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La meningitis es una enfermedad que puede dar lugar a diversas afectaciones de carácter neurológico debido a una inflamación de las meninges que recubren el cerebro.

Esta inflamación puede venir producida por bacterias o ser de origen vírico.

Las meninges se componen por tres capas de tejido conectivo que protege el cerebro y la médula espinal. En esta patología se inflaman las dos capas más internas.

La Asociación Española contra la Meningitis explica que la inflamación se produce en las membranas que protegen el cerebro, pero también puede llegar a afectar la médula espinal. Al inflamarse se presiona el cerebro y es cuando aparecen los síntomas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud habla sobre todo de la meningitis producida por el meningococo e incide en la importancia de considerar la patología como una urgencia médica que necesita tratamiento lo más rápido posible, para evitar secuelas neurológicas graves.

Es importante poder detectar y tratar la meningitis cuanto antes para prevenir graves secuelas e incapacidad. De las personas que logran superar la enfermedad, al menos un 20%, según la agrupación española dedicada a su estudio y apoyo, lo hacen con secuelas y discapacidad que incluye pérdida sensorial, daño cerebral e incluso posibilidad de tener que amputar alguno de los miembros. La Sociedad Española de Neurología (SEN) explica que la meningitis tiene un índice de mortalidad del 10% y especifica que entre las secuelas en supervivientes se producen déficits o pérdidas sensoriales (principalmente en la audición) o lesiones cerebrales causantes de epilepsia.

No se debe confundir con encefalitis

La encefalitis es la inflamación del tejido cerebral en sí, y la meningitis es la inflamación de las capas que recubren el cerebro.

Cuando una persona cursa su enfermedad con ambas características se llama meningoencefalitis.

¿Qué la causa?

""Como que comentamos en la introducción la meningitis puede estar causada por bacterias o ser de origen viral.

Según la Asociación Española contra la Meningitis cuando el origen es vírico su evolución suele ser más leve y de carácter benigno. En cambio, la meningitis producida por bacterias puede llegar a ser muy peligrosa.

¿Qué bacterias actúan en su desarrollo?

En concreto, hay tres tipos de bacterias que producen la meningitis: la Haemophilus Influenzae B (HiB), el neumococo y el meningococo en todas sus formas.

Desde la agrupación explican que si al tener meningitis la infección bacteriana pasa a través de la sangre a todo el organismo se puede desarrollar sepsis.

La bacteria que interviene en el desarrollo hace que la patología se desarrolle de una u otra forma. Por ejemplo, el meningococo derriba las defensas del sistema inmunitario y entra por el torrente sanguíneo. De esa forma, hace que la persona desarrolle meningitis o sepsis, o ambas.

Esta bacteria es bastante común y de hecho muchas personas son portadores sin saberlo y sin desarrollar síntomas.

La Organización Mundial de la Salud explica que se transmite de una persona a otra. ¿Cómo? Por las gotas que se expulsan con las secreciones respiratorias o de garganta. Si una persona tiene una relación cercana a un infectado es fácil que pueda contagiarse.

Se incuba durante unos 4 días, aunque a veces ese periodo puede ser de incluso 10.

Por su parte, la meningitis producida por monocytogenes, se transmite a través de ciertos alimentos que puedan contener la bacteria.

Otra forma de transmisión es de una madre con la enfermedad a su hijo durante el parto. En este caso hablamos de la bacteria Streptococcus del grupo B y E. coli.

Al toser, estornudar, besar a una persona con meningitis o compartir los cubiertos y alimentos también las personas se pueden contagiar.

¿Hay mayor riesgo de tener meningitis en unos grupos de población que en otros?

Según las estadísticas parece ser que hay unos grupos de población con más riesgo de poder contraer meningitis, aunque la Asociación de Meningitis de España recuerda que cualquier persona puede contraer la enfermedad.

Son, por ejemplo, según especifican el Centro Nacional para Inmunización y Enfermedades Respiratorias de Estados Unidos, los siguientes casos:

  • Los bebes.
  • Grupos donde se reúnan muchas personas.
  • El estar expuestos a ciertos procedimientos médicos o quirúrgicos.
  • Profesiones como la microbiología donde los profesionales están expuestos a bacterias de ese tipo.
  • Viajar a ciertos lugares con alta incidencia de meningitis como el África subsahariana o La Meca, sobre todo en época seca o cuando hay peregrinación, respectivamente.

Aquellas personas con sistemas inmunológicos debilitados, bebes o adultos mayores, serían tres grupos que deben tener especial cuidado e intentar prevenir el contagio.

¿Qué síntomas aparecen?

Si una persona tiene meningitis hay ciertos síntomas o señales que hacen pensar en la enfermedad y la necesidad de solicitar ayuda médica urgente.

La actuación rápida al reconocer estos síntomas es primordial para poder dar un tratamiento y curar la enfermedad

Los primeros síntomas, según señala la Asociación Española contra la Meningitis, son síntomas que pueden cursar con otras patologías más leves: fiebre, dolor de cabeza, sensación de cansancio o vómitos.

Pero hay otros síntomas más específicos que señalan que puede ser esta enfermedad:

  • Dolor en las piernas.
  • Fío en manos y pies.
  • Piel pálida y con tonalidad violeta.

Poco a poco pueden ir apareciendo otras características como convulsiones o reducción de la consciencia. Aunque no hay un orden para su aparición.

Los especialistas advierten a los padres que es importante buscar atención médica si su hijo tiene fiebre y alguno de estos síntomas.

Otros de los síntomas más conocidos también y que llevan a los especialistas a un diagnóstico de meningitis son:

  • La rigidez del cuello.
  • La aparición de petequias, pequeñas manchas rojas en la piel.
  • Molestias al exponerse a la luz, fotofobia.

La asociación contra la meningitis en España detalla en su web cuáles son estos síntomas y los divide por gravedad. Para ellos los más graves son las petequias, aparición de somnolencia, confusión y delirios y las convulsiones e incluso desvanecimiento.

Los síntomas no siempre aparecen todos y además no lo hacen en este orden, sino que pueden ir apareciendo diversas señales que derivarán en el desarrollo de la enfermedad.

Tipos

Los tipos de meningitis se diferencian por el causante de esta, pudiendo ser producida por bacterias, virus, hongos y parásitos.

La división se suele realizar entre meningitis bacteriana o viral.

La evolución de la enfermedad a veces es muy rápida, de ahí la importancia de acudir rápido al médico y dada su peligrosidad.

También hay otros tipos de meningitis cuando se desarrollan, por ejemplo, por hongos.

En este caso el contagio se da por una infección que ya existe en el organismo de la persona infectada.

Respecto a las principales bacterias causantes de meningitis bacteriana en España, el neumococo destaca como el responsable del 47% de casos, según la SEN.

Prevalencia

La Asociación Española contra la Meningitis afirma que es difícil tener cifras reales de todos los tipos de meningitis. Ya que los profesionales sanitarios solo están obligados a declarar todos los casos, solo los de enfermedad meningocócica, es decir, la meningitis o sepsis producida por bacterias.

De ese tipo de meningitis o sepsis bacteriana hay al menos unos 500.000 casos cada año en todo el mundo.

En España estiman que desde 1996 ha habido algo más de 18.700, y los casos detectados en 2020 fueron 283.

Pero en valores reales, desde la asociación barajan cifras de 12.000 personas afectadas cada año por meningitis en España. La mayoría serían de carácter vírico, 10.000, el resto bacteriano.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se diagnostican unos 1.000 casos nuevos de meningitis en España.

La Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE) tiene datos referentes a 2019 donde la prevalencia de la enfermedad meningocócica es de 0,2 y 14 casos por 100.000 habitantes. La mayoría de estos casos afirman que son causados por cepas de países que vacunan con el serogrupo C, por tanto, las cepas son del serogrupo B.

Aunque lo habitual es que los casos estén dispersos por el mundo, en África se ha encontrado una zona, que llaman “cinturón africano de la meningitis”, que cubre de Senegal a Etiopía, donde ha habido picos de contagio de hasta 1.000 por cada 100.000 habitantes.

En España se considera una enfermedad endémica y por eso tiene carácter de declaración obligatoria para poder controlarla mejor.

La incidencia, evaluando datos de las últimas décadas, bajo desde el año 2000, cuando se pusieron las nuevas vacunas conjugadas en el calendario infantil. El descenso fue del 90% para 2004.

En los últimos años la tendencia ha sido irregular. Ya que bajan los casos de un serogrupo, pero aumentan los de otros, como el serogrupo Y.

Los meningococos que causan la meningitis se dividen en serogrupos y tipos. En total se conocen unos 13 serogrupos. Pero la mayoría de los serogrupos que tienen que ver con la enfermedad hoy día pertenecen a cinco serogrupos: A, B, C, W135 e Y.

Los serogrupos A, B y C son los más habituales.

En un documento compartido por la Sociedad Española de Pediatría explican que el serogrupo B suele aparecer en casos esporádicos y el C cuando hay brotes. El serogrupo A es común en el cinturón de la meningitis de África y se asocia a epidemias.

Tratamiento

Los especialistas que tratan la meningitis pueden ser los neuropediatras, cuando la enfermedad aparece en la infancia, y también pediatras, especializados en neumología o patologías respiratorias.

Para el resto de población son especialistas en neurología, médicos de atención primaria o personal de urgencias, que tendrán que atender a las señales y síntomas que presenta el paciente y también realizar algunas pruebas para obtener el diagnóstico de forma rápida y comenzar así su tratamiento.

La prueba más rápida consiste en tomar analíticas de sangre o en alguna ocasión de líquido cefalorraquídeo. De esa forma, el laboratorio dirá a qué se debe la infección.

Según el detonante de la meningitis los profesionales médicos dan un tratamiento u otro.

Para la meningitis bacteriana, que es más grave, actúan con varios tipos de antibiótico.

Y lo más importante es comenzar con estos fármacos rápido, para atajar la infección.

El especialista decidirá si es necesario realizar otras pruebas como TAC o resonancias del cerebro.

Vacunas

Como modo de prevención y para conseguir erradicar la enfermedad existe un programa de vacunas en todo el mundo.

Se trata de combatir principalmente la meningitis bacteriana, y se hace en función a los tipos de bacterias más comunes, como señala el Centro Nacional de Inmunización de Estados Unidos: las vacunas antimeningocócicas, las vacunas antineumocócicas y las vacunas contra Hib.

Desde la Asociación Española contra la Meningitis afirman que en España se implantó este calendario de vacunas contra la meningitis desde los años 80. A partir de 2014 se implantó también la vacuna contra el neumococo.

La agrupación informa del calendario actual de vacunas contra la meningitis en España y las edades a las que se debe administrar la vacuna:

  • Haemophilus Influenzae tipo B (HiB) a los 2, 4 y 11 meses.
  • Meningitis C a los 4 y 12 meses.
  • Neumococo a los 2, 4 y 11 meses.
  • Meningitis A, C, W, Y a los 12 años con rescate de los 13 a los 18 años.


Aun así, hay que protegerse y evitar la infección, ya que las vacunas protegen para ciertos tipos de bacterias, pero no para el tipo vírico u otras cepas raras o nuevas.

En el portal web Vacunación Meningitis se puede obtener toda la información disponible sobre la vacunación.

Se trata de una plataforma, iniciativa del Ministerio de Sanidad, para informar sobre esta patología y dar información para prevenir.

Explican que en 2019 se incluyó en el calendario de vacunación la vacuna que protege frente a cuatro tipos de meningococo A, C, W e Y (vacuna tetravalente) para jóvenes de 12 años. Esa vacuna sustituye a la vacuna frente a meningococo C. Y la más reciente es la inclusión de la vacuna de una dosis a adolescentes entre los 13 y 18 años.

También cuenta con un área orientada a profesionales sanitarios que busquen más información sobre la meningitis y también sobre la vacuna.

La meningitis es un problema de salud pública ya que incide sobre todo en población infantil y puede provocar importantes secuelas e incluso ser mortal si no se obtiene el tratamiento a tiempo y adecuado.

Desde Familia y Salud, web para padres y pediatras al cuidado de la infancia, se explica que a veces también es necesario sacar muestra con una punción lumbar.

Si la meningitis es bacteriana es imprescindible, por lo general, hospitalizar al paciente unos días para darle antibióticos por vena y otros fármacos.

Si la meningitis fuera vírica podría valer con medicamentos que controlen el dolor y la fiebre, y puede que no tenga que permanecer ingresado.

Programa de Inmunización de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene en marcha un programa para lograr la inmunización en todo el mundo de esta y otras patologías.

La última semana de abril suele lanzarse la Semana de la Inmunización, que busca sensibilizar y concienciar sobre la importancia de la prevención y las vacunas

“La ampliación del acceso a la inmunización es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la reducción de la pobreza y la cobertura sanitaria universal”, explica la OMS.

Consejos de prevención

¿Se puede prevenir? Todavía no hay vacunas para todos los tipos de meningitis, pero para los que sí existe es importante usarlas y prevenir.

La Asociación Española de Pediatría aporta en su web diversa información sobre la meningitis, documentales, prevención y encuestas al respecto de la vacunación y prevención.

Entre estos datos se encuentran conclusiones de encuestas a profesionales sanitarios y a la población general. De la población general un 16,6 por ciento desconoce el calendario vacunal infantil. Y en torno a casi el 15 por ciento no saben que es posible prevenir la meningitis bacteriana.

La OMS explica que es muy importante trabajar en la inmunización respecto a las enfermedades para las que existen vacunas.

Habrá gente que, por su perfil, ya sean personas con sistemas inmunitarios muy debilitados, o personas con alergias a los componentes de las vacunas, no puedan vacunarse, pero si la mayoría de la población se vacuna, ellos también estarán protegidos, porque habrá inmunidad en el grupo, que protege a las personas vacunadas y a las que excepcionalmente no han podido recibir esa dosis.

El Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de Estados Unidos explica que la vacunación es la forma más eficaz de proteger ante ciertos tipos de meningitis producida por bacterias.

Aun estando vacunadas hay personas que pueden llegar a contagiarse de meningitis bacteriana, por eso hay que extremar las precauciones en lugares de más riesgo y si hay contacto con personas infectadas.

Para prevenir los casos de mamas embarazadas que contagian a sus bebes, pueden realizarse una prueba y si resulta positiva se suele suministrar el antibiótico en el momento del parto, para que no pase la bacteria a los bebes.

En estos casos a veces el contagio se ha producido por la ingesta de ciertos alimentos. Para ello se deben evitar ciertos productos durante el embarazo: quesos frescos y algunos tipos de quesos blandos, a no ser que se hayan preparado con leche pasteurizada. También deben evitar alimentos crudos.

Este centro de inmunización incluso propone dar antibióticos a personas que podrían haber estado en contacto con personas con meningitis bacteriana para su prevención.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras, que trabaja en colaboración con OMS y con autoridades locales, en la inmunización por diversos puntos del mundo, afirma que “la lucha contra la meningitis A ha experimentado grandes avances: la organización sin ánimo de lucro Path y el Instituto Serum de India han desarrollado una nueva vacuna contra esta cepa, MenAfriVac”.

Coinciden a su vez en la opción de la vacuna masiva temprana para reducir la propagación de contagios.

Este tipo de inmunización logra prevenir hasta 70 de cada 100 casos, por ejemplo, en brotes como los que suceden en África.

La Asociación Española contra la Meningitis propone además de las vacunas mantener unos hábitos de higiene y de vida saludables. De esa forma se protegerá el sistema inmunitario y se pueden prevenir contagios como el de la meningitis.

¿Cuáles son?

  • Evitar el tabaco, alcohol o drogas.
  • Mantenerse activo.
  • Medidas de higiene correctas.
  • Descansar adecuadamente.

En cuanto a las medidas de higiene son importantes las siguientes:

  • Higiene de manos.
  • No compartir objetos que puedan contener restos de saliva.
  • Desinfectar todas las superficies de a casa o de uso común.
  • Lavar bien los alimentos.

Como ha pasado con la pandemia de la COVID-19 también es recomendable el uso de geles con alcohol cuando no hay agua o jabón para lavarse las manos, ya que supone una buena desinfección para matar las bacterias.

Y también otras recomendaciones son comunes y son vitales para prevenir el contagio como es taparse al estornudar o toser, ventilar bien las habitaciones y lugares donde hay personas, consultar al servicio de salud ante los primeros indicios, y sobre todo no automedicarse.

Respecto a las vacunas como modo de prevención, las personas han de tener en cuenta, que al menos se ha de esperar un par de semanas para que el organismo genere la respuesta inmune a la enfermedad.

También se toman medidas especiales si hay brotes, por ejemplo, en aulas o colegios. La activación de los protocolos dependerá del número de personas afectadas.

Envejecimiento saludable

A medida que se produce el proceso de envejecimiento del organismo este tiende a tener un sistema inmunológico más debilitado, con lo cual, por ejemplo, en infecciones como ésta, puede suponer un riesgo añadido para los adultos mayores.

Por eso es primordial, que se extremen las precauciones y sistemas de prevención también a esta edad: higiene correcta, alimentación saludable, no tener hábitos tóxicos y practicar ejercicio.

Todo ello permitirá que el sistema inmunológico pueda trabajar mejor y estar preparado.

Eso sí, si la patología aparece es importante que se diagnostique y trate también con premura, como a cualquier otra edad. En los mayores la sintomatología puede variar y según los especialistas pueden no presentan ni fiebre, ni dolor de cabeza ni rigidez en la nuca. Por tanto, puede ser un poco más difícil detectarla. Los expertos aconsejan tener en cuenta síntomas como la confusión o la perdida de conciencia, ya que pueden ser señal de meningitis en personas mayores.

El tiempo es un elemento vital para tratar esta enfermedad a cualquier edad, ya que cuanto antes se administre el antibiótico adecuado antes se cortarán los síntomas y la inflamación de las meninges, previniendo así mayores secuelas. En ocasiones los mayores también son tratados con corticoides que reducen dicha inflamación y controlan los síntomas.

La enfermedad neumocócica, que puede provocar neumonía neumocócica, meningitis neumocócica y bacteremia neumocócica, es uno de los tipos de meningitis que más afectan a las personas mayores. Otras poblaciones de riesgo frente a este tipo de infección son los bebes, niños, o personas con patologías crónicas ya sean de corazón, pulmón o riñones, según informa el Departamento de Salud del Estado de Nueva York.

El neumococo se transmite por vía aérea o al estar expuesto a las bacterias emitidas o exhaladas por personas con la infección.

Además, en personas con infección en los oídos o sinusitis, en ocasiones, si la infección no es tratada puede llegar hasta las meninges provocando el desarrollo de la patología.

Hay una vacuna para evitar este tipo de infección, y es algo que pueden consultar con los especialistas tanto para inmunizar a niños como a adultos mayores o personas de riesgo. Se trata de la vacuna polisacárida neumocócica. La vacuna se suele poner a partir de los 65 años y se recomienda revacunar con una segunda dosis a los cinco años. En personas de riesgo se puede poner antes.

Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) explican que las personas mayores deben tener también especial cuidado si ya han pasado una gripe que haya dejado debilitado su sistema inmunológico, ya que si no se cura del todo se puede pasar a una infección respiratoria por neumococo, y de ahí se puede desarrollar la meningitis.

Afirman que la listeria, que causa el 8% de las meningitis bacterianas, supone el 20% de los casos en ancianos.

Asimismo, esta entidad advierte sobre el uso de algunos fármacos (antiinflamatorios) como desencadenantes de un caso de meningitis. En este caso al no ser una causa infecciosa podría tener mejor pronóstico, pero se recomienda no automedicarse por este motivo.

En conclusión, es importante realizar una valoración y seguimiento de las personas mayores que puedan presentar meningitis para que sean tratadas lo antes posible y evitar consecuencias fatales.

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¿Qué es la meningitis?

La meningitis es una enfermedad que puede dar lugar a diversas afectaciones de carácter neurológico debido a una inflamación de las meninges que recubren el cerebro.

Esta inflamación puede venir producida por bacterias o ser de origen vírico.

También puede llegar a afectar a la médula espinal. Al inflamarse las meninges presionan el cerebro y es cuando aparecen los síntomas.

¿Por qué se produce?

Como que comentamos en la introducción la meningitis puede estar causada por bacterias o ser de origen viral.

Según la Asociación Española contra la Meningitis cuando el origen es vírico su evolución suele ser más leve y de carácter benigno. En cambio, la meningitis producida por bacterias puede llegar a ser muy peligrosa.

Hay tres tipos de bacterias que producen la meningitis: la Haemophilus Influenzae B (HiB), el neumococo y el meningococo en todas sus formas.

¿Se puede prevenir?

Como modo de prevención y para conseguir erradicar la enfermedad existe un programa de vacunas en todo el mundo.

Se trata de combatir principalmente la meningitis bacteriana, y se hace en función a los tipos de bacterias más comunes, como señala el Centro Nacional de Inmunización de Estados Unidos: las vacunas antimeningocócicas, las vacunas antineumocócicas y las vacunas contra Hib.

Desde la Asociación Española contra la Meningitis afirman que en España se implantó este calendario de vacunas contra la meningitis desde los años 80. A partir de 2014 se implantó también la vacuna contra el neumococo.

Aun estando vacunadas hay personas que pueden llegar a contagiarse de meningitis bacteriana, por eso hay que extremar las precauciones en lugares de más riesgo y si hay contacto con personas infectadas.

Para prevenir los casos de mamas embarazadas que contagian a sus bebes, pueden realizarse una prueba y si resulta positiva pueden suministrarles el antibiótico en el momento del parto, para que no pasen la bacteria a los bebes.

A veces el contagio se ha producido por la ingesta de ciertos alimentos. Para prevenirlo se deben evitar ciertos productos durante el embarazo: quesos frescos y algunos tipos de blandos, a no ser que se hayan preparado con leche pasteurizada, y alimentos crudos.

La Asociación Española contra la Meningitis propone además de las vacunas mantener unos hábitos de higiene y de vida saludables. De esa forma se protegerá el sistema inmunitario y se pueden prevenir contagios como el de la meningitis.

¿Se puede curar?

Ante los primeros síntomas o señales de meningitis se debe acudir rápido a urgencias. Un diagnóstico precoz y comenzar el tratamiento de antibiótico adecuado hacen posible que la meningitis se pueda curar y reducir las posibles secuelas.

¿Qué tratamiento se recomienda?

Según el detonante de la meningitis los profesionales médicos dan un tratamiento u otro.

Para la meningitis bacteriana, que es más grave, actúan con varios tipos de antibiótico.

Y lo más importante es comenzar con estos fármacos rápido, para atajar la infección.

¿Cuáles son los síntomas que indican que una persona puede tener meningitis?

Los primeros síntomas, según señala la Asociación Española contra la Meningitis, son síntomas que pueden cursar con otras patologías más leves: fiebre, dolor de cabeza, sensación de cansancio o vómitos.

Pero hay otros síntomas más específicos que señalan que puede ser esta enfermedad:

  • Dolor en las piernas
  • Fío en manos y pies
  • Piel pálida y con tonalidad violeta

Poco a poco pueden ir apareciendo otras características como convulsiones o reducción de la consciencia. Aunque no hay un orden para su aparición.

Otros de los síntomas más conocidos también y que llevan a los especialistas a un diagnóstico de meningitis son:

  • La rigidez del cuello
  • La aparición de petequias, pequeñas manchas rojas en la piel
  • Molestias al exponerse a la luz, fotofobia

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Los especialistas médicos deben atender a las señales y síntomas que presenta el paciente.

Además de realizar algunas pruebas para obtener el diagnóstico de forma rápida y comenzar así su tratamiento.

La prueba más rápida consiste en tomar analíticas de sangre o en alguna ocasión de líquido cefalorraquídeo. De esa forma, el laboratorio dirá a qué se debe la infección.

El especialista decidirá si es necesario realizar otras pruebas como TAC o resonancias del cerebro.

  • Encefalitis: Patologías en las que se produce la inflamación del tejido cerebral.
  • Endémica, enfermedad: Enfermedades infecciosas que están siempre presentes y que se desarrollan de forma habitual en zonas o regiones.
  • Listeria: Enfermedad que se transmite por alimentos contaminados por la bacteria llamada listeria. La bacteria se puede encontrar en algunos animales tanto salvajes como domésticos, en el agua y en la tierra.
  • Meninges: Forman parte del sistema nervioso central. Son las membranas que recubren y protegen el cerebro y la médula espinal. Están compuestas por tres capas de tejido conectivo que aporta esa protección.
  • Meningococo: Es una bacteria que produce meningitis.
  • Meningoencefalitis: Persona con meningitis y encefalitis.
  • Neumococo: Tipo de bacteria que puede producir meningitis y otros tipos de infecciones como neumonía, sinusitis, etc.
  • Petequias: Son pequeñas manchas rojas que aparecen en la piel en patologías como la meningitis y que incluso presionando sobre ellas no desaparecen.
  • Polisacárida neumocócica, vacuna: Vacuna usada para prevenir patologías como la meningitis causada por bacterias neumococo.
  • Sepsis: Infección que se expande en el organismo a través de la circulación de la sangre y puede tener consecuencias graves.
  • Tetravalente, vacuna: Se llaman así a las vacunas que protegen de varios virus diferentes. En el caso de la meningitis está vacuna cubre varios serogrupos de bacterias.