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El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) es aquel que se genera después de haber vivido un suceso o incidente altamente peligroso o de gran impacto para nuestra salud mental.

A menudo, tras una vivencia especialmente traumática la persona queda en estado de shock. Esa emoción intensa, esa impresión aterradora o impactante, puede provocar un trauma, de ahí el nombre que se da a este trastorno.

Desde el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIH) afirman que tras vivir un acontecimiento altamente traumático las personas pueden generar reacciones muy diversas.

Muchas personas irán superando ese trauma y volviendo a emprender su vida con normalidad, pero otras, pueden continuar sintiendo emociones y sentimientos que les hacen revivir ese hecho traumático (recuerdos intrusivos o reviviscencia), además de otros síntomas. Este último grupo podría ser diagnosticado con TEPT.

¿Quién puede tener predisposición a desarrollar este trastorno?

Realmente no hay un perfil concreto que tenga más tendencia a desarrollar esta alteración, según el NIH.

Todas las personas pueden desarrollarlo en algún momento de su vida.

Desde el NIH explican que es un trastorno que se suele generar en personas que han estado en el campo de combate (veteranos de guerra), pero también cualquiera que haya podido estar expuestos a incidentes violentos, agresiones, accidentes o incluso catástrofes. En general, cualquier suceso importante y negativo, también por ejemplo el fallecimiento inesperado de un familiar o una enfermedad grave en una persona cercana y querida puede generar el TEPT.

A veces incluso, no es la propia persona que está desarrollando el trastorno la que ha vivido ese suceso, sino alguien cercano, pero aun así desarrolla ese estrés, ese temor, respecto al incidente.

Aunque la doctora en psicología clínica, Elena de Iracheta RuizElena de Iracheta Ruiz, experta perteneciente a la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional y miembro de Top Doctors, incide en que “cuanto más traumático sea el suceso al que se ha enfrentado la persona (riesgo o amenaza de muerte), mayor riesgo hay de padecer este trastorno de estrés postraumático”.

El que se pueda desarrollar el trastorno o no, dependerá de muchos factores, incluso algunos de ellos ya podrían estar presentes en el sujeto en riesgo de desarrollar TEPT. Si una persona ha tenido traumas infantiles no resueltos, puede tener mayor predisposición a desarrollar el trastorno tras un evento altamente desagradable.

Causas

La doctora Elena de Iracheta, profesora y psicóloga clínica, afirma que las causas son múltiples. Pero especifica que “en general este trastorno aparece cuando la persona sufre un evento traumático, que “rompe” con su estabilidad mental, provocando miedo, horror o impotencia por el suceso ocurrido”.

La buena noticia, es que, según nos explica la propia doctora, es un trastorno que “se puede curar, cuanto antes acuda la persona que lo ha sufrido a un profesional, mejor pronóstico tiene”.

Expertos médicos pertenecientes al Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos ha realizado una publicación donde explican en profundidad qué es el trastorno de estrés postraumático para ayudar a las personas a entender mejor la patología y cómo se manifiesta.

Ellos mismos identifican una serie de causas, diversas como exponía la doctora de Iracheta. Esas causas pueden situar a la persona como protagonista de un incidente alarmante o aterrador, pero también puede ser que la persona sea mero espectador, pero aún así, es suficiente para desarrollar TEPT. Las causas más destacadas que se citan son las siguientes:

  • Víctima o espectador de un acto de violencia.
  • Haber estado presente en una guerra o contienda bélica.
  • Sufrir o presenciar accidentes de transportes.
  • Vivir contingencias climatológicas o medioambientales.
  • Presenciar o ser víctima de un robo o intento de homicidio.
  • Vivir la muerte o enfermedad grave de alguien cercano.

Aquí solo se detallan algunas causas, pero el abanico es muy extenso, tanto como personas susceptibles de vivir una mala experiencia, pueda haber en el mundo.

Síntomas

Estos incidentes provocan que la persona pueda comenzar a sentir ciertos síntomas, que no desaparecen, aunque pase el tiempo.

No hay un momento preciso en el que se comienzan a sentir, hay personas en las que aparecen en el momento de vivir o presenciar el suceso traumático, y en otras ya pasado el tiempo. Lo más común es que aparezcan en los tres meses siguientes al suceso. La doctora de Iracheta explica que el trastorno puede aparecer incluso años después de haber sufrido ese trauma o experiencia. “Puede suceder, cuando la persona no ha acudido en el momento adecuado después del episodio. Cuando ante un estímulo, una imagen, un sonido, hace que la persona “active” su recuerdo y comience a sufrir un malestar intenso”, afirma.

Tampoco hay una edad concreta, ya que pueden aparecer a cualquier edad.

La psicóloga Elena de Iracheta expone que existen una serie de señales que pueden hacer pensar en que una persona tiene TEPT. “Los síntomas más frecuentes después de haber sufrido un evento traumático sin: episodios de recuerdo constante del suceso, insomnio, decaimiento de ánimo, angustia, pensamientos intrusivos, evitación de todos los temas relacionados con el suceso, pérdida de memoria, irritabilidad, crisis de enojo, hipervigilancia, problemas de concentración…”, detalla.

Según el vídeo "Estrés agudo y trastorno PTSD (Parte 1)", realizado y difundido por PAHO TV (Organización Panamericana de Salud - OMS) donde se evalúa y ofrece información para el manejo de una persona con síntomas de estar agudamente estresada y desarrolla PTSD (Trastorno de estrés post traumático), pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Pesadillas y dificultad para dormir.
  • Malestar general, inquietud.
  • Incapacidad para hacer una vida normal.
  • Evitación de lugares, situaciones u objetos que recuerdan el incidente.
  • Palpitaciones y temblores al recordar ese momento.
  • Tensión, sensación de estar en guardia todo el día, alerta, pensando que está en peligro.
  • Alteración del ánimo, tristes, deprimidas, irascibles, sin disfrutar de las aficiones que antes le gustaban.
  • Sin energía, cansado.

Los expertos y profesionales coinciden en destacar dos de estos síntomas, ya que suelen aparecer de forma más común en personas con TEPT. Son el hecho de tener pensamientos intrusivos sobre ese momento o incidente y querer evitar a toda costa todo lo que nos recuerda esa situación.

Pese al paso del tiempo, la persona sigue presentando esos síntomas. Para considerar que se trata de este trastorno los síntomas han de durar más de un mes y deben interferir en la normalidad de la vida de esa persona, sus relaciones interpersonales, su vida laboral, etc. La persona referirá principalmente una sensación de culpabilidad, tristeza y soledad, y a veces también afirma sentirse en peligro.

Cada persona puede desarrollar unos u otros síntomas y debe ser evaluado para recibir un diagnóstico y no demorar el tratamiento.

En concreto, según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, los niños pueden presentar otra serie de síntomas: aislamiento, comportamiento no adecuado a su edad, sino de edades inferiores, dolores de cabeza y/o estómago, negarse a hablar o incluso no querer ir a ciertos lugares ni jugar con otros niños.

El especialista será quien pueda determinar qué le sucede.

Sobre los sentimientos intrusivos, principal síntoma detectado en estos pacientes es importante destacar, que pueden aparecer de diversas formas. Bien como recuerdos de ese incidente que vuelve a la memoria y hacen revivir el suceso, o bien como sueños que se repiten, y donde también aparece el evento ocurrido.

Estos recuerdos se acompañan de síntomas tanto físicos, palpitaciones, sudores, y también psíquicos como sensación de malestar y angustia.

El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos destaca también que el paciente con TEPT evita tanto los lugares u objetos que pueden recordarle el suceso, como también el propio hecho de tener esos pensamientos.

¿Cómo puede afectar a su vida? Este síntoma de evasión puede llegar a cambiar mucho las rutinas de esa persona, ya que le obligará a buscar nuevos caminos para ir a un lugar, aunque tarde más, o le mantendrá indispuesto si algo le recuerda ese tema.

Prevalencia

En Estados Unidos cuentan con el Centro Nacional para el Trastorno por Estrés Postraumático.

Este centro desarrolla un programa del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos. Los datos que tienen al respecto es que aproximadamente 7 u 8 de cada 100 personas experimentarán este trastorno en algún momento de su vida.

En cuanto a género, las estadísticas muestran que las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollarlo. Puede que se deba a ciertos aspectos como la genética, que hacen que puedan ser más susceptibles a presentar este trastorno.

La psicóloga Elena de Iracheta afirma que “La prevalencia en población general es aproximadamente del 3,9 % y un 5,6 % entre los expuestos a algún trauma”.

Tratamiento

Los especialistas que pueden diagnosticar y tratar el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), son psiquiatras y psicólogos especializados en esta alteración de la salud mental.

La especialista Elena de Iracheta Ruiz, psicóloga clínica experta en psicología de la reproducción asistida, psicología de urgencias, y psicooncología, afirma que se debe acudir al especialista “cuando los síntomas descritos anteriormente impiden a la persona poder desarrollar una vida normal, familiar y laboral”.

Los profesionales de salud mental especializados en este trastorno tendrán en cuenta una serie de factores a la hora de evaluar al paciente:

  • ¿Cuál es el hecho al que ha estado expuesto el paciente?
  • ¿Cómo se manifiestan los síntomas de intrusión en relación con el trauma?
  • ¿Evita los lugares, hechos u objetos que le recuerdan al incidente?
  • ¿El paciente refiere cambios en su estado de ánimo o forma de comportarse?
  • ¿Hay presencia de ansiedad manifestada como estado de alerta constante?
  • ¿Se ha visto afectada su calidad de sueño?

El especialista ha de determinar cómo se presentan estos síntomas y factores en la vida del paciente y cuál es su intensidad y duración.

Si estas sensaciones y sentimientos se manifiestan durante un largo periodo de tiempo, además está afectando a otras áreas de su vida (personal, trabajo…), el psiquiatra o psicólogo pautará un tratamiento para comenzar a controlar el trastorno.

Asimismo, en la evaluación clínica se consulta al paciente para saber si toma fármacos o sustancias tóxicas que puedan estar provocando esos síntomas. Si el paciente niega cualquier ingesta de medicinas u otras sustancias, y no existe otra patología, el diagnóstico está definido: TEPT.

Tratamiento

La doctora de Iracheta explica que “la terapia más efectiva para este trastorno es la terapia cognitivo-conductual, y sobre todo el EMDR (Terapia de reprocesamiento y Desensibilización por movimientos oculares), que ayuda y trata en los procesos de traumas psicológicos de manera natural”.

Los tratamientos más habituales pautados por los especialistas en salud mental y expertos en TEPT son:

  • Psicoterapia. Consiste en dialogar con el terapeuta. El fin es poder hablar de las emociones y aprender a controlarlas y cambiarlas. Dentro de este tipo de terapia existen varios modelos. La más habitual es la cognitiva conductual que busca reorientar la conducta y puede incluir ejercicios de exposición al suceso que provoca temor en el paciente, o la “reestructuración cognitiva”, a través de la cual se trata de entender de forma real y objetiva cómo sucedió el hecho traumático.
  • Fármacos. Entre los medicamentos pautados se pueden encontrar antidepresivos para reducir la tristeza o preocupación, y también otros fármacos que buscan reducir el resto de los síntomas como la alteración del sueño.

En ocasiones se combina la psicoterapia y los fármacos, aunque dependerá del especialista, las características del TEPT, y la fórmula que se acuerde con el paciente para su mejor recuperación.

Las personas con TEPT también pueden desarrollar otras patologías como ataques de pánico, depresión, adicciones o pensamientos suicidas, por eso, es vital acudir a un profesional para buscar ayuda.

También se recomienda seguir unos hábitos de vida saludables y que no se tomen ni drogas ni alcohol, ya pueden empeorar el trastorno, según afirman desde el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Los Estados Unidos.

Lo más importante a tener en cuenta por las personas con TEPT es que sepan que no están solos, que pueden solicitar ayuda, tener apoyo y tratamiento para mejorar y superar este trastorno.

Asimismo, este centro de salud, que cuenta con el apoyo de especialistas, expertos e investigadores en este trastorno, afirman que existen ciertos factores de resiliencia que pueden ayudar a las personas con TEPT a sentirse mejor:

  1. Es importante no aislarse. Apoyarse en la familia, amigos o grupos de apoyo
  2. Aceptar y afrontar positivamente su respuesta ante el incidente traumático
  3. Poder prepararse y responder a otros incidentes que puedan suceder en el futuro

Consejos de atención a personas con TEPT

Según el vídeo "Estrés agudo y trastorno PTSD (Parte 1)", realizado y difundido por PAHO TV donde se evalúa y ofrece información para el manejo de una persona con síntomas de estar agudamente estresada y desarrolla PTSD (Trastorno de estrés post traumático), hay una serie de recomendaciones de apoyo y ayuda a seguir desde el primer momento tras ese incidente traumático.

El vídeo ha sido financiado y preparado por International Medical Corps (IMC) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un vídeo de capacitación sobre el módulo de estrés de la Guía de Intervención mhGAP de la OMS para el tratamiento y apoyo a personas que han sufrido un suceso traumático y pueden tener TEPT.

Tras un incidente traumático recomiendan realizar una serie de primeros auxilios psicológicos que consisten en:

  • Escuchar a la persona.
  • Atender a la persona.
  • Averiguar preocupaciones y necesidades de la persona.
  • Ofrecer ayuda y protección ante daños futuros, saber si necesita hablar con alguien, con su familia, con atención social, si tiene un lugar donde pasar la noche, etc.

La persona que ha sufrido un incidente traumático puede experimentar síntomas como palpitaciones y temblor en el cuerpo, también angustia o miedo, e incluso estar más sensible. Normalmente esas sensaciones desaparecen en unos días o semanas. Hay personas que en cambio no tienen esas reacciones y otras que pueden continuar con ellas pasado el tiempo. Si los síntomas persisten más de un mes, puede haberse desarrollado el TEPT.

En este vídeo de recomendaciones afirman que es importante realizar un ejercicio de psicoeducación donde interactúa el profesional médico con la persona que ha tenido el episodio traumático y así poder atender posibles síntomas de estrés agudo que presente.

Los especialistas y profesionales sanitarios siempre aconsejan que las personas no tomen ningún tipo de fármaco sin supervisión. Si pasado un tiempo prudencial siguen teniendo síntomas y malestar debido al incidente deben solicitar ayuda profesional.

A su vez, siempre aconsejan apoyarse en familiares y amigos.

Es primordial que el profesional pueda detectar e identificar los síntomas y saber cómo el paciente puede afrontar y superar ese incidente traumático, y con qué apoyos cuenta (hobbies, actividades relajantes, estar con la familia o amigos, etc.).

Es importante explicar al paciente en qué consiste el trastorno para que conozca mejor la patología y cómo puede desarrollarse, y a la vez, curarse.

Pueden pasar semanas hasta que la persona comience a estar mejor. Los profesionales recomiendan que poco a poco intente volver a su vida normal. Hacer las cosas que solía hacer, ir a su trabajo, etc.

Consejos que pueden dar al paciente con TEPT:

  • Socializar y compartir con los allegados sus sentimientos y qué pasó en ese incidente que le está produciendo este estrés. Solo si la persona está preparada para contarlo y revivirlo.
  • Realizar actividades que le relajen y aminoren la tensión.
  • Es importante estar activo, seguir unas rutinas de sueño y no dormir demasiado, evitar estar sedentario, ni tomar drogas, alcohol o fármacos por su cuenta.
  • Si comienza a tener pensamientos suicidas debe pedir ayuda.

Los medicamentos pueden no ser necesarios. Hay otros tratamientos como las técnicas de relajación (ejercicios respiratorios) y ejercicios que relajen la tensión muscular.

A veces es necesario derivar al paciente a:

  • Terapia cognitiva conductual
  • Reprocesamiento y desensibilización a través del movimiento ocular.
  • Manejo de la ira si es necesario.

Normalmente el especialista valora si la persona puede ir avanzando y volviendo a su vida normal y dejando atrás el TEPT sin tomar medicinas.

Según mhGAP en su vídeo difundido por la PAHO TV explican que los antidepresivos no parecen mejorar mucho la sintomatología de las personas con TEPT. En niños está contraindicado usarlos.

Consejos de prevención

¿Se puede prevenir el trastorno por estrés postraumático?

“El TEP no tiene por qué desarrollarse, si la persona acude a un especialista lo más cercano posible en el tiempo al evento traumático. Quizá con unas simples pautas y consejos, la persona no desarrolle ningún trastorno”, explica la psicóloga, miembro de TopDoctors, Elena de Iracheta.

Muchos son los especialistas y expertos que trabajan en la prevención del trastorno y estudian y fomentan el trabajo para evitar el desarrollo de la patología en personas que puedan estar en riesgo o ante situaciones delicadas como, por ejemplo, catástrofes, crisis o emergencias.

Es materia en algunos cursos de formación y máster de Psicología donde se busca identificar situaciones de riesgo con el fin de poder prevenir que posibles psicopatologías puedan cronificarse como es el caso del TEPT.

Ante un incidente o situación crítica las personas reaccionan de diversas formas, por eso, en muchas ocasiones, incluso ante catástrofes como accidentes o desastres naturales, ya se habilitan equipos de psicólogos que puedan atender a supervivientes o familias, y así prevenir el desarrollo del trastorno.

Aprender a comunicar, a entender las reacciones y emociones del paciente ante hechos traumáticos, y, sobre todo, abordar la situación con la terapia adecuada, son vitales para reducir el impacto y el desarrollo de trastornos más severos.

Envejecimiento saludable

La doctora Elena de Iracheta nos explica que “este trastorno puede aparecer a cualquier edad”, ya que la aparición del trastorno no depende de la edad, sino del evento que ha tenido que vivir esa persona.

Desde el Departamento de Veteranos de Estados Unidos explican que a veces el TEPT puede aparecer en veteranos de guerra cuando se retiran o dejan de estar ocupados.

A veces hay noticias que les hacen recordar esas vivencias de guerra y hace despertar ese malestar.

Su consejo es afrontar con ayuda psicológica los síntomas que puedan aparecer derivados del trastorno. Pero nunca con alcohol u otras sustancias.

La Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG) y la Asociación Gerontológica Argentina (AGA) difunde en su web un estudio sobre “El trastorno por estrés postraumático en la vejez”. En el mismo se analiza un caso clínico y se muestran estadísticas, como que el TEPT aparece al menos en un 3,7 por ciento de adultos mayores.

En esta etapa se reducen algunos de los síntomas típicos y persisten síntomas de tipo somático, junto a depresión o ansiedad, además de patologías físicas, y se incrementan los trastornos de memoria.

El síntoma que consiste en evitar situaciones o hechos que recuerdan el incidente que desarrolló el trauma también persiste.

Como a cualquier edad, es importante seguir un tratamiento y contar con el apoyo de profesionales médicos especialistas en TEPT.

Apoyarse en amigos, conocidos o familia también puede servir para avanzar y no anclarse en el trauma.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés (enlaces externos abren en ventana nueva)

¿Qué es el trastorno de estrés postraumático?

El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) es aquel que se genera después de haber vivido un suceso o incidente altamente peligroso o de gran impacto para nuestra salud mental.

¿Se puede prevenir?

“El TEP no tiene por qué desarrollarse, si la persona acude a un especialista lo más cercano posible en el tiempo al evento traumático. Quizá con unas simples pautas y consejos, la persona no desarrolle ningún trastorno”, explica la psicóloga, miembro de TopDoctors, Elena de Iracheta.

¿Se puede curar?

Pedir ayuda y seguir un tratamiento adecuado pueden ayudar a revertir la situación y superar el trastorno.

La doctora especialista en psicología, Elena de Iracheta, afirma que “se puede curar, cuanto antes acuda la persona que lo ha sufrido a un profesional, mejor pronóstico tiene”.

¿Qué tratamiento se recomienda a las personas con este tipo de alteración?

Los tratamientos más habituales pautados por los especialistas en salud mental y expertos en TEPT son:

  • Psicoterapia. Consiste en dialogar con el terapeuta. El fin es poder hablar de las emociones y aprender a controlarlas y cambiarlas. Dentro de este tipo de terapia existen varios modelos. La más habitual es la cognitiva conductual que busca reorientar la conducta y puede incluir ejercicios de exposición al suceso que provoca temor en el paciente, o la “reestructuración cognitiva”, a través de la cual se trata de entender de forma real y objetiva cómo sucedió el hecho traumático.
  • Fármacos. Entre los medicamentos pautados se pueden encontrar antidepresivos para reducir la tristeza o preocupación, y también otros fármacos que buscan reducir el resto de los síntomas como la alteración del sueño.

¿Qué señales indican que una persona puede tener TEPT?

Pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Pesadillas y dificultad para dormir.
  • Malestar general, inquietud.
  • Incapacidad para hacer una vida normal.
  • Evitación de lugares, situaciones u objetos que recuerdan el incidente.
  • Palpitaciones y temblores al recordar ese momento.
  • Tensión, sensación de estar en guardia todo el día, alerta, pensando que está en peligro.
  • Alteración del ánimo, tristes, deprimidas, irascibles, sin disfrutar de las aficiones que antes le gustaban.
  • Sin energía, cansado.
  • Desensibilización (por movimientos oculares). Es una terapia para reorientar la conducta. Expone al paciente a estímulos (auditivos o kinestésicos) que le provocan ansiedad o que le hacen recordar un trauma para ir reduciendo su impacto y modificar ese recuerdo.
  • Kinestésico. Se basa en el movimiento y sensaciones del cuerpo.
  • Reviviscencia. Cuando se reviven o se recuerdan hechos traumáticos.
  • Shock. En este caso se refiere a estado de shock a nivel emocional. Se traduce en un bloqueo mental tras haber experimentado un hecho traumático.
  • Terapia de reprocesamiento (y desensibilización por movimientos oculares). Es el nombre completo de la terapia. Su meta es poder eliminar o reducir los efectos negativos que están provocando en el paciente un hecho traumático. El paciente moverá los ojos siguiendo los dedos del terapeuta y recordando el incidente. Se basa en que ciertos movimientos oculares reducen la ansiedad. Poco a poco, gracias a estímulos externos, el paciente irá controlando sus emociones.