como la sensación, la relación, la comunicación, la afectividad, el lenguaje o la integración, inciden en el proceso del desarrollo o del tratamiento psicomotor de manera importante y siempre ligada al movimiento. Los objetivos son: - Potenciar, tonificar y estirar para mejorar el estado muscular - Realizar ejercicios de corrección postural, para evitar patrones anómalos o compensaciones - Potenciar al máximo el desarrollo motriz. - Afianzar el equilibrio - Afianzar la coordinación dinámica y estática - Afianzar la lateralidad - Conseguir una mejor organización espacial y temporal - Mejorar la concienciación corporal - Ser conscientes de la respiración y mejorar la capacidad respiratoria. Esto ayudará también a conseguir un estado de relajación - Evitar posibles lesiones e impedir que las existentes aumenten - Estimular el juego y la relación interpersonal - Facilitar la relación con el medio - Mejorar las capacidades de adaptación, autonomía, expresión, etc. - Adquirir experiencias para poder afrontar con mayor facilidad las diversas situaciones que se dan en la vida diaria