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La esquizofrenia es una patología mental de carácter crónico y tipo psicótico.

Como en otras patologías es importante el diagnóstico precoz para dar tratamiento cuanto antes que pueda minimizar las características y alcance de esta alteración de la salud mental.

El primer paso es saber detectar los síntomas, el segundo que la persona con esquizofrenia o sus familiares reconozcan que algo está sucediendo y busquen atención médica.

Las personas con esquizofrenia deben seguir sus tratamientos y terapias pautadas por el profesional de salud mental, así podrán tener una vida normalizada y controlar los síntomas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay más de 21 millones de personas con esquizofrenia en el mundo.

La doctora Susana Avello, psiquiatra y miembro de Doctoralia, plataforma de profesionales sanitarios, afirma que es una patología relativamente frecuente que afecta a una de cada 100 personas.

Esta patología puede llegar a ser discapacitante y afectar al entorno laboral, social o formativo de quién desarrolla el trastorno.

La OMS afirma la mayor parte de las personas con esquizofrenia que no pueden acceder a sus tratamientos viven en países de renta media o baja. No poder acceder a esos servicios de salud mental es negativo, por eso la OMS tiene en marcha un Plan de acción sobre salud mental para conseguir dar apoyo a las personas que lo necesitan, y encauzar acciones sobre orientación y servicios allí donde son inexistentes.

Según los estudios aparece más en hombres que en mujeres y suele dar los primeros síntomas en la adolescencia.

Es importante conocer esta patología y difundir información sobre la misma para eliminar estigmas que hacen que en ocasiones se discrimine a las personas con esquizofrenia.

¿Cuáles son los síntomas?

La persona con esquizofrenia experimenta una serie de cambios en su pensamiento y conducta.

“Los primeros síntomas de la esquizofrenia pueden pasar desapercibidos por la familia y los amigos porque se manifiestan como cambios de humor, cambios en la personalidad, aislamiento social, problemas para concentrarse, dificultad para dormir o sensación de tensión interna. A medida que progresa la enfermedad los síntomas pasan a ser más intensos y extraños”, así explica la doctora Avello los inicios de la patología.

Los especialistas explican que existen diferentes tipos de síntomas. No siempre aparecen todos los síntomas a la vez ni se manifiestan por igual en todos los pacientes, ya que cada caso es diferente.

Hay dos grupos principales de síntomas, que los expertos dividen en:

  • Positivos: No son positivos porque sean buenos, sino porque son elementos que se añaden en la vida de esa persona, y que antes no existían. Son, por ejemplo, alucinaciones, delirios e incluso incapacidad para controlar su pensamiento.
    Los delirios aparecen cuando la persona tiene ideas extrañas, que no son no reales, como pensar que la gente le persigue o le mira.
    Por su parte, las alucinaciones aparecen a través de los sentidos de la persona con esquizofrenia. Tampoco están sucediendo en la realidad.
  • Negativos: Se llaman así porque restan en la persona. Se han eliminado características que antes tenía la persona como, por ejemplo, el interés por su trabajo o la formación, querer ver a su familia y amigos o preocuparse por su apariencia. Ahora esos sentimientos no existen, y la persona con esquizofrenia puede mostrar desesperanza, aislamiento social y dejadez.

Asimismo, los especialistas en psiquiatría afirman que se pueden dar otros síntomas, ya sean de tristeza, como depresión, ansiedad o nerviosismo, sentimiento de culpa o miedo, o euforia, en los que la persona puede incluso presentar delirios de grandeza o superioridad.

En ocasiones hay síntomas mixtos de tristeza y euforia, que hacen que la persona este más irritable.

Asociada a la esquizofrenia también aparece la falta de memoria, dificultad para concentrarse o aprender, y hasta incoherencia tanto en su pensamiento como incluso en sus acciones.

Los tratamientos ayudan a que la persona pueda controlar sus síntomas y evitar recaídas.

Desde la Asociación Española de Apoyo en Psicosis destacan la importancia de la atención temprana. De esta forma se puede disminuir y/o prevenir la posible severidad del trastorno antes de que se desarrolle.

¿Qué señales de alerta se pueden detectar para acudir al especialista?

Cualquiera de los síntomas que hemos especificado antes pueden ser señales de alerta.

Según nos explica Antonio Ramos, persona con esquizofrenia, que tras su recuperación y control de la patología ha estudiado en profundidad el tema, es importante reconocer los síntomas y señales. Ramos trabaja como usuario experto en la Red Sanamente fundación dedicada a la salud mental e indica que ser capaces de detectar los posibles pródromos o presagios sintomáticos que alertan de una recaída o episodio psicótico pueden ayudar a los pacientes a prevenirla.

“Pero detectarlos requiere experiencia y conocimiento de uno mismo. Ambas cosas no están presentes en un primer episodio de esquizofrenia”, explica, por eso es tan importante la difusión y conocimiento de la patología, para que tanto posibles pacientes como familiares puedan detectar que algo sucede y acudir al especialista.

“En mi caso, las señales de alerta de mi segunda recaída me permitieron alcanzar la recuperación de una forma mucho más rápida que en la primera recaída. Y con recuperación más rápida hablo de cinco o seis meses de diferencia, ¿qué valor puede dar una persona a esos cinco o seis meses de soledad y malestar psíquico?”, afirma Antonio, y está claro, que evitar esos meses de angustia y síntomas, es importante.

¿Qué causa la esquizofrenia?

Desde la OMS explican que no se ha encontrado un elemento único que desencadene la patología, sino que puede haber una suma de factores.

Entre sus causas principales figuran tanto una posible alteración genética como también la interacción con factores ambientales (infecciones, estrés, complicaciones durante el nacimiento…) y psicosociales (entorno laboral, educativo o familiar).

De esta forma, según los estudios aumenta la probabilidad de tener esquizofrenia si hay parientes cercanos con esta patología.

Además, las sustancias estupefacientes son un claro detonante en este tipo de trastorno de salud mental que estamos analizando.  Diversos estudios apuntas a diversas sustancias alucinógenas y también otros tipos de drogas como detonantes para el desarrollo de la patología.

La doctora Avello resume en cuatro puntos las posibles causas:

  • Historia familiar, es más probable desarrollar esquizofrenia si un familiar de primer orden padece la enfermedad.
  • Existen algunos genes cuya función está alterada por lo que la función del cerebro que depende de esa información no se realiza correctamente.
  • Algunas infecciones que sufre la madre embarazada durante los meses en que se está formando el cerebro o lesiones perinatales.
  • El abuso de drogas como el cannabis y las anfetaminas pueden favorecer su desarrollo.

Gracias a las investigaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se confirma que el abuso en el consumo de cannabis produce sin duda alteraciones en el sistema nervioso compatibles con la sintomatología de la esquizofrenia. Los efectos son mayores en los más jóvenes, ya que su organismo aún está en desarrollo.

Los estudios muestran que las personas con esquizofrenia presentan una alteración en los componentes químicos o biológicos de su cerebro, aunque no concretan a qué se debe, puede ser una interacción entre los factores antes señalados. Las personas con esta patología presentan en su cerebro alteraciones que afectan a neurotransmisores como la dopamina, que regula el placer y los estados de ánimo.

La psiquiatra Susana Avello explica que en el cerebro “ciertas partes producen cantidades excesivas de un neurotransmisor llamado dopamina, mientras que otras partes del cerebro tienen poca dopamina”. 

Esta alteración en la dopamina “puede desequilibrar los sentimientos y sensaciones”, si hay demasiada aparecen los síntomas positivos, explicados anteriormente, en cambio, si falta dopamina aparecen los síntomas negativos.

Tipos

Hay diversos tipos de esquizofrenia y es importante saber cuál es cuál, ya que cada una tiene unos síntomas específicos y también una evolución distinta.

La psiquiatra Susana Avello apunta que “los tipos de esquizofrenia vienen definidos por los síntomas que predominan en la manifestación clínica del paciente, pero también están presentes síntomas de otros subtipos”. Es decir, una persona tendrá unos síntomas más destacados y que se repiten más, pero también puede tener síntomas de otros tipos, con lo que se combinarían características de las clasificaciones.

De hecho, esta dificultad para su clasificación y su difícil especificidad ha hecho que se “hayan suprimido en la última clasificación americana de los trastornos mentales”, indica Avello. Esa clasificación servía hasta ahora como base para unificar criterios sobre diversos trastornos y para que los especialistas siguieran unas denominaciones comunes.

Avello afirma que en esta clasificación anteriormente se definían “los tipos: paranoide, hebefrénica, catatónica, simple, indiferenciada y residual”.

La categoría denominada simple se definía como un tipo donde los síntomas positivos estaban en segundo plano, y en cambio, los síntomas cognitivos y de afectividad, destacaban por encima del resto. No todos los especialistas clasifican igual los tipos, por este motivo, probablemente, la Asociación Americana de Psiquiatría decidió retirar la clasificación de su Manual DSM de trastornos mentales.

En la publicación “La esquizofrenia: de la incertidumbre a la esperanza. La esquizofrenia en la familia”, difundida por la Confederación Salud Mental España, detallan así los tipos de esquizofrenia:

  • Paranoide: Es la más habitual y destacan los delirios y la suspicacia por encima del resto de síntomas.
  • Hebefrénica: Destaca por los cambios en el estado de ánimo. También pueden aparecer ideas extrañas o delirios. En este tipo el paciente tiene de reírse sin motivo y siempre quiere llevar la razón.
  • Catatónica: Es menos habitual. Se define sobre todo por alteración en el sistema motor, ya sea porque el paciente permanece inmóvil o por el contrario extrañamente agitado. En este tipo el paciente obedece sin cuestionar lo que se le pide.
  • Indiferenciada: Este tipo sirve para diagnosticar a personas con esquizofrenia que realmente no se pueden encuadrar en ninguna de las anteriores.
  • Residual: Se llama así a la evolución de la patología en un paciente, donde la conducta, pensamiento o lenguaje han podido verse alterados con el paso del tiempo. Cuantas más crisis de esquizofrenia tenga una persona, es más probable que pueda derivar en esquizofrenia residual. Por eso los expertos y rehabilitadores trabajan para minimizar dichos episodios y evitar en la medida de lo posible el consiguiente deterioro del paciente.

Como decía la doctora Avello existen pacientes que comparten síntomas de cada tipo, en esos casos, en esta publicación lo denominan tipo mixto.

Al haber tal magnitud de síntomas y diferencias entre unos y otros pacientes, hay otros expertos y especialistas, como los que definen estas categorías en la plataforma Esquizofrenia 24x7. Ellos apuntan un tipo más: la esquizofrenia desorganizada, que podría corresponder con la hebefrénica.

En este tipo el paciente presenta desorganización en diversas facetas personales como su lenguaje, su conducta o sus emociones. También pueden presentar delirios, pero, que tampoco tienen organización sobre el tema o hecho en sí en torno al que giran dichos delirios.

Los especialistas tendrán que analizar cada caso y comprobar sus emociones, conducta, pensamientos, y así poder discernir de qué tipo se trata, para dar unas recomendaciones farmacológicas o terapías que puedan ayudar al paciente a controlar sus síntomas.

Tratamiento

Por lo general, cuando la familia o la propia persona comienza a detectar señales de una posible alteración de la salud mental acuden a su Médico de Atención Primaria.

Este profesional médico derivará a la persona al Centro de Salud Mental donde especialistas en psiquiatría puedan dar un diagnóstico y tratamiento adecuado a esa persona con esquizofrenia.

El primer paso tras el diagnóstico es el afrontamiento de la patología por parte del paciente. Una vez que entiende qué le está sucediendo es más fácil comenzar sus terapias y tratamientos, y siempre, subrayando que por mucha mejoría que experimente, debe continuar ese tratamiento para evitar recaídas.

El especialista, especializado en esquizofrenia, se encargará de ir siguiendo la evolución de la patología y si es necesario ir ajustando los fármacos al paciente en función de sus síntomas y respuesta al mismo.

Además, pueden apoyar esta recuperación el resto del equipo médico: psicólogos, enfermeros/as, trabajadores sociales, etc.

¿Cómo se produce este diagnóstico?

No existen unos protocolos o unas pruebas concretas que se puedan hacer al paciente para saber determinar si tiene esquizofrenia.

En ocasiones algunos especialistas programan resonancias o tomografías, pero tan solo para descartar otras patologías que puedan estar provocando los síntomas.

Por lo general, el especialista hará una entrevista al paciente y allegados para saber qué está sucediendo y que los ha llevado hasta su consulta.

La familia y el paciente le darán al psiquiatra toda la información detallada sobre la situación.

¿Qué ha cambiado en la vida del paciente? ¿Qué comportamientos y conductas definen en la actualidad a la persona con esquizofrenia? ¿Qué síntomas son los más destacados? ¿Cada cuánto se producen o cuál ha sido la duración de estos? ¿Existen antecedentes familiares de esquizofrenia en la familia? ¿El paciente tomaba drogas? ¿Ha habido sucesos especialmente estresantes para él?

Contestando de forma clara y sincera a estas y otras cuestiones que haga el psiquiatra se podrá determinar mejor qué le pasa a esta persona y cómo afrontar el tratamiento.

El tratamiento farmacológico, los grupos de autoayuda, el apoyo familiar y el de su especialista son vitales para conseguir la recuperación.

¿Qué hacen los tratamientos?

Los tratamientos van a ir encaminados a controlar los síntomas y prevenir recaídas.

El papel de centros y asociaciones son importantes para apoyar esa recuperación, por ejemplo, participando en los grupos de autoayuda.

Allí los pacientes pueden conocer a otras personas con su misma patología y compartir sentimientos y experiencias.

La rehabilitación psicosocial del paciente es importante para poder lograr su inclusión laboral y social.

Tratamientos farmacológicos

Los tratamientos farmacológicos serán principalmente fármacos antipsicóticos para tratar los delirios y alucinaciones. Este tipo de fármaco equilibra los niveles de dopamina.

Asimismo, también se pueden pautar antidepresivos, para mejorar los estados de ánimo depresivos y apáticos.

Se pautarán unos u otros según los síntomas que presente el paciente.

En ocasiones, en vez de tomados por vía oral, los medicamentos pueden ser inyectados, con lo que la adherencia al tratamiento puede ser mejor.

El especialista tendrá que ir realizando un seguimiento para observar posibles efectos secundarios y regular las dosis para una mejor evolución y pronóstico de la patología.

Terapia psicosocial

La terapia psicosocial ayuda a la persona con esquizofrenia a completar su recuperación y volver a recuperar su normalidad: con su familia, sus amigos, en sus clases o en el trabajo.

Esta terapia trabaja con el paciente para que pueda volver a recuperar sus habilidades:

  • Que pueda volver a participar en actividades sociales.
  • Que sepa controlar los momentos de estrés o angustia.
  • Mejorar su capacidad de concentración, aprendizaje, etc.
  • Para desarrollar sus tareas del día a día: higiene, alimentación, control de su economía, etc.

La idea es que gracias a esta recuperación de sus habilidades la persona con esquizofrenia pueda recuperar su lugar y lograr su inclusión en el mundo laboral o formativo, y social, y tener mayor autonomía personal.

Las familias pueden participar en estas terapias, apoyando al paciente, y a su vez, obteniendo elementos que les puedan ayudar a manejar diversas situaciones.

Como complemento a las terapias las entidades asociativas y/o los servicios sociales correspondientes pueden ofrecer ayudas o apoyos como el apoyo al empleo, los pisos tutelados, centros de encuentro o grupos de autoayuda.

También es útil conocer que existen teléfonos donde pueden acudir las personas con esquizofrenia o sus familias si hay una recaída o crisis, así como apoyos hospitalarios o centros de ingreso cuando fuera necesario un apoyo extra.

Las asociaciones también pueden orientar a los interesados en caso de que necesiten solicitar la valoración del grado de discapacidad.

Dentro de estas terapias y apoyos se encuentra la información para que las personas con esquizofrenia o sus familias puedan detectar o prevenir posibles brotes, y así poder acudir de forma rápida a su especialista. Por ejemplo, hay ocasiones en las que hay mayor número de delirios, alucinaciones, dejadez o insomnio, que hacen presagiar una posible crisis.

La finalidad de todas estas acciones es lograr una vuelta a la normalidad y una mejor calidad de vida para los pacientes.

Otras terapias

Poco a poco se va innovando y se añaden otras terapias complementarias para mejor el estado anímico y social de las personas con esquizofrenia.

El arte, el baile o la música son algunas de las nuevas terapias aplicadas para mejorar el estado de los pacientes y tener un mejor pronóstico en la evolución de esta patología.

Aunque en lo que respecta al arte, hay libros y publicaciones que estudian desde hace más de un siglo la relación entre la creación artística y las personas con esquizofrenia. A principios del siglo XX un psiquiatra alemán llamado Hans Prinzhorn se interesó por esta faceta en artistas con esquizofrenia. Para ellos su obra es una forma de expresarse, hacer llegar sus mensajes y favorece la comunicación en personas con o sin patologías asociadas a su salud mental.

Por su parte, la musicoterapia ofrece la posibilidad de trabajar en sus habilidades cognitivas, mejorando su concentración, atención y memoria, así como en la interacción social. En otras ocasiones también se ha usado en rehabilitación para tratar alteraciones del sueño en personas con esquizofrenia.

Varios autores del Hospital Universitario Príncipe de Asturias han realizado un documento donde se puede obtener más información sobre la terapia musical aplicada a personas con esquizofrenia. Puede consultarse en la base de datos de documentos del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid.

¿La esquizofrenia se cura?

La doctora en psiquiatría Susana Avello, miembro de la plataforma Doctoralia, contesta así a esta pregunta: “Al igual que otras enfermedades crónicas, no se puede hablar de “cura” si por ésta se entiende no necesitar tratamiento, sin embargo, la esquizofrenia con un tratamiento adecuado permite que la persona que la sufre tenga una vida normal y estable. Aproximadamente una de cada cuatro personas se recupera por completo en el plazo de cinco años. Una de cada dos personas tiene largos periodos de remisión de síntomas, con recaídas ocasionales y, aproximadamente el 10% de las personas tendrán problemas persistentes y el tratamiento ayudará a reducir algunos de los síntomas y facilitarles la vida”.

Cada caso es diferente y precisa un seguimiento y atención diferente, por ello, la doctora Avello explica que a priori “es imposible predecir cual va a ser la evolución de cada persona. Puede depender de muchos factores como la gravedad de la enfermedad, las circunstancias personales, la adherencia al tratamiento, la evitación de los tóxicos y la evitación de situaciones de estrés”.

Pero está claro que para una buena evolución es importante que haya una correcta adherencia al tratamiento farmacológico.

Avello nos deja un mensaje esperanzador “los conocimientos sobre la esquizofrenia van mejorando con el tiempo y, a medida que conozcamos mejor las causas de los síntomas de esquizofrenia, irán apareciendo nuevos tratamientos”.

Además del tratamiento farmacológico, la doctora recalca la importancia de seguir también otra seria de terapias y programas: “el tratamiento psicoterapéutico, la rehabilitación psicosocial y los programas de psicoeducación permiten mejorar la respuesta a la enfermedad y el funcionamiento social y ocupacional del paciente”.

Desde la Asociación Española de Apoyo en Psicosis afirman que la persona con esquizofrenia si se puede recuperar y de hecho hay “muchas personas con esquizofrenia que disfrutan de una vida plena”. Se necesita tiempo, trabajo y la acción coordinada con los profesionales, pero es posible.

Según se señala en el prólogo del libro "Camino hacia la recuperación mental" de Antonio Bernal, persona con esquizofrenia, que tras su recuperación trabaja como apoyo en salud mental, “él mismo logro superar y dejar atrás la patología siguiendo de forma correcta y estricta su tratamiento”.

Antonio explica en el libro que considera que existe esa recuperación "cuando uno vuelve a ser lo que era antes de la enfermedad".

La adherencia al tratamiento, que es el seguimiento de las indicaciones de los profesionales y expertos, es primordial para controlar y tratar la patología.

Además, Antonio nos apunta algunas recomendaciones para afrontar esa recuperación y bienestar de la salud mental en el día a día.

En su opinión “lo principal es marcarse pequeñas metas e ir consiguiéndolas”.

Antonio trabaja en la actualidad en la Red Sanamente. Coordina tres grupos de ayuda mutua y también actúa como agente de ayuda mutua. Explica que “muchas veces nos planteamos objetivos demasiado ambiciosos y esto puede llevarnos al fracaso y la frustración. En mi puesto de trabajo como usuario experto de la Red Sanamente, siempre pongo un ejemplo que considero muy ilustrativo. Si una persona se planea la meta de encontrar trabajo, debe afrontar el reto desde una perspectiva constructiva, es decir, diseñar un currículum, preparar las entrevistas, formarse en las fuentes de información laboral y etc. Como digo en este ejemplo, creo que para mejorar en el día a día es fundamental marcarse objetivos y ganar pequeñas batallas todos los días”.

Desde su experiencia personal considera que el apoyo mutuo es fundamental para mejorar en el día a día. “El apoyo entre iguales actúa como complemento del tratamiento de los profesionales y la propia experiencia con la familia”.

Consejos de prevención

La psiquiatra Susana Avello nos explica que, en el aspecto genético, si uno de los padres tiene esquizofrenia es difícil saber a ciencia cierta podrá afectar o no a sus hijos. Por eso es complicado en este ámbito trabajar su prevención.

Eso sí, se pueden prevenir conductas o acciones que podrían desencadenar la esquizofrenia. Como por ejemplo el consumo de drogas.

La doctora Avello destaca que el consumo de sustancias como el cannabis y las anfetaminas en ocasiones, están implicadas en la aparición de la enfermedad en personas vulnerables.  

Asimismo, los pacientes con esquizofrenia pueden tener etapas estables y otras en las que aparecen crisis o episodios con síntomas. Avello explica que si se hace un correcto seguimiento del tratamiento y existe apoyo sociofamiliar puede haber mejores pronósticos y menos recaídas.

Es importante también conocer la patología y los síntomas para prevenir posibles brotes psicóticos, algo que se puede ir valorando con el especialista, recopilando características y datos de las anteriores recaídas.

Para finalizar, como en todas las patologías, existen unas recomendaciones generales para mejorar la calidad de vida y poder llevar una vida normalizada en personas con esquizofrenia: seguir el tratamiento para esta y otras patologías que pueda tener mantenerse activo, realizar algún deporte o ejercicio que le pueda gustar, mantener una dieta equilibrada y saludable, y muy importante eliminar de los hábitos el alcohol o las drogas.

Envejecimiento saludable

La doctora Susana Avello nos explica que la evolución de la esquizofrenia varía según en la etapa de la vida que se encuentra el paciente.

Por lo general la patología se presenta en la juventud, por lo tanto, al llegar a la vida del adulto mayor, en ese proceso de envejecimiento, el paciente ya está acostumbrado a convivir con la esquizofrenia y la mayoría tienen una evolución bastante estable, según Avello, aunque algunos casos, una minoría, pueden tener un empeoramiento si aparecen cuadros de demencia.

“La tasa de envejecimiento asociada al deterioro cognitivo de las personas con esquizofrenia es parecida a las personas de edad similar que no la tienen”, explica la psiquiatra. Según su experiencia profesional, para dar el mejor apoyo al paciente se deben tener en cuenta en esta etapa:

  • Los posibles déficits cognitivos previos.
  • La comorbilidad física de los pacientes con esquizofrenia de edad avanzada.
  • Posibles efectos secundarios de la medicación: se recomienda controlar colesterol, glucosa y peso.
  • Tabaquismo
  • Sedentarismo

“El mayor riesgo de sufrir patología física está asociado a un estilo de vida con hábitos como el tabaquismo y el sedentarismo que suponen alto riesgo de enfermedad cardiovascular”, afirma Avello, y concluye que “Sería conveniente promover hábitos saludables como una dieta saludable, el abandono de tabaco y alcohol, la realización de ejercicio de forma habitual e intentar utilizar medicamentos con menos efectos adversos sobre las variables mencionadas”.

La psiquiatra informa que “solo poco más de un 20% de los pacientes con esquizofrenia manifiestan por primera vez síntomas de la enfermedad en la madurez o en la vejez, hablamos en estos casos de esquizofrenia de inicia tardío (si se manifiesta a los 50 -60 años) o muy tardío (después de los 70 años)”.

Antonio Ramos, persona con esquizofrenia y usuario experto en grupos de terapia, considera que es importante que se trabaje en la recuperación y en inclusión tanto laboral como social.

“Me gustaría que se trabajase mucho el concepto de la inserción laboral porque genera independencia económica y, por tanto, inclusión en la sociedad”, afirma Ramos, ya que, desde su punto de vista, para lograr un envejecimiento saludable y en el que puedan gozar de autonomía e independencia, sería más factible si esa independencia y autonomía la han conseguido en las etapas anteriores.

Antonio Ramos afirma que es importante que tantas familias como profesionales y los propios grupos de apoyo mutuo actúen de forma coordinada para “que se produzcan mejoras en el proceso de envejecimiento. Me gustaría concluir que la propia evolución del campo de la salud mental tiene muy en cuenta el problema del envejecimiento. Me gusta pensar que todos podemos contribuir a solucionar este problema tan complejo” y lograr así un envejecimiento en las personas con esquizofrenia con mejor calidad de vida y autonomía personal.

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

  • Asociación Española de Apoyo en Psicosis (AMAFE)
    Calle Ruiz Perelló, 7, Madrid
    Teléfono: 91 361 27 68
    E-mail: info@amafe.org
    Web: https://www.amafe.org
  • Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos Psíquicos (AFAEP)
    Calle de Arturo Soria, 204. Madrid
    Teléfono 91 416 84 75
    E-mail: afaepmadrid@gmail.com
    Web: http://www.afaep.es
  • Fundación Manantial
    Direcciones
    Teléfono 91 371 72 12
    Contacto
    Web: https://www.fundacionmanantial.org
  • Confederación Salud Mental España
    C/ Hernández Más, 20-24. Madrid
    Teléfono: 91 507 92 48
    E-mail: confederacion@consaludmental.org
    Web: https://consaludmental.org
  • ActivaMent Catalunya Associació
    Colectivo Activo de Personas con la Experiencia de Trastorno Mental
    C/ Rocafort, 242 Bis, 3r B. Barcelona
    Teléfono: 600 687 634
    E-mail: activament@activament.org
    Web: http://www.activament.org/es/
  • Fundación ASAM Familia
    Asociación Salud y Ayuda Mutua (ASAM)
    Calle los Yébenes, 241. Madrid
    Teléfono: 917 17 97 29
    E-mail: fundacionasam@fundacionasamfamilia.org
    Web: https://fundacionasamfamilia.org
  • Fundación SANAmente – AFEPVI
    Plaza Martínez Olivencia, 9Bj, Villena (Alicante)
    Teléfono: 965 80 81 94
    E-mail: info@redsanamente.org
    Web: https://redsanamente.org/fundacion/
  • Fundación Belén
    Información y formación para familias
    E-mail: info@fundacionbelen.org
    Web: https://fundacionbelen.org
  • Sociedad de Psiquiatría Madrileña (SPM)
    C/Arturo Soria, 311 1º B. Madrid
    Teléfono: 91 383 41 45
    E-mail: spm@sepsiq.org
    Web: https://www.psiquiatriamadrid.org
  • Sociedad Española de Psiquiatría
    C/ Arturo Soria, 311 1º B. Madrid
    Email: sep@sepsiq.org
    Web: http://www.sepsiq.org

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es una patología mental de carácter crónico y tipo psicótico.

Esta patología puede llegar a ser discapacitante y afectar al entorno laboral, social o formativo de quién desarrolla el trastorno.

También hay personas, la mayor parte de ellas, que siguiendo sus tratamientos y terapias pueden llevar una vida normalizada.

¿Es hereditaria?

Hay diversos factores, tanto genéticos, biológicos como medioambientales que combinados pueden ser desencadenantes de la esquizofrenia.

Es cierto que las personas que tienen familiares cercanos, progenitores u otros, con esquizofrenia, tienen mayor riesgo de desarrollar la patología.

Aunque solo porque un familiar cercano tenga esquizofrenia no quiere decir que otros descendientes puedan desarrollarla.

Aún se desconoce con exactitud qué desencadena el desarrollo de la esquizofrenia y la alteración en los neurotransmisores cerebrales.

¿Se puede prevenir la esquizofrenia?

La psiquiatra Susana Avello nos explica que, en el aspecto genético, si uno de los padres tiene esquizofrenia es difícil saber a ciencia cierta podrá afectar o no a sus hijos. Por eso es complicado en este ámbito trabajar su prevención.

Eso sí, se pueden prevenir conductas o acciones que podrían desencadenar la esquizofrenia. Como por ejemplo el consumo de drogas.

¿Tiene cura?

La doctora en psiquiatría Susana Avello, miembro de la plataforma Doctoralia, contesta así a esta pregunta: “Al igual que otras enfermedades crónicas, no se puede hablar de “cura” si por ésta se entiende no necesitar tratamiento, sin embargo, la esquizofrenia con un tratamiento adecuado permite que la persona que la sufre tenga una vida normal y estable. Aproximadamente una de cada cuatro personas se recupera por completo en el plazo de cinco años. Una de cada dos personas tiene largos periodos de remisión de síntomas, con recaídas ocasionales y, aproximadamente el 10% de las personas tendrán problemas persistentes y el tratamiento ayudará a reducir algunos de los síntomas y facilitarles la vida”. 

Es importante también conocer la patología y los síntomas para prevenir posibles brotes psicóticos, algo que se puede ir valorando con el especialista, recopilando características y datos de las anteriores recaídas.

Para finalizar, como en todas las patologías, existen unas recomendaciones generales para mejorar la calidad de vida y poder llevar una vida normalizada en personas con esquizofrenia: seguir el tratamiento para esta y otras patologías que pueda tener mantenerse activo, realizar algún deporte o ejercicio que le pueda gustar, mantener una dieta equilibrada y saludable, y muy importante eliminar de los hábitos el alcohol o las drogas.

¿Qué tratamientos y terapias se recomiendan para tratar la esquizofrenia?

Principalmente los especialistas pautan según el tipo de esquizofrenia y síntomas del paciente uno u otro tratamiento específico con fármacos que ayuden a minimizar sus síntomas.

Además, el tratamiento farmacológico se puede acompañar de psicoterapias, rehabilitación psicosocial y programas de psicoeducación.

Los talleres de arte, baile o musicoterapia también pueden ser beneficiosos.

  • Catatónica
  • Se llama así al tipo de esquizofrenia donde el paciente muestra rigidez muscular o por el contrario agitación.
  • Delirios
  • Son ideas y pensamientos no reales e incluso incoherentes y extraños.
  • Dopamina
  • Neurotransmisor cerebral. Su función es la de regular el sueño, atención, memoria e incluso la actividad.
  • Hebefrénica
  • Tipo de esquizofrenia que se caracteriza por el pensamiento y conducta desorganizada del paciente.
  • Neurotransmisores
  • Sirven para conectar las neuronas en el cerebro.
  • Paranoide
  • Tipo de esquizofrenia donde la persona desconfía de los demás.
  • Psicótico
  • La psicosis destaca por las alucinaciones e ideas delirantes.
  • Residual
  • En psicología este concepto se usa para aquellos síntomas que queden después de un brote, por ejemplo.