Las frutas y verduras son alimentos bajos en calorías que sin embargo contienen gran cantidad de agua, vitaminas hidrosolubles como vitamina C, vitaminas liposolubles como beta carotenos, vitamina A, E y K, ácido fólico, minerales donde destacan el potasio, magnesio y también son ricas en fibra. La fibra, por ejemplo, contribuye al tránsito del bolo alimenticio a través del intestino en el aparato digestivo, lo que favorece la digestión de otros nutrientes. También la fibra reduce los niveles de colesterol en la sangre.
La fruta y verdura son alimentos muy ricos también en antioxidantes que protegen al organismo de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas que dañan las células del organismo. Entre los antioxidantes naturales que tienen frutas y verduras se encuentran los polifenoles. Los licopenos son otros antioxidantes contenidos en la fruta y que los podemos identificar fácilmente ya que producen un color rojo. Por ejemplo tomates y sandías son ricos en licopenos. Los licopenos favorecen el colesterol bueno conocido como HDL.
A pesar de que las frutas son cardiosaludables, sin embargo los pacientes diabéticos deben tener un poco de precaución cuando lo incorporan a su alimentación. Esto es porque las frutas son ricas en carbohidratos (azúcares) y deben conocer que frutas tienen un contenido menor de azúcar y por lo tanto son más convenientes para ellos.
Afortunadamente hay muchas frutas con un contenido menor de azúcar, como manzana o naranja entre otras, por eso estas personas deben consultar a su nutricionista para que les recomiende cuales son las más beneficiosas para ellos. Lo mismo ocurre con los vegetales. Los vegetales de hojas verdes son especialmente saludables para los diabéticos. La espinaca, la col rizada y el perejil son relativamente bajos en hidratos de carbono.
Datos interesantes
Los españoles son los terceros que más consumen frutas y verduras por persona en el mundo. Sin embargo, los expertos consideran que no llegamos a cubrir las recomendaciones de los expertos. Para cubrir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tendríamos que tomar 2-3 piezas de fruta medianas al día además de incluir verduras (crudas o cocidas) en las dos comidas principales del día.
La piel es un lugar de la fruta donde se concentran muchas de las sustancias beneficiosas. Atención, es muy importante lavar muy bien la fruta antes de consumir la fruta con piel.
Un poco de historia
La base de la alimentación en la antigua Roma eran los cereales, las hortalizas y las verduras. Tanto es asó que se considera que no habría grandes diferencias entre la dieta de un romano antiguo y la dieta mediterránea actual. La excepción es que no conocían la patata, tomate o pimientos que se incorporarán a nuestra dieta tras la llegada a América de Cristóbal Colón.
Los romanos también consumían una raíz llamada chirivía, muy parecida a la zanahoria. Sin embargo la zanahoria que actualmente conocemos tiene su origen en una variedad desarrollada en los Países Bajos durante la Edad Moderna (el color naranja de las zanahorias fue un homenaje de los cultivadores a la Casa Real Holandesa de Orange).
Para recordar
Las frutas y verduras son muy importantes en la dieta porque su mayor consumo se asocia a una menor probabilidad de sufrir enfermedad.
Para cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud tendríamos que tomar 2-3 piezas de fruta medianas al día además de incluir verduras (crudas o cocidas) en las dos comidas principales del día.