En España, el número de personas mayores de 65 años asciende a más de 9 millones. Esto se traduce en el 20% de la población. Según el CIS, en el año 2050 los mayores de esta edad supondrán el 30% de la población. Por otro lado, nadie lo ignora, el tipo de hogar que más ha crecido en los últimos años es aquel en el que vive una sola persona mayor.
Hoy nadie duda que la sociedad está cambiando. También sabemos que el colectivo de personas seniors, desean seguir viviendo en sus entornos de siempre, siendo dueños de su propio futuro. Por ello, la sociedad debe adaptarse a esa realidad, incluidas las administraciones públicas y crear nuevos modelos de vivienda que permitan una mayor independencia para este colectivo cada vez más numeroso.
Los seniors apuestan por nuevas formas de vida y completos servicios sociosanitarios que hagan posible el estar cerca de sus familias, rodeados de sus pertenencias y preservando su independencia económica y privacidad. Son demasiados los recuerdos que guardan cada uno en la biblioteca de su corazón.
“Se equivocará quien contribuya a desvincular a las personas mayores de sus redes sociales, de sus familias y vecinos, alejándoles de sus entornos vividos, reconocidos y deseados”. Acertarán aquellos que contribuyan a la integración, mejor aún si han sido ellas mismas las que tomaron la decisión de construir esos espacios de comunidad y convivencia.
No descubrimos nada nuevo si aseguramos que nuestra idiosincrasia y cultura es muy diferente a la de otros países. Por ejemplo, en España se disfruta mucho de la calle y de las relaciones sociales, por lo que fórmulas como los proyectos llamados COHOUSING, aquí son muy difíciles de implantar. El cohousing puede entenderse como un modelo de vivienda basado en una comunidad cohesionada, formado por viviendas privadas con un conjunto de servicios comunes.
Estos modelos cohousing generalmente se construyen en pueblos o en las afueras de las ciudades, que son muy apreciados por la paz que se respira, pero no es posible tener resuelto el problema más importante, cuando el mayor pasa a ser dependiente. Otro problema, y no menor, es que no hay una normativa, ni marco jurídico claro para el desarrollo de este tipo de proyectos.
Un factor que no contribuye a facilitar los distintos proyectos de mayores es que no se encuentran apoyos en España por parte de las administraciones, especialmente en los Ayuntamientos. Estos deberían articular alguna política de cesión de suelos, especialmente en las grandes ciudades, y en su caso, liberar espacios para desarrollar este tipo de proyectos, por ejemplo a través de concursos de suelo dotacional para la realización de este tipo de infraestructuras.
De este modo, es necesario que las administraciones tomen conciencia, diseñen y aprueben un marco jurídico hasta ahora inexistente que permita el desarrollo de estos nuevos modelos de vivienda. Para ello, deben concienciarse de que este tipo de proyectos son muy necesarios dentro de las ciudades. Si estas premisas se cumplen no hay duda de que su creación será exitosa. Mejor aún, si a ello le añadimos la no especulación, el éxito está asegurado.
El Modelo Convivencia, no es otra cosa que un concepto de vida más solidario entre los convecinos. Así, los futuros mayores serán personas mucho más activas en la demanda de servicios y atención de calidad, sin duda buscarán autonomía, intimidad, asistencia y confort en un mismo espacio.
La metodología en los complejos “Convivencia” es la siguiente: primero, se constituye la comunidad sin ánimo de lucro, se adquiere el terreno y luego los arquitectos definen y desarrollan el proyecto.
Como ejemplo, tenemos un proyecto en fase de construcción muy avanzada en el centro de Valladolid, el Complejo Allegra Magna/Fuenteolivo. Con ello, se modifica radicalmente los emplazamientos de los complejos de mayores llamados Cohousig de países como Alemania, Suecia, Estados Unidos, etc. Algunas de las características del modelo son las siguientes: apartamentos de 50 m2 útiles con dos habitaciones, baño, cocina y salón; generosos espacios comunes: comedor, zonas de televisión, área de videoconferencia/ informática, área de gimnasia, espacio para rehabilitación y podología, piscina climatizada, suelo radiante de calor y refrescante, etc. Además, el proyecto referenciado tiene en los bajos del edificio una residencia de mayores con 48 plazas para residentes y, al otro lado de la calle, un Centro de salud.
José María Alaejos
Presidente de la Cooperativa Allegra Magna
Presidente de la Asociación cultural Fuentes de la Edad