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¿Qué es la Hemiplejia?

La hemiplejía es un trastorno neurológico que implica la parálisis completa de un lado del cuerpo.

La hemiplejia se considera un tipo de discapacidad física, debido a que afecta a la capacidad de una persona para moverse y controlar un lado del cuerpo debido a una parálisis completa.

Esta condición se debe a un daño en una de las mitades del cerebro, específicamente en el hemisferio cerebral opuesto al lado del cuerpo afectado. Pues cada hemisferio cerebral controla los movimientos y la sensibilidad del lado opuesto del cuerpo.

El cerebro está dividido en dos hemisferios, cada uno controlando funciones específicas del cuerpo. El hemisferio izquierdo es responsable del control del lado derecho del cuerpo y, generalmente, del lenguaje y las habilidades analíticas. El hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo y está más involucrado en habilidades espaciales y de reconocimiento de patrones. Por lo tanto, un daño en uno de los hemisferios no solo afecta la movilidad, sino que también puede influir en otras funciones cognitivas y perceptivas.

Además del control motor, la hemiplejía puede impactar en la percepción sensorial y el procesamiento cognitivo. Por ejemplo, un daño en el hemisferio derecho puede afectar la percepción espacial y la capacidad de reconocer rostros, mientras que un daño en el hemisferio izquierdo puede impactar el habla y el lenguaje.

Hemiplejia derecha

La hemiplejía derecha es un tipo específico de hemiplejía en la que el lado derecho del cuerpo está paralizado.

Esta condición ocurre cuando hay un daño en el hemisferio izquierdo del cerebro, ya que cada hemisferio cerebral controla el lado opuesto del cuerpo.

El hemisferio izquierdo del cerebro no solo controla los movimientos del lado derecho del cuerpo, sino que también está típicamente asociado con:

  1. Lenguaje y habla: Tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) para identificar la ubicación y la extensión del daño en el cerebro.
  2. Habilidades analíticas y matemáticas: Pruebas para evaluar la función motora, sensorial y cognitiva del paciente.
  3. Control de la mano dominante: Revisión de la historia clínica del paciente para identificar posibles causas subyacentes.

El pronóstico de una persona con hemiplejía derecha varía ampliamente y depende de factores como la causa del daño cerebral, la gravedad del daño, la rapidez con la que se inició el tratamiento y la rehabilitación, así como la edad y la salud general del paciente. Algunos pacientes pueden recuperar una parte significativa de su función motora y sensorial con el tiempo, mientras que otros pueden tener discapacidades permanentes.

Hemiplejia izquierda

Hombre con una hemiplejia andando con un dispositivo de asistencia

La hemiplejía izquierda es una condición en la que el lado izquierdo del cuerpo está paralizado.

Esta parálisis es el resultado de un daño en el hemisferio derecho del cerebro, que controla los movimientos y la percepción sensorial del lado izquierdo del cuerpo.

El hemisferio derecho del cerebro no solo controla los movimientos del lado izquierdo del cuerpo, sino que también está típicamente asociado con:

  1. Percepción espacial: El hemisferio derecho está involucrado en la percepción del espacio y la orientación, por lo que el daño en esta área puede llevar a dificultades para juzgar distancias y ubicaciones en el entorno.
  2. Reconocimiento de patrones y rostros: La capacidad para reconocer rostros y patrones también se ve afectada, lo que puede dificultar la identificación de personas conocidas y objetos.
  3. Creatividad y habilidades artísticas: El hemisferio derecho está asociado con la creatividad y las habilidades artísticas, por lo que el daño en esta área puede afectar la capacidad para realizar actividades creativas y artísticas.
  4. Creatividad y habilidades artísticas: El hemisferio derecho está asociado con la creatividad y las habilidades artísticas, por lo que el daño en esta área puede afectar la capacidad para realizar actividades creativas y artísticas.

Algunos pacientes pueden recuperar una parte significativa de su función motora y sensorial con el tiempo, mientras que otros pueden tener discapacidades permanentes.

 

Tipos de hemiplejia

La hemiplejía puede ser congénita o adquirida. La hemiplejía congénita ocurre antes o durante el nacimiento y puede deberse a factores como infecciones intrauterinas, falta de oxígeno al nacer o malformaciones cerebrales. La hemiplejía adquirida se desarrolla después del nacimiento debido a los factores mencionados anteriormente, como accidentes cerebrovasculares o traumatismos.

La hemiplejia puede clasificarse en varios tipos según diversos criterios, como el momento de aparición, la causa subyacente y la extensión de la parálisis.

A continuación, se presentan las principales categorías:

  1. Hemiplejía Cerebral:
    • Hemiplejia derecha: Causada por daño en el hemisferio izquierdo del cerebro.
    • Hemiplejia izquierda: Causada por daño en el hemisferio derecho del cerebro.
  2. Hemiplejía Espinal
  3. Hemiplejía Facial:
    • Parálisis de Bell: Una parálisis temporal del nervio facial sin causa clara, aunque se cree que puede ser viral.
    • Accidente cerebrovascular: Puede causar parálisis facial si afecta las áreas del cerebro que controlan los movimientos faciales.
    • Trauma: Lesiones directas al nervio facial.
  4. Hemiplejía Espástica

Estos tipos de hemiplejía pueden tener diferentes causas, manifestaciones y requerir distintos enfoques terapéuticos.

Hemiplejia facial

La hemiplejía facial, también conocida como parálisis facial, es una condición que afecta los músculos de un lado de la cara, causando debilidad o parálisis.

Esta condición se debe a una disfunción del nervio facial, también conocido como el séptimo par craneal, que controla los músculos faciales. A continuación, podrás conocer las características de la hemiplejía facial:

  • Debilidad muscular: Los músculos faciales en un lado de la cara se debilitan, lo que puede dificultar las expresiones faciales, como sonreír o cerrar el ojo del lado afectado.
  • Asimetría facial: Un lado de la cara puede parecer caído o asimétrico en comparación con el otro lado.
  • Dificultad para hablar y comer: La debilidad en los músculos faciales puede afectar la capacidad de hablar claramente y de masticar o tragar alimentos.
  • Pérdida de sensación: En algunos casos, puede haber una pérdida parcial de la sensibilidad en el lado afectado de la cara.

El pronóstico de la hemiplejía facial varía dependiendo de la causa subyacente. Sin embargo, en casos de ACV, trauma severo o tumores, la recuperación puede ser más complicada y requerir tratamiento especializado.

Hemiplejia cerebral

La hemiplejía cerebral es una parálisis que afecta un lado del cuerpo y se debe a un daño en el cerebro, específicamente en el hemisferio cerebral opuesto al lado paralizado del cuerpo.

Este daño puede resultar de varias causas y tiene diversas implicaciones en la función motora y sensorial. A continuación, se presentan las características clave de la hemiplejía cerebral:

  • Parálisis: Afecta un lado del cuerpo, incluyendo la cara, el brazo y la pierna del lado opuesto al daño cerebral.
  • Debilidad muscular: Los músculos del lado afectado pueden ser débiles, lo que dificulta el movimiento y la coordinación.
  • Espasticidad: Rigidez muscular y aumento del tono muscular en el lado afectado.
  • Pérdida de sensibilidad: Puede haber una disminución o pérdida de sensibilidad en el lado paralizado.
  • Problemas de coordinación y equilibrio: Dificultad para coordinar movimientos y mantener el equilibrio.
  • Problemas cognitivos y del lenguaje: Si el daño está en el hemisferio izquierdo, pueden surgir problemas de habla y lenguaje. Si está en el hemisferio derecho, puede haber dificultades con la percepción espacial y la cognición.

La hemiplejía cerebral depende de varios factores, incluyendo la causa del daño cerebral, la gravedad del daño, la rapidez con que se inició el tratamiento y la edad y salud general del paciente.

Algunas personas pueden recuperar una parte significativa de su función motora y sensorial con rehabilitación intensiva, mientras que otras pueden tener una discapacidad permanente.

Hemiplejia espástica

La hemiplejía espástica es una condición neurológica caracterizada por la parálisis de un lado del cuerpo acompañada de espasticidad, que se refiere a la rigidez y el aumento del tono muscular en los músculos afectados.

Esta condición es un tipo específico de hemiplejía cerebral y se debe a una lesión en el cerebro que afecta las vías motoras. Ahora se presentan las características principales de la hemiplejía espástica:

  • Parálisis: Afecta un lado del cuerpo, incluyendo la cara, el brazo y la pierna del lado opuesto al daño cerebral.
  • Espasticidad: Aumento del tono muscular y rigidez en los músculos del lado afectado. Esto puede dificultar el movimiento y causar dolor.
  • Reflejos exagerados: Aumento de los reflejos tendinosos profundos en el lado afectado.
  • Contracturas: Los músculos pueden volverse permanentemente rígidos y acortados si no se manejan adecuadamente, lo que lleva a deformidades articulares.
  • Debilidad muscular: Debilidad en los músculos del lado afectado, lo que complica aún más el movimiento.
  • Problemas de coordinación y equilibrio: Dificultad para coordinar movimientos y mantener el equilibrio, lo que puede aumentar el riesgo de caídas.

Este tipo de hemiplejia varía según la causa subyacente, la gravedad del daño cerebral y la rapidez con que se inicie el tratamiento.

La rehabilitación intensiva, que incluye fisioterapia, terapia ocupacional y, en algunos casos, terapia del habla, es crucial para maximizar la recuperación de la función motora y mejorar la calidad de vida del paciente. El uso de medicamentos antiespásticos, ortesis y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas, también puede ser necesario para manejar la espasticidad y prevenir contracturas.

El diagnóstico de la hemiplejia espástica y un enfoque de tratamiento multidisciplinario son esenciales para mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente.

Hemiplejia espinal

La hemiplejía espinal es una condición que implica la parálisis de un lado del cuerpo debido a una lesión en la médula espinal.

Este tipo de hemiplejía es menos común que la hemiplejía cerebral y puede resultar de varias causas que afectan la médula espinal directamente. Aquí se detallan los aspectos de interés en la hemiplejía espinal:

  • Parálisis unitalteral: La parálisis afecta un lado del cuerpo, dependiendo de la ubicación y el nivel de la lesión en la médula espinal.
  • Debilidad muscular: Debilidad en los músculos del lado afectado, lo que puede dificultar el movimiento y la coordinación.
  • Pérdida de sensibilidad: Disminución o pérdida de sensibilidad en el lado paralizado del cuerpo.
  • Flacidez: Dependiendo de la naturaleza de la lesión, los músculos pueden volverse rígidos y tensos (espásticos) o débiles y flácidos.
  • Disfunción autonómica: Puede haber problemas con las funciones autónomas del cuerpo, como la regulación de la temperatura, la presión arterial y el control de la vejiga y el intestino.

La hemiplejía espinal depende de la causa y la gravedad de la lesión, así como de la rapidez con que se inicie el tratamiento.

El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente.

 

Causas de esta parálisis

La hemiplejía puede ser causada por varias condiciones que afectan el sistema nervioso. Las causas generales de la hemiplejía incluyen:

  1. Accidente cerebrovascular: puede ser isquémico debido a una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro por un coágulo, o hemorrágico, como consecuencia de un sangrado en el cerebro por una ruptura de un vaso sanguíneo.
  2. Traumatismos craneoencefálicos: Lesiones en la cabeza por accidentes, caídas o traumatismos que pueden dañar áreas del cerebro responsables del control motor.
  3. Tumores cerebrales: Crecimientos anormales que pueden comprimir o destruir áreas del cerebro responsables del movimiento.
  4. Infecciones cerebrales: puede ser la encefalitis debida a la inflamación del cerebro debido a infecciones virales o bacterianas, o la meningitis, debida a la inflamación en las membranas que rodean al cerebro y a la médula espinal.
  5. Malformaciones vasculares: están las malformaciones arteriovenosas, que son conexiones anormales entre arterias y venas en el cerebro que pueden causar hemorragias, y las aneurismas cerebrales, que son dilataciones anormales en los vasos sanguíneos cerebrales que pueden romperse.
  6. Enfermedades neurodegenerativas: Son opciones la esclerosis múltiple, que es una enfermedad autoinmune que daña la mielina en el sistema nervioso central y la enfermedad de Parkinson, que puede afectar el control motor.
  7. Malformaciones congénitas: Anomalías cerebrales presentes al nacer, como la parálisis cerebral, que afectan el desarrollo motor.
  8. Trastornos metabólicos: La hipoglucemia severa, que produce bajos niveles de azúcar en la sangre pueden causar daño cerebral temporal, y los trastornos hereditarios, que pueden afectar el sistema nervioso central.
  9. Hipoxia Neonata: Falta de oxígeno durante el parto que puede causar daño cerebral y parálisis.
  10. Lupus Eritematoso Sistémico: Puede causar inflamación y daño en el sistema nervioso central.
  11. Síndrome de Guillain-Barré: Puede causar debilidad muscular que afecta la función motora.

Cada una de estas causas puede llevar a hemiplejía mediante distintos mecanismos, como el daño directo a áreas cerebrales responsables del control motor, interrupción del suministro de sangre, o daño a la médula espinal.

La identificación precisa de la causa de la hemiplejia es esencial para el manejo adecuado y la recuperación del paciente.

 

Síntomas principales de la hemiplejia

La hemiplejía se caracteriza por síntomas que afectan a un lado del cuerpo por un daño en el cerebro o la médula espinal.

Los síntomas pueden variar en intensidad y gravedad según la causa y la extensión del daño. Aquí están los principales síntomas de cada tipo de hemiplejía:

Hemiplejia cerebral Espasticidad
Pérdida de sensibilidad
Parálisis o debilidad muscular
Problemas del habla y del lenguaje
Problemas cognitivos y perceptivos
Dificultad para realizar las actividades diarias
Problemas emocionales y psicológicos
Contracturas musculares
Dificultad de coordinación y equilibrio
Hemiplejia espinal Parálisis o debilidad muscular
Pérdida de sensibilidad
Espasticidad o flacidez
Disfunción autonómica
Hemiplejia facial Parálisis facial
Pérdida de la expresión facial
Problemas del habla
Problemas de deglución
Sequedad ocular
Sequedad bucal
Hemiplejia espástica Parálisis o debilidad muscular
Espasticidad
Contracturas musculares
Dificultades de coordinación y equilibrio
Dificultades para realizar actividades de vida diaria

 

Cada tipo de hemiplejía presenta un conjunto específico de síntomas que reflejan la naturaleza y la ubicación del daño neurológico.

La hemiplejía cerebral y espástica comparten muchos síntomas debido a su origen cerebral, mientras que la hemiplejía espinal y facial tienen características propias relacionadas con el sitio específico de la lesión en la médula espinal o los nervios faciales.

 

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la hemiplejía implica una evaluación completa que comienza con la historia clínica y el examen físico y neurológico del paciente para identificar la aparición, progresión y características de los síntomas.

Las pruebas de imágenes cerebrales, como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC), son cruciales para detectar lesiones, tumores, accidentes cerebrovasculares y otras anomalías estructurales. Además, pruebas electrofisiológicas como la electromiografía (EMG) y los potenciales evocados somatosensoriales (PESS) evalúan la actividad eléctrica de los músculos y nervios, mientras que análisis de laboratorio pueden descartar infecciones, enfermedades inflamatorias y trastornos metabólicos.

El tratamiento de la hemiplejía se centra en abordar la causa subyacente, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto puede incluir medicamentos antiespásticos como baclofeno y tizanidina para reducir la espasticidad, anticoagulantes y antiplaquetarios para prevenir coágulos en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico, y trombolíticos para disolver coágulos en casos agudos. En casos de infecciones cerebrales, se administran antibióticos y antivirales adecuados.

Las intervenciones quirúrgicas pueden ser necesarias en ciertas situaciones, como la descompresión de la médula espinal en lesiones espinales, la remoción de tumores cerebrales o cirugías vasculares para reparar aneurismas o malformaciones arteriovenosas. Estas intervenciones buscan abordar directamente la causa de la hemiplejía y prevenir complicaciones adicionales.

La rehabilitación es un componente esencial del tratamiento de la hemiplejía, con fisioterapia para mejorar la fuerza muscular, la movilidad y la coordinación, y terapia ocupacional para ayudar al paciente a recuperar habilidades en actividades diarias. La terapia del habla puede ser necesaria para tratar problemas del habla y la deglución, mientras que la terapia psicológica aborda problemas emocionales y psicológicos como la depresión y la ansiedad.

Hombre sometiéndose a una resonancia magnética en un hospital para conocer si tiene una hemiplejia

Finalmente, el uso de dispositivos asistidos, como órtesis, sillas de ruedas y caminadores, puede mejorar la movilidad y la funcionalidad del paciente. Tratamientos alternativos como la terapia acuática y la estimulación eléctrica funcional (FES) también pueden ser beneficiosos.

Un enfoque multidisciplinario y la intervención temprana son esenciales para maximizar la recuperación y mejorar la calidad de vida de las personas con hemiplejía.

¿Cómo y quién diagnostica la Hemiplejia?

El diagnóstico de la hemiplejía comienza con una evaluación exhaustiva que incluye la recolección de antecedentes médicos y familiares del paciente, con énfasis en la aparición y progresión de los síntomas. El neurólogo especialista realiza un examen físico y neurológico detallado, evaluando la fuerza muscular, el tono, los reflejos y la sensibilidad en el lado afectado del cuerpo. Además, se realizan pruebas sensoriales y de coordinación para determinar la extensión de la parálisis.

Las pruebas de imágenes, como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC), son esenciales para identificar lesiones cerebrales, tumores, accidentes cerebrovasculares y otras anomalías estructurales. Estas pruebas proporcionan una visión detallada del cerebro y la médula espinal.  

Las pruebas electrofisiológicas, como la electromiografía (EMG) y los potenciales evocados somatosensoriales (PESS), evalúan la actividad eléctrica de los músculos y nervios, complementando el diagnóstico. Los análisis de laboratorio también son importantes para detectar infecciones, enfermedades inflamatorias y trastornos metabólicos.

El diagnóstico de la hemiplejía generalmente lo realiza un equipo multidisciplinario. El médico de atención primaria puede identificar los síntomas iniciales y derivar al paciente a un neurólogo, quien se especializa en trastornos neurológicos y es responsable del diagnóstico detallado y del plan de tratamiento.  

En casos que requieran intervención quirúrgica, un neurocirujano puede ser involucrado, especialmente para la remoción de tumores o reparación de malformaciones vasculares. Un fisioterapeuta también participa en el desarrollo y supervisión de programas de rehabilitación.

¿La Hemiplejia tiene cura?

La hemiplejía no tiene una cura, pero con el tratamiento adecuado, muchos pacientes pueden experimentar mejoras significativas en sus síntomas y funcionalidad.

La recuperación depende en gran medida de la causa, la gravedad del daño neurológico y la rapidez con la que se inicia el tratamiento.

El tratamiento de la hemiplejía se enfoca en la rehabilitación y manejo de los síntomas del trastorno. Programas intensivos de rehabilitación pueden ofrecer mejores resultados, y el uso de dispositivos asistidos puede aumentar la independencia de los pacientes.

Aunque algunos pacientes pueden recuperar la función completa, especialmente con una intervención temprana y en casos de daño menos severo, muchos pueden tener una recuperación parcial y continuar con algunas limitaciones.

Sin embargo, con un enfoque multidisciplinario que incluya apoyo físico, emocional y psicológico, los pacientes pueden adaptarse a sus limitaciones y mejorar significativamente su calidad de vida.

 

Consejos de prevención

La prevención de la hemiplejía se basa en reducir el riesgo de sus causas subyacentes, como los accidentes cerebrovasculares y las lesiones neurológicas.  

Aquí tienes algunos consejos de prevención prácticos para ayudar a prevenir esta condición:

  1. Mantén un estilo de vida saludable:
    • Dieta equilibrada: Come alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Limita el consumo de grasas saturadas, colesterol y azúcares.
    • Actividad física regular: Realiza al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
    • No fumar: Evita el tabaquismo, que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
    • Control del alcohol: Bebe alcohol con moderación, no más de una bebida al día para mujeres y dos para hombres.
  2. Controla tus condiciones médicas:
    • Presión arterial: Mantén tu presión arterial bajo control con una dieta baja en sal, ejercicio y medicación si es necesario.
    • Diabetes: Controla tus niveles de azúcar en sangre mediante una dieta adecuada, ejercicio y medicamentos si es necesario.
    • Colesterol: Monitorea y maneja tus niveles de colesterol para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  3. Prevención de lesiones traumáticas:
    • Uso de equipos de protección: Usa siempre el cinturón de seguridad en el coche y el casco al practicar deportes o andar en bicicleta.
    • Prevención de caídas: Asegura tu hogar eliminando riesgos de tropiezos, utilizando alfombras antideslizantes y manteniendo una buena iluminación.
    • Prácticas seguras del trabajo: Sigue las normas de seguridad y usa equipo de protección personal cuando sea necesario.
  4. Realiza exámenes médicos regulares:
    • Chequeos médicos: Realiza visitas regulares al médico para detectar y tratar problemas de salud antes de que se conviertan en condiciones graves.
    • Vacunación: Mantén tus vacunas al día para prevenir infecciones que podrían afectar el sistema nervioso.

Adoptar estos hábitos puede ayudar a reducir el riesgo de hemiplejía al minimizar las causas subyacentes y promover una buena salud general.

 

Publicaciones, artículos técnicos y sitios web sobre Hemiplejia

 

Contactos de interés, organizaciones, ONG, asociaciones... sobre Hemiplejia

   

Preguntas frecuentes y respuestas sobre el Hemiplejia

 

¿En qué se diferencia la hemiplejia de la hemiparesia?

La diferencia entre hemiplejia y hemiparesia es que la hemiplejia se caracteriza por una parálisis completa en un lado del cuerpo, sin capacidad de movimiento voluntario en los músculos afectados. En cambio, la hemiparesia implica una debilidad parcial en el mismo lado del cuerpo, donde el paciente conserva algo de movilidad, pero con una reducción significativa de la fuerza muscular.

¿Cuánto se tarda en curarse de una hemiplejia?

La recuperación de la hemiplejia puede variar considerablemente. Algunos pacientes experimentan mejoras significativas en semanas o meses con una rehabilitación adecuada, mientras que otros pueden necesitar años para una recuperación parcial o pueden tener secuelas permanentes.

¿Qué fases de recuperación tiene la hemiplejia?

La recuperación de la hemiplejia típicamente pasa por tres fases:

  • Fase Aguda: Enfocada en el manejo médico inmediato y la estabilización del paciente.
  • Fase Subaguda: Incluye el inicio de la rehabilitación para mejorar la movilidad y la funcionalidad durante los primeros meses.
  • Fase Crónica: Se centra en la rehabilitación continua y la adaptación a largo plazo para optimizar la calidad de vida y la funcionalidad. 

Hemiplejia:

Parálisis completa de un lado del cuerpo, que afecta tanto al brazo como a la pierna del lado contralateral al daño neurológico. La capacidad de movimiento y la función en el lado afectado están severamente reducidas o ausentes.

Hemiparesia:

Debilidad parcial en un lado del cuerpo. A diferencia de la hemiplejía, la hemiparesia implica una reducción en la fuerza muscular sin una parálisis total.

Accidente Cerebrovascular:

Interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, que puede causar daño cerebral. Los ACVs pueden ser isquémicos (causados por bloqueos en los vasos sanguíneos) o hemorrágicos (causados por sangrados en el cerebro), y son una causa común de hemiplejía.

Espasticidad:

Aumento del tono muscular que lleva a rigidez y movimientos involuntarios. Es una complicación frecuente en la hemiplejía y puede dificultar el movimiento.

Rehabilitación:

Proceso de tratamiento diseñado para mejorar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad del paciente. Incluye fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla.

No Estimulantes:

Medicamentos utilizados para tratar el TDAH en caso de que los estimulantes no sean efectivos o causen efectos secundarios. Incluyen la atomoxetina y la guanfacina.

Fisioterapia:

Modalidad de rehabilitación que se enfoca en mejorar la movilidad y la fuerza muscular a través de ejercicios físicos y técnicas de movilización.

Terapia ocupacional:

Terapia que ayuda a los pacientes a recuperar y mejorar habilidades necesarias para realizar actividades diarias y funciones básicas.

Terapia del habla:

Terapia que aborda problemas relacionados con el habla, la comunicación y la deglución, que pueden ser afectados por la hemiplejía.

Neurólogo:

Especialista médico que se encarga del diagnóstico y tratamiento de trastornos neurológicos, incluyendo la hemiplejía.

Electromiografía:

Prueba diagnóstica que mide la actividad eléctrica en los músculos para evaluar el funcionamiento de los nervios y los músculos.

Resonancia magnética:

Técnica de imagen que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro y la médula espinal, útil para identificar causas de hemiplejía.

Tomografía computarizada:

Examen de imagen que utiliza rayos X para obtener cortes transversales del cerebro y la médula espinal, ayudando a detectar lesiones, hemorragias y otras anomalías.

Fase aguda:

La etapa inicial del tratamiento después de un evento como un accidente cerebrovascular, centrada en la estabilización y manejo médico inmediato.

Fase subaguda:

Etapa de tratamiento que se inicia después de la fase aguda, enfocada en la rehabilitación temprana para mejorar la movilidad y funcionalidad.

Fase crónica:

Etapa a largo plazo en el proceso de recuperación, centrada en la rehabilitación continua y adaptación para maximizar la calidad de vida y la funcionalidad del paciente.