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Los trastornos alimentarios son aquellos que afectan a los hábitos de nutrición y alimentación. La anorexia y la bulimia son las principales enfermedades mentales que producen estos trastornos de conducta alimentaria (TCA) que van más allá de ser un mero descontrol nutricional.

Se trata de problemas complejos que deben ser tratados por un equipo de especialistas entre los que se encuentran psicólogos, psiquiatras, endocrinos y nutricionistas, que deberán pautar un tratamiento a seguir para el paciente.

Si estas enfermedades no son tratadas pueden derivar en graves problemas de salud y un deterioro de la persona tanto a nivel físico como mental llegando a interferir negativamente en todos los ámbitos de su vida (el personal y familiar, en sus estudios y en el trabajo).

La evolución de estos trastornos y el pronóstico de recuperación van a depender de su diagnóstico, si es precoz mejor, y del tratamiento que reciba y siga el paciente.

¿En qué consisten estas patologías?

Vamos a detallar a continuación en que consisten los dos trastornos alimentarios más destacados.

Anorexia

También conocida como anorexia nerviosa es una enfermedad en la que la persona que la padece esta excesivamente preocupada por su figura, hace dietas extremas para no aumentar de peso y a pesar de estar por debajo de un peso normal, por lo general, suelen verse a sí mismos con sobrepeso o con un cuerpo desproporcionado.

Por lo general, los expertos médicos afirman que se da más en mujeres (se calcula que 90 de cada 100 pacientes son mujeres) y que suele comenzar en la juventud o adolescencia, aunque en algunos casos se vuelve una enfermedad crónica, que acompaña a la persona de por vida, y en otros casos, puede surgir a cualquier edad, y sin distinción de género.

Esta obsesión por no aumentar de peso o talla hace que la persona deje de alimentarse correctamente, llegando en última instancia a casos graves de desnutrición con las enfermedades asociadas que tiene el no consumir suficientes nutrientes y las proteínas y vitaminas que el cuerpo necesita, como problemas cardíacos, osteoporosis, problemas dentales y dermatológicos, etc.

En estos casos más graves incluso será necesario hospitalizar al paciente para poder darle el tratamiento adecuado y la nutrición e hidratación que su cuerpo necesita.

Hay ciertos factores de riesgo para desarrollar la enfermedad, aunque realmente puede afectar a cualquier persona:

  • Por enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad
  • Por practicar deportes o ejercer profesiones donde la apariencia física y el peso son importantes, y el paciente cruza el límite entre lo saludable y lo dañino para su salud (por ejemplo, modelos, gimnastas, entre otros casos)

Es importante el apoyo del entorno, familia, amigos, profesores, que puedan detectar esas alteraciones en la persona, y la orienten o inviten a acudir al profesional. Por su propio pie es difícil que estas personas pidan ellas mismas la ayuda necesaria para tratar su anorexia.

¿Cómo detectar que alguien tiene anorexia?

  • La persona perderá peso de forma considerable llegando a pesar mucho menos de lo que debería por razón de edad y/o género
  • La persona quiere estar delgada y le horroriza engordar
  • Aunque está muy delgada, se ve gorda. Sufre una distorsión de su imagen física, que solo está en su mente
  • La desnutrición hará que aparezcan otros síntomas y alteraciones en el organismo de quién padece anorexia: piel deshidrata, caída del cabello, falta de menstruación en mujeres, etc.
  • Se acompaña también de síntomas emocionales como tristeza, aislamiento y baja autoestima
  • Por lo general, suelen negar la enfermedad

¿Cómo pierden peso estas personas?

La propia persona que padece la enfermedad se autoinfligen una dieta estricta que puede estar acompañada de la práctica de deporte de forma excesiva, uso de laxantes o incluso provocación del vomito.

¿Cuál puede ser la causa?

Se pueden establecer tres situaciones que hacen que la enfermedad aparezca y que se convierta en un problema que hay que tratar

  • Vivir en una sociedad actual como la nuestra, donde prima el culto al cuerpo y la obsesión por la delgadez, puede ser un factor que predisponga a las personas a sufrir anorexia
  • Pero no todas las personas que viven en esta sociedad sufren anorexia ¿por qué? ello dependerá de situaciones personales como una crisis, una pérdida afectiva o el inicio de una dieta estricta, que finalmente, se va de las manos, porque la persona no acaba de estar satisfecha con su cuerpo
  • El que la enfermedad no se cure y siga avanzando hasta provocar la desnutrición en el paciente, puede depender de clínicas mentales asociadas como ansiedad o depresión

Asimismo, los expertos dividen la anorexia en dos tipos

  • Restrictiva. La delgadez extrema se ha conseguido con dieta estricta o ejercicio excesivo
  • Compulsivo. El paciente se da atracones alguna vez, pero luego vomita (por ejemplo, algún atracón en el último trimestre)

Bulimia

La bulimia, también conocida como bulimia nerviosa es un trastorno alimentario que tiene como principal característica que el paciente come de forma descontrolada y luego se induce al vomito, usa laxantes o aumenta la actividad física.

Normalmente estos atracones se realizan en poco tiempo y cuando nadie puede verlos.

Como en la anorexia, quien padece bulimia también tiene una obsesión desmesurada por su peso y por su cuerpo.

En cuanto a la forma de detectarlo, a veces no es tan fácil, ya que la persona puede no variar de peso. Puede haber personas con bulimia que aumenten de peso o que tengan menos peso del normal. Por eso, esta variable no ayudará a su diagnóstico.

También es una enfermedad que afecta más a mujeres, aunque suele aparecer en la edad adulta.

Se considera que una persona tiene bulimia si al menos se da dos atracones de este tipo por semana durante tres meses, y seguidamente, para corregir esa conducta intentan vomitar o hacer ejercicio, para no engordar. Este último dato es el que diferencia la bulimia de los llamados trastorno por atracón, en ese trastorno, la persona no realiza acciones compensatorias para no subir de peso, no vomitan ni hacen ejercicio excesivo.

¿Causas?

Como en el caso de la anorexia las causas pueden ser diversas, pero se agrupan en las siguientes

  • Factores sociales y culturales
  • Régimen de dieta para controlar el peso que desencadena este trastorno
  • Baja autoestima

Las consecuencias si no se trata a tiempo pueden ser, además del problema psicológico por la alteración de la conducta alimentaria, otras complicaciones provocadas en el organismo como arritmias, deshidratación, alteraciones menstruales, problemas dentales, caída del pelo, desmayos y mareos, dolores de cabeza, irritación de garganta, debilidad y disfonía, entre otros.

¿Cómo detectarlo?

Como en la anorexia serán las personas cercanas al paciente quienes deben notar cambios en esa persona y en sus hábitos, para detectar una posible enfermedad.

Por ejemplo, se puede estar atento a estas cuestiones:

  • La persona está obsesionada con su peso. Puede que hable demasiado de dietas y de su físico
  • La persona se da atracones puntuales, aunque luego suele comer poco o normal
  • Tras comer va al baño y tarda en salir
  • La persona usa muchos laxantes, sin ser recetados por su médico
  • La persona está cansada y puede tener anemia
  • A medida que la enfermedad avanza aparecen problemas cardíacos, intestinales, etc.

Lo mejor al detectar estos síntomas es hablar primero con ese familiar o amigo, prestarle tu apoyo y ayuda, y ayudarle a que visite a un equipo médico que le pueda ayudar.

Los expertos dividen la bulimia en dos tipos

  • Bulimia restrictiva. Donde la persona tiene atracones descontrolados que se alternan con etapas donde come poco o nada. Hace mucho ejercicio para contrarrestar el atracón.
  • Bulimia purgativa. Es cuando la persona tiene un atracón, y tras el mismo se induce al vómito o toma laxantes.

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Tratamiento

El tratamiento de estos trastornos debe ser casi siempre desde el enfoque de un equipo multidisciplinar.

La orientación del tratamiento puede venir dada desde el especialista que trata estas enfermedades mentales que están asociadas a TCA, el psiquiatra, y contará con el apoyo del psicólogo clínico, así como aquellos que pueden pautar unas dietas y hábitos alimenticios saludables como son el nutriólogo y endocrinólogo. Además, pueden precisar la ayuda de otros especialistas médicos, como cardiólogo, dentistas, etc. cuando sea necesario dependiendo de la evolución de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostican?

No hay pruebas concretas que dictaminen si una persona sufre anorexia o bulimia nerviosa, sino que los especialistas han de guiarse por diversos cuestionarios y detectores.

Anorexia

Para detectar si una persona tiene anorexia el especialista primero valorará su cuadro clínico, comenzando por una entrevista diagnostica, y teniendo en cuenta si la persona presenta estas características

  • Si la persona tiene extrema delgadez, pero por sus hábitos alimenticios, y no por otros motivos. Normalmente su índice de masa corporal es menor a 17,5.
  • Temor a engordar. Preocupación por su apariencia y peso. No está conforme con su cuerpo.
  • Osteoporosis o déficit de calcio
  • Bajos valores de minerales: zinc, sodio, etc.
  • Problemas para concentrarse
  • Dolor de cabeza
  • Bajada del número de leucocitos en sangre
  • Alteraciones de sus niveles de azúcar

Luego le realizará una serie de test o cuestionarios para concretar la evolución de la enfermedad o en qué estado se encuentra. Suelen ser índices sobre sus hábitos alimentarios, uno de estos cuestionarios es el conocido como EAT-26 (Eating Attitudes Test), es un cuestionario con 26 preguntas para detectar problemas con los hábitos alimenticios, también se realiza para personas que puedan padecer bulimia.

Algunas de las preguntas que se hacen este cuestionario son:

  • ¿Tienes miedo a engordar?
  • Si tienes hambre, ¿comes o prefieres no comer?
  • ¿Comes de forma descontrolada?
  • ¿Controlas todas las calorías de los alimentos que tomas?
  • Después de comer, ¿te sientes culpable?

Así hasta llegar a 26 preguntas que aportan información de interés al profesional psiquiátrico y endocrino para poder dar un tratamiento.

¿Qué tratamiento se pauta?

El tratamiento va a combinar estas terapias, su objetivo principal es que el paciente recupere su peso, y en segundo lugar, que no haya recaídas:

  • Dieta saludable. Se trata de controlar que la persona con anorexia comience a comer todos los nutrientes que necesita. En total se precisan unas 1.500-1.800 kilocalorías por día. Se precisará un aporte extra de vitamina D y calcio.
  • Terapia con fármacos. Se han probado diversos fármacos como antipsicóticos, antidepresivos, analgésicos o corticosteroides. Será el especialista quién decida cuál es el mejor en cada caso y cuál es la evolución del paciente.
  • Terapia psicológica. Es necesario el apoyo de un psicoterapeuta y a veces grupos de autoayuda, donde se puedan compartir experiencias y puntos de vista sobre la enfermedad con otros pacientes. En esta orientación es primordial el apoyo para corregir los hábitos alimenticios.
  • Hospitalización si es necesario. Se da en casos extremos, en los que, pese al tratamiento, el paciente no se recupera y su vida puede estar en peligro, ya sea por problemas cardíacos u otras razones.

Siempre será imprescindible el apoyo familiar y del entorno, para ayudar a la persona a corregir sus hábitos y apoyarla en este camino a la recuperación.

Hay un alto índice de pacientes con anorexia que se curan totalmente.

Bulimia

Para detectar si una persona tiene bulimia al especialista comenzará analizando el cuadro clínico del paciente. Para ello se guiará por una entrevista diagnostica de toma de contacto, y continuará teniendo en cuenta si la persona presenta estas características

  • Alteración en las pruebas analíticas de sangre, que se refleja sobre todo en la alteración de los electrolitos, como son el calcio, potasio o sodio.
  • Alteraciones intestinales. Estreñimiento.
  • Caries, pérdida de esmalte y gingivitis.
  • Callosidad en la mano debido a inducirse el vómito
  • Aumento del tamaño de las glándulas parótidas o salivales. Están situadas delante de las orejas.

El diagnostico se realiza teniendo en cuenta los requisitos del Manual Diagnostico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) donde se recoge que una persona tiene bulimia si consume sin control alimentos y luego vomita, toma laxantes o realiza mucho ejercicio para compensar esa sobrealimentación, al menos 2 veces a la semana, y por un mínimo de 3 meses.

¿Qué tratamiento se realiza?

A diferencia de la anorexia, la bulimia es más difícil de detectar en un primer estadio, porque el paciente a veces no tiene alteraciones de peso, pero si son ellos mismos quiénes en un momento de la enfermedad deciden pedir ayuda médica.

Habrá mayor posibilidad de recuperación si el paciente esta predispuesto a realizar un tratamiento y seguir las orientaciones de los especialistas.

El tratamiento esencial para la bulimia es la terapia cognitiva conductual. Consiste en modificar la visión que la persona tiene de sí misma y de su imagen, se le reeduca en hábitos saludables de nutrición y se le apoya para que vea el efecto negativo que la enfermedad puede provocar en su salud y sus relaciones con los demás.

Tratamientos

  • Terapia cognitiva conductual. Con terapias que modifiquen hábitos y comportamiento convulsivo respecto a la comida.
  • Terapia farmacológica. Con antidepresivos, que regulen la ansiedad y depresión del paciente.
  • Tratamiento nutricionista. Tanto para implementar una dieta saludable, como para restaurar su metabolismo.

Consejos de prevención

Aunque los especialistas no puedan darnos una fórmula exitosa 100% que prevenga la aparición de estas enfermedades mentales relacionadas con la alimentación, si podemos detectar tres frentes desde los que combatir la aparición o desarrollo de estas

  • Prevención inicial, que nosotros llamaremos Prevención Nivel 1: prevenir que aparezca el trastorno, una acción que hay que realizar desde el ámbito educativo, social y familiar.
  • Prevención secundaria, Prevención Nivel 2. Establecer detectores que hagan saltar las alarmas ante los síntomas de forma rápida. Conocer qué características tienen las personas que padecen un trastorno alimentario y poder prestarles ayuda cuanto antes. El diagnóstico precoz es importante para evitar males mayores y la cronicidad de la enfermedad.
  • Prevención terciaria, Prevención Nivel 3. Si el trastorno ya ha aparecido, hay que intentar reducir su impacto en el paciente y sobre todo realizar un tratamiento y seguimiento para evitar recaídas. Es el camino a la recuperación.

Cómo actuar en cada paso a la prevención

Prevención Nivel 1

Realmente la prevención inicial para evitar que la enfermedad aparezca, es un trabajo en el que han de cooperar muchos ámbitos, y trabajar con medidas, programas, información…

Adjuntamos aquí algunas medidas que sería oportuno tomar para evitar roles que puedan afectar a las personas predispuestas a sufrir una enfermedad asociada a su conducta alimentaria

  • Desde los colegios y centros educativos es prioritario informar y formar a los jóvenes sobre estas enfermedades. La información sobre sus consecuencias puede ser una buena forma de prevención.
  • En segundo lugar, desde colegios y centros también deben trabajar contra el bullying. Muchas veces el acoso e insultos que reciben los escolares hacen que baje su autoestima y puedan estar expuestos a sufrir esta alteración en su conducta.
  • Información y visualización de la enfermedad y de roles de vida saludables desde los medios de comunicación.
  • Desde centros de salud: con información sobre hábitos de vida y nutrición saludables
  • Desde la familia: evitando castigos que pongan en juego la comida o informándoles sobre estas enfermedades, para que puedan prevenirlas y reconocerlas. Ellos servirán de ejemplo y refuerzo para sus hijos.

Prevención Nivel 2

En este tipo de prevención la persona finalmente ha comenzado a tener trastornos alimentarios. Está en la mano de sus conocidos, familiares y amigos el poder detectar señales de alarma.

No se trata de fijarse en una o dos características. Una persona que se da un atracón en una fiesta o evento especial, no pude considerarse bulímico.

Habrá que observar la actuación de esa persona cada día, cómo se comporta ante las comidas, si está obsesionada con su imagen, si nunca se ve bien con nada y la percepción que tiene de su cuerpo está distorsionada.

Será el momento de hablar con ella o él y acompañarle amablemente a solicitar ayuda de los especialistas.

Prevención Nivel 3

Este tipo de prevención terciaria corresponderá a los especialistas que tratan al paciente.

Su fin es poder curar a esa persona, hacer que cumpla su tratamiento y evitar sus recaídas.

Programas de Prevención

También existen programas de prevención que organizan y desarrollan asociaciones como ADANER (Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia).

En el año 2000 comenzaron sus programas de prevención de trastornos de conducta alimentaria, un programa que se realizó junto a la Mesa de Prevención del Hospital Niño Jesús.

El programa tiene como objetivo concienciar a profesores y familias, junto a alumnos e hijos, jóvenes y adolescentes, en su fomento de los hábitos saludables.

En el programa se usan las tres formas de prevención que hemos destacado en esta sección

  • Prevención primaria. Informando de hábitos saludables, ejercicio y fomento de la autoestima
  • Prevención secundaria. Informar para que los alumnos sepan detectar los síntomas en compañeros y puedan apoyarle para que busque ayuda
  • Prevención Terciaria. Los terapeutas y especialistas tratan al paciente, pero los amigos y compañeros deben seguir actuando como tales, y apoyar a la persona en sus tratamientos.

Los profesores y familia también son parte esencial en el apoyo y concienciación. La asociación ofrece talleres para alumnos y padres y profesores para poder tratar este apoyo y orientación que faciliten la prevención. Más información  http://adaner.org/anorexia-y-bulimia/prevencion/

Envejecimiento saludable

El envejecimiento es un proceso dinámico que requiere de unos hábitos de vida saludables, que no debemos olvidar al hacernos mayores.

En este proceso coexisten factores que no podemos controlar (como nuestra herencia genética) y otros que sí podemos controlar (la lucha contra el sedentarismo, una dieta saludable, no abusar de tóxicos como el alcohol o el tabaco, etc.). En controlar esos factores está la clave para un envejecimiento saludable.

La alimentación y una dieta saludable son la base para un envejecimiento equilibrado. Y es que hace unos años la Sociedad de Médicos de Residencias afirmaba que en esta etapa existe también otro tipo de anorexia, la anorexia senil, que se da en personas mayores que no quieren comer “porque no tienen ganas”. En estos casos las causas son también sociales, psicológicas e incluso fisiológicas.

Sobre todo, llegan a ese punto por depresión y tristeza. Y no hay que confundir con la anorexia de envejecimiento, en la que la persona cambia su forma de comer, ya que tiene menor necesidad energética al hacer menos esfuerzo y actividad física.

Causas de la anorexia en los mayores

  • Depresión, tristeza
  • Menor apetito debido a la menor actividad física
  • Incapacidad para poder hacer la compra
  • Alteraciones en el gusto y olfato
  • Infecciones dentales
  • Enfermedades mentales o neurodegenerativas

En las personas mayores aumenta el riesgo cuando padecen anorexia, ya que pierde masa muscular, y tendrá mayor riesgo de contraer infecciones y caerse y provocar una lesión.

La solución puede ser dar apoyo a esas personas mayores, luchar contra la soledad, hacer los platos más apetecibles, preparar comidas que sean más fáciles de masticar, mantener la actividad física, entre otras medidas.

 

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

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Contactos de interés

 

¿Puede la anorexia o bulimia dar lugar a una discapacidad?

El que estas enfermedades o trastornos de conducta sean considerados o no discapacitantes dependerá de cómo afecten a la persona que lo sufre.

La anorexia puede ser calificada como Invalidez Permanente Total cuando la persona ha sido contratada en su trabajo por su imagen y precisa para su empleo seguir unos estándares de delgadez como requisito imprescindible. Esa invalidez puede ser revisable si hay mejoría.

En general, se considerará discapacidad si los especialistas e informes médicos presentados en el tribunal médico atesoran la dificultad de la persona para poder desarrollar una vida normal debido a este trastorno, así como la serie de patologías o secuelas asociadas a la enfermedad que pueda padecer el paciente.

Asimismo, en ciertos casos, cuando el trastorno de conducta alimentaria ha pasado ciertos límites, y la persona no puede controlarse por sí misma ni mejora con tratamientos, puede ser necesario hospitalizarla. La hospitalización puede ser voluntaria o involuntaria.

En estos casos cuando la persona precisa hospitalización, y no da su permiso, es necesario incapacitarla. Según el artículo 200 del Código Civil, se incapacita a una persona si existen causas persistentes que le afectan física o psíquicamente de tal forma impidiéndole controlar sus actos y desarrollar una vida normal.

La asociación ADANER explica en este enlace más sobre este tema y o frece asesoría jurídica en esos casos.

¿En qué se diferencia la anorexia de la bulimia?

En la anorexia la persona deja de comer adecuadamente, comiendo muy poco o nada, y haciendo ejercicio excesivo, para poder perder peso.

Se seguirán viendo gordos, aunque ya estén muy por debajo de su peso.

En la bulimia la persona se da atracones puntuales, donde ingiere gran cantidad de comida en poco tiempo, y después, tiene un sentimiento de culpa, que le obliga a vomitar, o buscar otras medidas compensatorias como tomar laxantes o hacer mucho ejercicio.

La segunda es más difícil de detectar porque a veces la persona no altera su peso original.

¿Cómo saber si tengo un peso adecuado?

Para saber si nuestro peso es el ideal debido a nuestra edad, estatura y sexo, hay ciertos índices para valorarlo.

Se suele usar el índice de masa corporal, que relaciona peso y estatura, pero los expertos no confían en él, ya que no tiene en cuenta la densidad ósea y la masa muscular y grasa del individuo.

Tampoco es bueno decidir si nuestro peso es correcto o no comparándonos con otra persona, ya que la constitución de cada uno puede ser diferente.

Por eso, hay una segunda herramienta, que es medir la índice cintura cadera.

Otra forma de medir el peso es con la plicometría. Determina el tanto por ciento de grasa en el cuerpo.

Existen a su vez lo que se conoce como analizador de composición corporal que mide la composición del cuerpo en general.

Ante dudas sobre el peso y si es correcto para nosotros lo mejor es acudir al médico para que él mismo pueda valorar si estamos dentro un peso saludable o no.

¿Los trastornos de conducta alimentaria se curan?

Sí, tienen un alto porcentaje de curación, siempre con tratamiento y seguimiento por parte de los especialistas. Ante un posible trastorno alimentario contacte con su médico de cabecera y/o las asociaciones dedicadas a este tipo de conductas  y le orientarán al respecto.

¿Este tipo de trastornos se producen de forma muy común en la población?
Este tipo de trastornos son más comunes de lo que la gente cree. Al menos 5 de cada 100 mujeres jóvenes pueden presentar síntomas de anorexia, aunque el cuadro completo y el desarrollo de la enfermedad solo pueden cuantificarse entre el 3 al 10 de cada mil.

Asimismo, se da más en población femenina que masculina.

¿Cómo detectar si alguien padece un trastorno alimentario?

Hay una serie de síntomas o señales de alerta que nos pondrán sobre la pista de que un amigo o familiar puede estar sufriendo un trastorno alimentario.

El más destacado es la pérdida de peso sin motivo, aunque este afectará a los casos de anorexia, ya que con la bulimia no siempre es determinante, porque el peso puede no variar.

Asimismo, sobre todo se notarán ciertos hábitos y pensamientos relacionados con las comidas y su imagen, en la anorexia serán los siguientes

  • Preferirá no comer junto a otras personas
  • Tendrá una obsesión extrema por su imagen, su peso y su apariencia
  • Comerá poco y contando las calorías que se ingieren
  • Puede realizar deporte en exceso
  • Alto consumo de productos dietéticos

En los casos de bulimia se puede observar

  • Visitas al baño tras las comidas
  • Restos de comida en su habitación
  • Cambios en el peso
  • Uso de laxantes o pastillas adelgazantes
  • Mareos, dificultad para concentrase
  • Tendencia al aislamiento

En ambos casos se tiende a admirar a las personas muy delgadas. Asimismo, estas personas no están contentas con su físico y suelen presentar baja autoestima.

¿Puede estar la pérdida de peso asociada a otro problema, quizá hormonal o endocrino?

Para descartar que la pérdida de peso este debida a otra dolencia el especialista se entrevista con el paciente. En esa entrevista le realiza diversos test y cuestionarios donde se valoran la situación del paciente y se observan sus hábitos alimenticios.

¿Existen otras patologías relacionadas con trastornos alimentarios?

Sí, existen otras patologías o trastornos de conducta alimentaria, aquí podemos encontrar algunos casos

  • Ortorexia. La persona solo come alimentos sanos y frecuentemente crudos.
  • Vigorexia. La persona altera su dieta para aumentar su masa muscular. También ve su figura distorsionada, nunca se verá suficiente musculada.
  • Hiperfagia. Cuando una persona deprimida o triste solo encuentra consuelo en la comida.
  • Sito fobia, enfermedad mental que se define como fobia a los alimentos.
  • Hipertiroidismo. Con esta enfermedad se tiende a aumentar de peso.

 

  • Bullying. Acoso, que puede ser físico o psicológico, que sucede en el ámbito escolar.
  • Cognitiva (en relación a una terapia). En este caso se refiere a la terapia cognitiva conductual. Se trata de una terapia en la que se intenta saber lo que piensa una persona sobre ella misma, sobre su entorno y sobre otras personas. El adjetivo cognitivo quiere decir “del conocimiento”, en este caso, conocer cómo piensa alguien y cómo actúa. Asimismo en esta terapia además de conocer lo que piensa sobre el mundo también se estudia cómo le afectan esas situaciones a nivel personal. La terapia irá encaminada a controlar su conducta y buscar una resolución de los problemas con pensamiento positivo.
  • Disfonía. Se trata de una alteración en las cuerdas vocales. Puede provocar afonía u otras alteraciones al emitir sonidos (ronquera, etc.)
  • Electrolitos. La sangre tiene diferentes sustancias químicas para regular las funciones del organismo. Entre estas sustancias están los electrolitos. Los electrolitos regulan las funciones nerviosas y de los músculos del cuerpo.
  • Hiperfagia. Aumento en exceso de las ganas de comer.
  • Ortorexia. Se denomina así al trastorno por cuidar en exceso la ingesta de comida sana.
  • Plicometría. Sirve para medir el peso de una persona a través de los niveles de grasa que presenta en cada punto de su cuerpo.
  • Vigorexia. Obsesión por tener un cuerpo excesivamente musculado. También se conoce como diformia muscular.