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La parálisis cerebral produce una discapacidad física, que puede ser a su vez sensorial y/o intelectual, dependiendo de las zonas dañadas en el cerebro.

Se debe a una lesión de tipo neurológico producida en el cerebro y afecta principalmente a la movilidad de la persona. Desde las asociaciones de personas con parálisis cerebral, como ASPACE, clasifican la parálisis cerebral como una pluridiscapacidad, ya que puede afectar a diversos ámbitos de la vida diaria y de la persona.

Cada persona con parálisis cerebral tendrá un grado de discapacidad distinto dependiendo de la gravedad de la lesión que la ha provocado, si se ha producido durante el desarrollo fetal, en la infancia, etc.

De esta forma, hay casos en los que la persona hace su vida de forma muy normalizada, con bastante autonomía e independencia, y otros, en los que la parálisis cerebral hace que precisen mayores apoyos y ayuda de otras personas para su día a día.

¿La parálisis cerebral es habitual?

ASPACE afirma que es el motivo más habitual de discapacidad en la infancia. Puede darse en una de cada 500 personas.

¿Cuáles son los síntomas?

Debido a la lesión neurológica en el cerebro se observarán diferentes características

  • Alteración en el aparato motor, afectando a la movilidad, capacidad para desplazarse y coordinación de movimientos
  • Se pueden detectar cambios que afectan a la postura de la persona con la lesión cerebral
  • A veces pueden observarse características como alteración de la percepción, cognición, desarrollo del lenguaje o la memoria, entre otros.
  • Posibles alteraciones en el sistema nervioso central (espasmos o rigidez muscular, movimientos involuntarios, etc.)
  • Posibles alteraciones en la visión y audición.

Algo que es común en todos los casos es que la parálisis cerebral tiene carácter crónico y que su carácter no es degenerativo o progresivo. Aunque no se pueden detallar todas sus características de forma específica, ya que en cada persona se desarrolla de una forma distinta.

Causas

La lesión se puede producir cuando el feto se está desarrollando, o bien en el momento de dar a luz o durante los primeros años de vida de los niños. La lesión dependerá del momento, ya que puede ser durante el desarrollo del cerebro o después, y también cuando el sistema nervioso central aún se está preparando.

Mostramos aquí algunas de las posibles causas de lesión cerebral que pueden provocar parálisis cerebral

  • Durante el embarazo
    • Infecciones en el útero
    • Alteración en el desarrollo cerebral
    • Alteraciones genéticas
  • Al nacer, en el momento de dar a luz
    • si la presión al expulsar el bebe hace que falte oxígeno en su cerebro (anoxia cerebral), se puede provocar parálisis cerebral
    • Parto prematuro
  • También durante la infancia por
    • Accidentes, golpes en la cabeza
    • Infecciones (meningitis, encefalitis…)
    • Accidente cerebrovascular (ictus, derrame cerebral, etc.)

Tipos

Va a haber varios factores a tener en cuenta a la hora de determinar el grado de afectación de la parálisis cerebral y qué funciones pueden estar dañadas. Estos factores son

  • Lugar donde se ha producido la lesión cerebral
  • La profundidad de la lesión neurológica
  • Momento en que se produce el daño, importante, saber si es antes o después del desarrollo del cerebro, etc.
  • Tipo

A través de este epígrafe vamos a describir los tipos de parálisis cerebral que se pueden encontrar. La parálisis cerebral puede ser, si tenemos en cuenta el tono y forma postural (autor de la clasificación Eric Denhoff)

Por otra parte, en algunas clasificaciones aparecen dos casos más, uno de ellos poco frecuente, y el otro, más habitual, ya que es mezcla de las anteriores. Pueden aparecer características de distonía con espasticidad o ataxia, entre otros

Espástica

Este tipo de parálisis tiene que ver con la espasticidad que afecta al tono muscular de quien la padece. La espasticidad hace que las personas tengan una rigidez extrema en sus músculos, y a veces, no pueden controlar sus movimientos.

Por lo general, esta rigidez conlleva a una debilidad muscular, principalmente, en las extremidades y cabeza.

Es uno de los tipos más frecuentes de parálisis. Afecta a 60-70 personas de cada 100 con parálisis cerebral.

La afectación se localiza en la corteza cerebral y altera las células nerviosas.

Disquinética

Este tipo de parálisis también es conocido como atetoide. Su principal característica es que la persona tiene movimientos lentos y a veces descontrolados. Ante casos de falta de reposo o cansancio, puede tener dificultad para controlar los movimientos.

La descoordinación se agrava con la fatiga o con la exaltación de las emociones.

La parte del cerebro afectada es la central.

Ataxica

En este tipo de parálisis la persona tendrá un descontrol en su equilibrio.

La movilidad podría ser posible, pero a veces de forma algo inestable, debido a ese problema de equilibrio.

La lesión se localiza en el cerebelo.

Hipotónica

Este tipo de parálisis cerebral es poco común. Su nombre viene de la hipotonía muscular que tienen las personas con este tipo de parálisis. La hipotonía quiere decir que los músculos están más flácidos o flojos de lo normal.

A veces la hipotonía puede ir acompañada de hiperreflexia osteo-tendinosa. Esto quiere decir, que hay un aumento en los reflejos del paciente.

Mixta

Este tipo de parálisis combina diferentes tipos de los anteriores. Es frecuente que puedan aparecer personas que no tengan un tipo solo de parálisis, sino que presenten características combinadas de varios. Eso quiere decir que quizá su lesión afecta a varias partes del cerebro.

Asimismo, se puede hacer una clasificación más, atendiendo al tono muscular

  • Espástica
  • Disquinética
  • Atáxica
    • Hipotonica
    • Mixta
    • Isotónico. Cuando no está afectado el tono muscular
    • Hipertónico. Con tono aumentando.
    • Hipotónico. Con tono débil, flácido.
    • Variable o diverso.
  • También según al lugar del cuerpo que se ve afectado por la parálisis, APACE Toledo muestra la siguiente clasificación

    • Hemiparesia. Afecta a un lado u otro del cuerpo.
    • Diparesia. Se ve afectada la parte inferior del cuerpo.
    • Cuadriparesia. Cuatro miembros afectados.
    • Paraparesia. Afectación en los miembros inferiores.
    • Monoparesia. Solo hay afectado un miembro.
    • Triparesia. Se ven afectados por la parálisis tres miembros.

    Por último, los especialistas clasificarán la parálisis cerebral entre grave, moderada o leve, en la última, la persona tiene bastante autonomía para su vida diaria.

Tratamiento

Antes de dar un tratamiento es necesario conocer el diagnóstico y tipo de la parálisis cerebral.

Diagnostico

Tras conocer los tipos de parálisis cerebral que existen el especialista tendrá que dar un diagnostico y realizar las pruebas y reconocimientos necesarios para que la persona y su familia conozca el tipo de parálisis cerebral y posibles tratamientos.

¿Qué va a evaluar el especialista?

El neurólogo tratará en primer lugar, en su primera consulta, la historia del paciente, para saber a qué pudo estar debida la parálisis cerebral, y en qué momento se originó la misma.

Además, es importante tener conocimiento del desarrollo y la actitud de la persona en el día a día en cuanto a actividad, movilidad, reflejos, etc.

También es objeto de análisis su tono muscular. Así, se podrá clasificar en uno u otro tipo, si el tono es laxo o no.

El especialista puede solicitar realizar pruebas para examinar estos rasgos en el paciente

  • ROT. Siglas médicas de reflejo osteotendinoso profundo. El paciente debe colaborar para este examen. El médico examinará el maseterino (reflejo de contracción del musculo) asociado a diferentes partes del cerebro.
  • CLONUS. También va a examinar la contracción y relajación del musculo. El clonus se suele explorar al forzar flexiones de articulaciones como la rodilla, o en miembros como el pie.
  • SIGNOS DE BABINSKI. Estos signos se refieren a la extensión del dedo gordo en el pie. Primero se frota la planta del pie, el dedo gordo se mueve hacia arriba, y el resto de dedos se suelen mover también a la par. Algo que permite observar si la respuesta al estímulo es la adecuada o no. Es un reflejo normal en niños hasta los 24 meses. Si aparece después podría indicar alguna alteración cerebral.
  • ROSOLIMO. En este caso también se examina el pie y su reacción al dar con en el surco plantar.
  • Pruebas de audición y visión

Los siguientes indicadores podrán dar una respuesta al neurólogo y despejar la incógnita sobre la parálisis cerebral, estos son

  • El desarrollo motor, si es anormal o no, si es acorde a su edad, movilidad
  • Coordinación de movimientos y equilibrio
  • Reflejos
  • Tono muscular, masa muscular y fuerza
  • Postura

Otras pruebas específicas

Existen otra serie de pruebas que pueden solicitarse para comprobar de forma magnética o por ultrasonido, y observar la acción cerebral

  • Tomografía computarizada. Sirve para sacar imágenes del cerebro y observas las posibles lesiones
  • Ultrasonido. Este método es más para bebes que han nacido antes de tiempo. Es más seguro para sacar imágenes del cerebro.
  • Resonancia magnética. Tiene un alto grado de resolución y detalle para ver el cerebro.
  • Ecografía del cráneo. La ecografía se verá menos que la resonancia. Pero es un proceso rápido para arrojar un primer vistazo sobre la alteración cerebral.
  • Electroencefalograma. Los electrodos colocados en la cabeza pueden medir la actividad del cerebro, si el paciente ha tenido convulsiones.
  • Análisis de sangre, genético.

Tratamiento

Un equipo formado por un equipo multidisciplinar se encargará de ofrecer consejos y pautas para esta patología. Este equipo se forma por un pediatra especializado en neurología, un pediatra del desarrollo, un cirujano experto en ortopedia, fisioterapeutas, y puede que también el oftalmólogo, si hay problemas visuales, e incluso el otorrino, si hay alteración auditiva. Juntos desarrollarán los mejores pasos a seguir para cada caso particular.

Dependiendo de la gravedad o no de la parálisis cerebral se precisarán más o menos cuidados y atenciones.

Eso sí, este tratamiento servirá para mejorar por ejemplo movilidad, tono muscular, pero no eliminará el daño cerebral que causa la parálisis.

En primer lugar, es imprescindible, seguir un plan de rehabilitación. Atendido por fisioterapeutas especializados el paciente realizará ejercicios y acciones que buscan tres objetivos:

  • Aumentar la fuerza y tono muscular
  • Mejorar el equilibrio
  • Y optimizar lo máximo posible la marcha o movimiento del individuo

A través de diversos ejercicios, sobre todo en la infancia, el fisioterapeuta orientará al niño para saber cómo sentarse, andar o ir en su silla de ruedas si la necesita. .

Por otra parte, el tratamiento puede necesitar también.

  • Logopeda. Para hablar más claro o buscar formas para comunicarse mejor.
  • Terapeuta ocupacional. Para mejorar su vida cotidiana a la hora de vestirse, etc.

En algunos casos será necesario realizar intervención quirúrgica, pero no siempre. Esto lo decidirá el especialista para los casos más graves, donde se necesite corregir la postura, o intentar mejorar la espasticidad a través de la cirugía en los nervios.

El tratamiento se completará con

  • Medicinas. Relajantes musculares, para la epilepsia, etc.
  • Productos de apoyo. Ya sean productos de ortopedia o herramientas que faciliten el día a día y las tareas cotidianas.

Consejos de prevención

En cuanto a la parálisis cerebral derivada de alguna alteración cromosómica o genética, es difícil de evitar.

Los problemas que pueden surgir durante el parto tampoco pueden evitarse siempre, ya que son complicaciones, que no han logrado reducirse ni con cesáreas ni controlando el ritmo cardíaco del feto.

Pero sí que existen algunos factores de riesgo a tener en cuenta, para poder evitarlos

  • Las infecciones durante el embarazo, pueden producir lesión cerebral en el feto. Por eso es importante, por ejemplo vacunarse contra enfermedades como la rubéola, en mujeres que puedan ser mamas en el futuro.
  • La parálisis cerebral sobrevenida, debido a accidentes o traumatismos en la cabeza, también pueden prevenirse. Por ejemplo, con cascos que eviten golpes en la cabeza, asientos especiales y homologados para los niños en el coche, etc.

La prevención puede comenzar desde antes del embarazo, como decíamos con vacunas y prevención de infecciones o enfermedades, hasta después del parto y nacimiento del bebe.

Aquí proponemos algunos consejos más. Eso sí, las mujeres que quieran tener un bebe siempre tienen que seguir las pautas y recomendaciones de sus médicos y especialistas.

  • Eliminar hábitos tóxicos, alcohol o tabaco, en futuras madres
  • Solicitar análisis genético antes del embarazo
  • Tomar ácido fólico meses antes de la concepción
  • No tomar medicinas sin consentimiento médico durante el embarazo
  • No exponerse a radiaciones o tóxicos durante esos meses de desarrollo del feto
  • Llevar una dieta equilibrada
  • Cuidado en el uso de herramientas para sacar al bebe durante el parto
  • Cuando nace el bebe, seguir las recomendaciones del médico

Un ultrasonido o fetoscopia podrá detectar posibles alteraciones en el feto durante el embarazo.

Envejecimiento saludable

En un reciente documento (enlace) del Grupo de Trabajo de Envejecimiento Activo de CERMI Estatal donde se analiza el envejecimiento de las personas con discapacidad, se recoge algunas apreciaciones, sobre las personas con parálisis cerebral y su evolución con el paso de los años.

http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/cermi-borradorenvejecimientoactivo-01.pdf

En dicho informe se afirma que aunque no se encontraban demasiados datos o estudios sobre las necesidades concretas de las personas con parálisis en su proceso de envejecimiento, si es una realidad que ahora tienen mayor esperanza de vida, con lo cual, es importante poder conocer los cambios que pueden producirse en esta etapa, y poder afrontar y apoyar su envejecimiento de forma saludable atendiendo a sus necesidades

Según investigadores este aumento en la esperanza de vida se debe a los avances médicos y también a una mejor calidad de vida de los pacientes.

Uno de los retos que se barajan hoy día es poder plantear un programa de cuidadores o asistentes a largo plazo, para cubrir este aumento de la esperanza de vida. Es importante para un envejecimiento saludable seguir todos los consejos y recomendaciones médicas. No dejar de lado los tratamientos de rehabilitación, que ayudan y apoyan, a mejorar la coordinación, la rigidez muscular, el movimiento…

Desde entidades sociales y asociaciones del mundo de la discapacidad se solicitan más políticas sociales inclusivas, que puedan apoyar a las personas con parálisis cerebral, y otras discapacidades, a vivir en un entorno positivo, con una buena calidad de vida, y sin estar aislado o sentirse en desigualdad de condiciones.

Es un dato positivo el saber que la parálisis cerebral no empeora con la edad por lo tanto se seguirán las recomendaciones que los especialistas estimen oportunas en cada caso.

Permanecer activo y seguir una dieta saludable son dos claves para un envejecimiento saludable en la mayoría de la población, y también para las personas con parálisis cerebral.

La Federación ASPACE Castellano Leonesa ha hecho una gran labor para detectar esas necesidades de las personas con parálisis cerebral, que se echaban en falta, en un primer estudio, y en un informe, cuyo enlace hemos destacado en nuestra sección de recursos de interés, donde se refleja la investigación en este aspecto sobre el envejecimiento, en la que han colaborado personas con parálisis, familias y profesionales. En el mismo se reflejan como conceptos a tener en cuenta para el envejecimiento

La autonomía

  • Independencia
  • Calidad de vida

Las personas con parálisis cerebral pueden presentar cierta propensión a sufrir algunos cambios que afectarán a su calidad de vida a medida que cumplen años, por eso es importante, que sus especialistas pueden prevenirlos y tratarlos, para evitar que sean un lastre en su proceso de envejecimiento.

Por ejemplo, habrá cambios en su sistema cardiovascular o respiratorio, que pueden envejecer de forma precoz. El dolor también puede ser un “enemigo” a controlar desde las consultas, ya que aparece en muchos casos de personas con parálisis cerebral.

Por lo tanto para un envejecimiento saludable detectamos estos ítems destacados

  • Seguir activo
  • Seguir los tratamientos y consejos médicos
  • Alimentación equilibrada
  • Apoyos institucionales (conseguir más entornos accesibles, dotas los programas políticos de más recursos en servicios sociales, económicos, de cuidadores, etc.)
  • Prevención de cambios asociados a la edad que pueden restar calidad a su día a día

Publicaciones, documentos técnicos y websites con información

Contactos de interés

¿Por qué se produce la parálisis cerebral?

La lesión se puede producir cuando el feto se está desarrollando, o bien en el momento de dar a luz o durante los primeros años de vida de los niños. La lesión dependerá del momento, ya que puede ser durante el desarrollo del cerebro o después, y también cuando el sistema nervioso central aún se está preparando.

Mostramos aquí algunas de las posibles causas de lesión cerebral que pueden provocar parálisis cerebral

  • Durante el embarazo
    • Infecciones en el útero
    • Alteración en el desarrollo cerebral
    • Alteraciones genéticas
  • Al nacer, en el momento de dar a luz
    • si la presión al expulsar el bebe hace que falte oxígeno en su cerebro (anoxia cerebral), se puede provocar parálisis cerebral
    • Parto prematuro
  • También durante la infancia por
    • Accidentes, golpes en la cabeza
    • Infecciones (meningitis, encefalitis…)
    • Accidente cerebrovascular (ictus, derrame cerebral, etc.)
  • Origen indeterminado. En algunos casos puede suceder que no se sepa el origen.

¿Tiene cura o tratamiento?

La parálisis cerebral no tiene cura, pero sí tratamiento, que puede consistir en

  • Rehabilitación
  • Cirugía
  • Terapia ocupacional
  • Logopeda
  • Medicinas
  • Productos de apoyo

¿Cuál es su prevalencia?

ASPACE afirma que es el motivo más habitual de discapacidad en la infancia. Puede darse en una de cada 500 personas.

¿Qué pruebas se hacen para dar un diagnostico?

El equipo de especialistas, encabezado por el neurólogo, realizará primero una entrevista personal, para analizar la historia clínica del paciente, y detectar cuándo y cómo se desarrolló la parálisis cerebral.

Tras realizar pruebas en persona sobre coordinación, movilidad, tono muscular o reflejos, podrá solicitar otra serie de pruebas específicas:

  • Tomografía computarizada. Sirve para sacar imágenes del cerebro y observas las posibles lesiones
  • Ultrasonido. Este método es más para bebes que han nacido antes de tiempo. Es más seguro para sacar imágenes del cerebro.
  • Resonancia magnética. Tiene un alto grado de resolución y detalle para ver el cerebro.
  • Ecografía del cráneo. La ecografía se verá menos que la resonancia. Pero es un proceso rápido para arrojar un primer vistazo sobre la alteración cerebral.
  • Electroencefalograma. Los electrodos colocados en la cabeza pueden medir la actividad del cerebro, si el paciente ha tenido convulsiones.
  • Análisis de sangre, genético.
  • Ataxica. Afecta a la coordinación.
  • Disquinética. Tipo de parálisis con movimientos lentos y espasmos.
  • Distonía. Alteración del tono muscular.
  • Espástica. Tipo de parálisis cerebral que se produce con espasticidad. Es un trastorno motor en el que los músculos se tensan demasiado y están excesivamente rígidos.
  • Hiperreflexia. Aumento exagerado de los reflejos.
  • Hipotonica. Tipo de parálisis que se caracteriza por el bajo tono muscular.
  • Maseterino. Se denominan así a los reflejos de contracción de los músculos.