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La retinopatía diabética (RD) es una patología de tipo neurovascular que afecta a la vista y que pueden desarrollar las personas con diabetes.

La Asociación de Enfermos y Familiares Mácula-Retina define la retinopatía diabética como una complicación derivada de la diabetes. Se desarrolla debido a que la patología diabética va dañando los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina.

La retina es un tejido que está en la parte de atrás del ojo y es especialmente sensible a la luz. El ojo realiza la función de ver debido a que las imágenes se filtran por el cristalino del ojo y finalmente se enfocan en la retina. Desde la retina se pasan las imágenes en forma de señales eléctricas hasta el cerebro.

Si hay una complicación en la circulación sanguínea que nutre la retina, la visión se ve afectada y la señal enviada por el nervio óptico al cerebro no llega correctamente.

El doctor Nicolás Toledano Fernández, miembro de Top Doctors, afirma que esta patología es una “microangiopatía”, es decir, una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos de la retina.

Por lo general, la retinopatía diabética se va desarrollando de forma paulatina y afecta a los dos ojos.

Se trata de una de las primeras causas de ceguera prevenibles en el mundo.

Etapas en el desarrollo de la retinopatía diabética

La Asociación de Enfermos y Familiares Mácula-Retina distingue cuatro etapas en la evolución de la retinopatía diabética:

  1. Etapa de inicio. Conocida como retinopatía no proliferativa ligera. Se producen pequeños microaneurismas en los vasos sanguíneos de la retina.
  2. Se produce la obstrucción de los vasos sanguíneos que llevan la circulación de sangre hasta la retina. Retinopatía no proliferativa moderada.
  3. Cada vez se bloquean más vasos sanguíneos y la retina comienza a ver obstruida la recepción de sangre en más puntos. La retina actúa haciendo crecer nuevos vasos sanguíneos. Retinopatía no proliferativa severa.
  4. Por último, en la etapa más avanzada, la retinopatía proliferativa hace que los nuevos vasos sanguíneos sigan creciendo. Pero son vasos sanguíneos muy delicados y sus paredes se pueden rasgar dejando pasar la sangre. Por este motivo, se provoca una hemorragia que puede llegar al ojo provocando la pérdida de visión y en algunos casos ceguera.

La Academia Americana de Oftalmología indica que la retinopatía diabética proliferativa “es muy grave” y puede hacer que el paciente pierda tanto la visión central como periférica.

Causas

Hay ciertos factores que predisponen a una persona para desarrollar retinopatía diabética. En concreto, las personas que tienen diabetes, ya sea tipo 1 o 2, tienen mayor riesgo de desarrollar la patología.

Los expertos recomiendan realizarse exámenes oftalmológicos completos, mínimo una vez al año, para ir evaluando si hay alguna alteración en la vista

Casi la mitad de las personas con diabetes en Estados Unidos tenía retinopatía diabética en alguna de sus etapas, según las estadísticas.

Además, pueden interactuar otros factores para el desarrollo de la retinopatía diabética como son el embarazo, la obesidad o el colesterol alto.

Gafas sobre un libro abierto

La Sociedad Española de Oftalmología destaca que un “mal control de las diabetes” es un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad. Si los niveles de azúcar en sangre son altos durante un tiempo prolongado se puede dañar los vasos sanguíneos de la retina.

También hay un factor genético que puede predisponer a desarrollar la RD.

Síntomas

Los síntomas se irán desarrollando con el tiempo. Ya que al comienzo de la retinopatía diabética el paciente no notará ningún síntoma.

Pero poco a poco se disminuirá la visión.

La retinopatía no proliferativa severa hace que los vasos sanguíneos, mucho más frágiles, vayan reproduciéndose cada vez en mayor medida y afecten a la visión, llevando finalmente a la retinopatía proliferativa.

La visión se ve afectada por la rotura de los vasos sanguíneos que derramará sangre dentro del ojo e incluso podrá llegar hasta la mácula. Se pueden generar incluso edemas maculares.

La visión se ve muy reducida en las etapas finales de la patología.

Algunos síntomas que se pueden experimentar cuando se va perdiendo la visión son:

  • Ver manchas flotantes en el campo visual. Se debe a la sangre que se está escapando de los vasos sanguíneos. Al principio serán manchas pequeñas, pero pueden hacerse más grandes con el desarrollo de la enfermedad y es importante acudir al especialista.
  • Sensación de visión borrosa.
  • Partes del campo visual ocultas.
  • Mayor dificultad para ver con poca luz.

Además, la retinopatía diabética puede provocar otras patologías como el desprendimiento de retina traccional, al producirse tracción del vitreo sobre la retina, o el glaucoma neovascular, que es un glaucoma secundario debido a la formación de nuevos vasos sanguíneos en la zona del iris.

Por eso, es importante que las personas con diabetes tipo 1 y 2 se hagan sus exámenes oftalmológicos para poder detectar la enfermedad en las etapas iniciales y que no llegue a esa evolución que hace perder parte de la visión o provocar incluso ceguera, y que tampoco se den otro tipo de complicaciones.

El doctor en oftalmología Carlos Javier Ruiz Lapuente, miembro de Top Doctors, explica que uno de los problemas más importantes es el diagnóstico tardío, ya que la primera fase es asintomática. En las fases avanzadas ya hay borrosidad en la visión o pérdida de visión, y es más complicado el tratamiento.

Prevalencia

La progresión de la patología se puede evitar en un 90%, según el IMO, Instituto de Microcirugía Ocular.

La Federación Española de Diabetes (FEDE) afirma que la retinopatía diabética afecta al 40% de los pacientes con diabetes tipo 1, y al 20% de con diabetes tipo 2 en España.

La Fundación redGDPS está constituida por un grupo de profesionales sanitarios de Atención Primaria cuyo objetivo es mejorar la asistencia de las personas con diabetes tipo 2. En su web indican que el último estudio sobre la RD ha evaluado muestras de ciudadanos en Estados Unidos, Australia, Europa y Asia.

Los resultados son que al menos 93 millones de personas tienen retinopatía diabética en el mundo.

Como se ha ido analizando en estas páginas, inciden en el desarrollo de la patología:

  • El tipo de diabetes.
  • El tiempo desde que la persona tiene diabetes.
  • El control metabólico.
  • El control de la hipertensión.

Tratamiento

Los especialistas que realizan el diagnóstico y dan un tratamiento a las personas con retinopatía diabética son los oftalmólogos con experiencia en el tratamiento y cirugía de este tipo de patología.

Realizarán al paciente una serie de pruebas para comprobar cuál es la complicación de la vista que tiene y confirmar si es retinopatía diabética para poder dar las pautas de tratamiento cuanto antes.

Las personas con diabetes deben hacerse al menos una revisión oftalmológica una vez al año. Es importante que el especialista ofrezca este diagnóstico lo antes posible. Por eso, se realizarán diversas pruebas específicas para saber si se está desarrollando retinopatía o incluso si existe algún edema macular, ya que es otra de las complicaciones que aparece junto a la retinopatía.

Entre las pruebas a realizar figuran:

  1. Dilatación de la pupila para observar el fondo del ojo. Se hace una retinografía, que es una fotografía de la retina para analizar si hay vasos sanguíneos dañados.
  2. Prueba de agudeza visual.
  3. Tonometría.
  4. OCT. Tomografía de coherencia óptica o angiografía OCT. Se visualiza la retina capa a capa y en alta resolución gracias a las nuevas tecnologías. Es una prueba menos invasiva que la angiografía fluoresceinica y se visualiza incluso mejor la retina y su composición vascular.
  5. Angiografía normal o fluoresceinica. Prueba radiológica para observar los vasos sanguíneos. En la fluoresceinica el oftalmólogo usará un tinte, que se inyecta en la vena, y una cámara especial para ver mejor la retina y el flujo sanguíneo que existe alrededor.

Una vez obtenido el diagnóstico el especialista indicará qué tratamiento es el adecuado.

En las primeras tres fases de la retinopatía diabética no se precisará un tratamiento quirúrgico especializado, a menos que haya edema macular. Pero sí será necesario en la última fase donde se suele recurrir a una intervención quirúrgica con láser (fotocoagulación retiniana) para solucionar la complicación causada por la proliferación de vasos sanguíneos (que provocan isquemia o hemorragia en el ojo).

Gracias al láser se eliminan los vasos sanguíneos que han crecido y se intenta conservar la visión central. También se puede precisar una vitrectomía si existe desprendimiento de retina.

Desde la Asociación de Enfermos y Familiares Mácula-Retina se explica que este tratamiento puede reducir la visión lateral, además de restar ligeramente la visión de los colores y la capacidad para adaptar la visión a entornos menos luminosos o nocturnos. Pero en global, es un tratamiento positivo, ya que permite preservar el resto de visión.

Los especialistas afirman que la retinopatía diabética puede tratarse de forma complementaria regulando el control metabólico y del azúcar del paciente.

Si existe un edema macular también puede estar indicado el uso de infiltraciones o inyecciones intravítreas con fármacos como:

  • Corticoides de larga acción.
  • Antiangiogénicos.

El doctor en oftalmología Carlos Javier Ruiz Lapuente, miembro de Top Doctors, explica que estos tratamientos de inyecciones pueden complementar la cirugía con láser, facilitando la preservación de la vista.

La Asociación de Diabetes de Madrid resumen estos tipos de tratamiento en el caso de retinopatía proliferativa y edema macular:

  1. Tratamiento de fotocoagulación con láser.
  2. Tratamiento de fotocoagulación panretiniana con láser también.
  3. Vitrectomía para eliminar el sangrado y las cicatrices del ojo.
  4. Inyecciones en el vitreo para evitar la proliferación de vasos sanguíneos debilitados.

Y destacan que, aunque se trate con cirugía la retinopatía el paciente debe seguir extremando las medidas para controlar su diabetes y que no puedan reproducirse de nuevo las complicaciones con su vista.

Investigaciones en marcha

La Asociación de Enfermos y Familiares Mácula-Retina indican que el Instituto Nacional del Ojo trabaja para mejorar la detección, tratamiento y prevención de los casos de pérdida de visión en personas con diabetes.

Se avanza en el estudio de nuevos fármacos que puedan detener la proliferación de los vasos sanguíneos que producen la retinopatía, para mejorar el pronóstico y a su vez evitar el paso por quirófano.

Consejos de prevención

Es importante que las personas con diabetes visiten a su oftalmólogo para realizar los exámenes de visión rutinarios y prevenir el desarrollo de la patología.

Un diagnóstico precoz puede evitar complicaciones y la pérdida de visión que ocasiona la retinopatía diabética si no se trata.

Además, es importante controlar los niveles de azúcar en sangre, la presión arterial y el colesterol, factores que de estar descontrolados inciden negativamente en la salud cardiovascular.

La Federación Española de Diabetes (FEDE) explica en su campaña “Ante la retinopatía diabética: abre los ojos” que lo más importante es el diagnóstico precoz y seguir el correcto tratamiento tanto de la diabetes como de otras patologías que pueda tener el paciente y que puedan incidir en su salud neurovascular, como la tensión arterial.

Ojo humano en primer plano

El doctor en oftalmología Carlos Javier Ruiz Lapuente, miembro de Top Doctors, indica que las personas con diabetes deben seguir las indicaciones de su endocrino y médico de familia, para poder controlar la patología y así evitar el desarrollo de complicaciones de la vista.

También debe variar su estilo de vida con actividad física y siguiendo la dieta que es adecuada para su perfil personal.

Desde la Asociación de Diabetes de Madrid indican que el control adecuado de glucemia se encuentra cuando los valores de HbA1c están por debajo de 7%.

El tabaco tampoco está indicado si se quiere trabajar en prevención, ya que fumar aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares, tanto en personas con o sin diabetes.

La revisión oftalmológica varia según el tipo de diabetes y el tiempo que el paciente lleva con esta patología, según el Canal Diabetes, en personas con diabetes tipo 1 y con menos de 10 años de evolución de la patología, se recomienda la visita anual al oftalmólogo a partir del tercer año con diabetes.

En mujeres embarazadas debe haber un seguimiento trimestral y en personas con diabetes tipo 2 se aconseja la revisión anual.

Luego según el tipo de retinopatía diabética que hayan podido desarrolla se requerirá una revisión de la vista cada menos tiempo. El especialista irá indicando cuando es la mejor periodicidad para acudir a la visita.

En la “Guía de prevención y tratamiento de las complicaciones de la retinopatía diabética”, escrita por Pere Romero Aroca y Joan Barrot de la Puente, editada por Bayer y difundida por la Fundación Diabetes, se señala que la hiperglucemia, es con mucho, la primera causa de la microangiopatía diabética. Y aunque hay determinantes genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar la RD es importante seguir un estricto control glucémico para poder evitar el desarrollo de la patología.

Envejecimiento saludable

Es importante tener en cuenta que un correcto control de los niveles de glucosa en sangre, la actividad física y la correcta alimentación, juegan a favor de un envejecimiento saludable y un correcto control de posibles complicaciones que puedan surgir, a diferentes niveles, como el vascular, que puede llegar a afectar a la visión.

Para las personas con diabetes que afrontan el paso a la etapa de adulto mayor es importante que continúen tanto sus visitas al endocrino para controlar su diabetes como al oftalmólogo para poder revertir a tiempo cualquier complicación con su salud ocular.

El propio proceso de envejecimiento hace que la capacidad visual también aminore por lo que es importante cuidarse y no caer en el sedentarismo, ni seguir hábitos poco saludables como fumar o ser sedentarios.

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología afirma que en torno a un 30% de personas con más de 65 años tienen alguna patología de la vista. Eso sí, destacan que por lo general la reducción de la visión no se debe solo a la edad.

Es importante que no se pasen por alto los controles oftalmológicos y se haga el debido seguimiento si aparece cualquier síntoma que indique que la persona tiene alguna complicación con la vista.

La SEGG afirma que la retinopatía diabética puede evitarse si se tienen en cuenta:

  • La dieta adecuada. Se recomienda comer varias veces al día, evitar azúcares refinados y limitar las grasas.
  • Ejercicio o actividad física según el perfil de cada persona.
  • Tomar la medicación pautada.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

  • ¿En qué consiste la retinopatía diabética?
  • ¿Por qué se produce?
  • ¿Se pueden prevenir la retinopatía diabética?
  • ¿Hay tratamiento?
  • ¿Qué señales presenta una persona con retinopatía diabética?

    ¿En qué consiste la retinopatía diabética?

    La retinopatía diabética es una patología de tipo neurovascular que afecta a la vista y que pueden desarrollar las personas con diabetes.

    Se desarrolla debido a que la patología diabética va dañando los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina.

    ¿Por qué se produce?

    Hay ciertos factores que predisponen a una persona para desarrollar retinopatía diabética. En concreto, las personas que tienen diabetes, ya sea tipo 1 o 2, tienen mayor riesgo de desarrollar la patología.

    Además, pueden interactuar otros factores para el desarrollo de la retinopatía diabética como son el embarazo, la obesidad o el colesterol alto.

    ¿Se puede prevenir la retinopatía diabética?

    Es importante que las personas con diabetes visiten a su oftalmólogo para realizar los exámenes de visión rutinarios y prevenir el desarrollo de la patología.

    Un diagnóstico precoz puede evitar complicaciones y la pérdida de visión que ocasiona la retinopatía diabética si no se trata.

    Además, es importante controlar los niveles de azúcar en sangre, la presión arterial y el colesterol, factores que de estar descontrolados inciden negativamente en la salud cardiovascular.

    ¿Hay tratamiento?

    Una vez obtenido el diagnóstico el especialista indicará qué tratamiento es el adecuado.

    En las primeras tres fases de la retinopatía diabética no se precisará un tratamiento quirúrgico especializado, a menos que haya edema macular. Sí será necesario en la última fase donde se suele recurrir a una intervención quirúrgica con láser (fotocoagulación retiniana) para solucionar la complicación causada por la proliferación de vasos sanguíneos (que provocan isquemia o hemorragia en el ojo).

    Gracias al láser se eliminan los vasos sanguíneos que han crecido y se intenta conservar la visión central. También se puede precisar una vitrectomía si existe desprendimiento de retina.

    Los especialistas afirman que la retinopatía diabética puede tratarse de forma complementaria regulando el control metabólico y del azúcar del paciente. Si existe un edema macular también puede estar indicado el uso de infiltraciones o inyecciones intravítreas con fármacos.

    ¿Qué señales presenta una persona con retinopatía diabética?

    El inicio de la patología se presenta de forma asintomática.

    Por lo tanto, cuando ya aparece algún síntoma la retinopatía diabética está avanzada.

    Algunos síntomas que se pueden experimentar cuando se va perdiendo la visión son:

    • Ver manchas flotantes en el campo visual.
    • Sensación de visión borrosa.
    • Partes del campo visual ocultas.
    • Mayor complicación para ver con poca luz.
  • Angiografía. Prueba radiológica para observar los vasos sanguíneos.
  • Edema macular. Cuando se acumula líquido en la mácula debido a filtraciones de los vasos sanguíneos de esa zona.
  • Fotocoagulación. Tratamiento para las personas con retinopatía diabética donde se realiza una intervención con láser.
  • Metabólico, control. El control metabólico se aconseja en personas con diabetes para medir y controlar sus niveles de azúcar en sangre.
  • Microaneurismas. Dilatación de que se produce en los vasos sanguíneos, en este caso del ojo.
  • Microangiopatía. Se trata de una patología que hace que las paredes de los vasos sanguíneos o pequeñas arterias son más frágiles.
  • Neurovascular. Se llama así a las patologías donde están alterados los vasos sanguíneos, bien por obstrucción o por hemorragias.
  • Proliferativa. Esta palabra se refiere al crecimiento o producción copiosa de células o tejidos.
  • Retinografía. Prueba que consiste en fotografiar la retina.
  • Tomografía (de coherencia óptica). Prueba por la cual el oftalmólogo puede visualizar la retina capa por capa.
  • Tonometría. Prueba para medir la presión del interior del ojo.