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La noción de la atención integrada ha ido más allá de los límites del sistema sanitario para pensar más estratégicamente acerca de cómo abarcar los determinantes sociales de la mala salud. La salud pública y la atención integrada comparten objetivos comunes, entre los que se encuentran:

  • la promoción de la salud y de los entornos saludables
  • la prevención de las enfermedades
  • el tratamiento y la gestión de las enfermedades
  • la mejora de la calidad de vida

Sin embargo, la salud pública ha permanecido en general algo apartada de la planificación de servicios de atención sociosanitaria y, como consecuencia de ello, sus intervenciones han tendido con frecuencia a trabajar de forma independiente en la prestación de la atención sociosanitaria. La incorporación de la perspectiva de la salud pública es esencial para hacer posible que los programas de atención integrada alcancen sus objetivos.

El papel de la salud pública en los sistemas sanitarios ha evolucionado en una serie de «olas» desde el origen del movimiento de la salud pública en el Reino Unido, que tuvo lugar en la década de 1830. En la primera ola, la estructural, se mejoraron las condiciones sanitarias. La ola biomédica trajo avances médicos que permitieron reducir la mortalidad a través de las vacunas. Durante la tercera ola u ola clínica se profundizó en el conocimiento de los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida. La ola social supuso un mayor conocimiento de las desigualdades sociales y los determinantes que pueden influir en los resultados.

Recientemente se aboga por una quinta ola en la que los responsables de las políticas sanitarias aborden la salud poblacional y se incremente la concienciación sobre el valor social de la buena salud, reconociendo la importancia de las redes sociales y el beneficio de prestar atención tanto a la salud como al bienestar. En términos prácticos, esta agenda tiene dos puntos clave: en primer lugar, la necesidad de adoptar un modelo de atención basado en la salud poblacional; en segundo lugar, el enfoque en la promoción de la salud y la prevención de la mala salud.

La salud poblacional representa un modelo de atención sanitaria que busca mejorar los resultados en la salud de un grupo de individuos, incluyendo la distribución de esos resultados en el grupo. Por tanto, la salud poblacional se refiere a comunidades específicas y poblaciones locales en las que la atención sanitaria se puede planificar y efectuar de forma que queden reflejadas realmente las circunstancias y necesidades locales. Así, un modelo de salud poblacional busca centrarse en las prioridades clave para mejorar la salud y el bienestar con un enfoque específico hacia la superación de las desigualdades en la atención, abordando la prestación de servicios a grupos de difícil acceso y promoviendo la justicia social.

La gestión de la salud poblacional es un elemento de diseño fundamental para obtener una atención integrada eficaz. Es esencial contar con un conocimiento explícito de las necesidades sanitarias de las comunidades, contando con información sobre las prioridades que deberían ser atendidas o sobre los individuos y las localidades en riesgo específico. 
La consecución de mejoras sustanciales y duraderas requerirá, por tanto, de un esfuerzo coordinado. Una forma en la que se puede fomentar es con el desarrollo de un conjunto de principios rectores que resulten viables.

 

No obstante, aunque se está llevando a cabo un gran trabajo a nivel internacional para demostrar cómo se puede entretejer la salud pública de una forma proactiva con estrategias de atención integrada, sigue siendo difícil para muchos poderes adjudicadores invertir en actividades de prevención y promoción. Con frecuencia, la oportunidad de invertir en estrategias de prevención y de promoción de la salud a largo plazo se ve contrarrestada por la necesidad de actuar rápidamente; las incertidumbres sobre cómo implementar de forma eficaz esas estrategias; y la falta de convicción asociada de que se pueda obtener un «retorno de la inversión» suficientemente bueno dada la realidad de las limitaciones financieras y las demandas rápidamente crecientes de atención. 

Lo que nos dicen las evidencias obtenidas es que los sistemas de atención que han creado de forma eficaz un modelo basado en la salud poblacional proporcionando atención integrada basada en la comunidad son tal vez los que posean un mayor potencial para el cambio transformacional para cumplir la «triple finalidad» de mejorar las experiencias de atención y los resultados de la atención, reduciendo al mismo tiempo los costes de dicha atención. Esto requerirá el desarrollo continuo de sistemas de atención responsable en los que trabajen juntos múltiples proveedores de atención sociosanitaria bajo nuevas formas de organizaciones de gobierno colectivo y marcos de compartición de riesgos que trabajen con y junto a las comunidades locales. 

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Esta entrada es un extracto del artículo “Incorporación de la salud pública como parte de todos los planes de integración”, publicado en el número 21 de la revista Actas de Coordinación Sociosanitaria. Puede acceder aquí al sumario y la descarga de la revista.
 

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