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La disglosia es un trastorno del habla que afecta a la articulación y la claridad del lenguaje debido a anomalías orgánicas en los órganos que intervienen en la producción de los sonidos. Este trastorno puede presentarse en personas de cualquier edad y tiene un impacto significativo en la capacidad de comunicación.  

Comprender qué es la disglosia, sus diferentes tipos y las posibles recomendaciones para su manejo es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la disglosia, los tipos existentes y ofreceremos recomendaciones prácticas para su tratamiento y rehabilitación.

¿Qué es la disglosia?

La disglosia es una alteración del habla o trastorno del lenguaje de tipo orgánico. Este trastorno puede deberse a una anomalía en uno o varios de los órganos que conforman el aparato que trabaja en la articulación de los sonidos y el habla.  

Entre estos órganos se incluyen la lengua, el paladar, los labios, la mandíbula e incluso los dientes. Estas alteraciones impiden que la persona pronuncie correctamente las palabras, haciendo sus enunciados difíciles de entender.

Las personas que tienen una parálisis en alguno de estos órganos o en la cara también pueden desarrollar disglosia, ya que la parálisis dificulta su capacidad para emitir lenguaje.  

Normalmente, la disglosia puede mejorar con medidas de terapia del habla y rehabilitadoras, o mediante intervención quirúrgica que elimine o mejore la alteración presente. Sin embargo, si la persona continúa sin poder emitir lenguaje y comunicarse, esto puede llevar a una discapacidad, dificultando su inclusión en diversos ámbitos de la vida.

Para valorar la discapacidad, se consideran varios puntos:

  • Existencia de un trastorno del habla y del lenguaje que impida la comunicación.  
  • Presencia de un retraso en el desarrollo del lenguaje y del habla.
  • Afectación fonética.
  • Alteración morfológica en los órganos del lenguaje.
  • Falta de respuesta positiva a las terapias y herramientas empleadas.

Tipos de disglosia

Existen varios tipos de disglosia, cada uno asociado a una parte específica del aparato fonador.

Disglosia labial

La disglosia labial ocurre debido a una alteración en los labios. Esto puede incluir labio leporino, fisuras labiales, o un frenillo en el labio superior. Además, una parálisis facial que afecte los labios también puede causar este tipo de disglosia.

Disglosia dental

En la disglosia dental, la forma o la distribución de los dientes en la boca impiden una correcta dicción. Las causas pueden ser genéticas, hereditarias, o derivadas de prótesis dentales, mala alimentación o alteraciones hormonales, que causan desgaste o malformación dental.

Disglosia mandibular

Los problemas en la disglosia mandibular se deben a una mala oclusión o posicionamiento de la mandíbula. Acciones como chuparse el dedo o usar el chupete por demasiado tiempo pueden provocar esta lesión. También pueden surgir por accidentes o intervenciones quirúrgicas.

Disglosia lingual

La disglosia lingual se debe a una alteración en la lengua. Puede ser por la propia morfología lingual, como una lengua demasiado grande, o por una parálisis que impide su correcto funcionamiento.

Disglosia palatal

La disglosia palatal se debe a una alteración en el paladar. Fisuras o malformaciones en el paladar pueden impedir un correcto posicionamiento de los órganos del habla, dificultando la transmisión del lenguaje oral.

Causas de la disglosia

Las causas de estas alteraciones en los órganos que intervienen en la habilidad del habla son variadas:

  • Anomalía congénita: Alteraciones durante el desarrollo del embrión que impiden el correcto desarrollo de los órganos bucales o periféricos.
  • Factores genéticos o hereditarios.
  • Lesión o traumatismo.
  • Parálisis.
  • Trastorno durante el crecimiento o desarrollo craneoencefálico.
  • Intervención quirúrgica orofacial: El sistema orofacial se encarga de funciones fisiológicas como respirar, tragar y hablar.

Dos anomalías comunes en bebés son el labio leporino y el paladar hendido. Estas alteraciones pueden ser resultado de factores genéticos o de riesgo en los padres, como el consumo de ciertos fármacos, alcohol o enfermedades durante el embarazo. Los niños con estas alteraciones pueden tener problemas auditivos y dificultades en la alimentación y respiración. La intervención quirúrgica temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar su calidad de vida. Además, factores como virus, radiaciones o deficiencias vitamínicas también pueden influir en el desarrollo de estas alteraciones.

Síntomas

El trastorno del lenguaje más frecuente es la dislalia, y uno de sus tipos es la disglosia, que se debe principalmente a malformaciones o alteraciones en los órganos del habla. Para pronunciar correctamente, los órganos como los labios, lengua, dientes y la respiración deben funcionar adecuadamente.  

Madre con su bebé en brazos viendo una Tablet

Cuando la alteración es congénita, los síntomas pueden ser evidentes desde el nacimiento, como el labio leporino. Los padres deben acudir al especialista si:

  • Se detecta una alteración en los órganos fonadores.
  • El desarrollo cognitivo del niño es más lento o tiene complicaciones en la escuela.
  • El niño presenta dificultad para hablar con los demás o rechaza comunicarse.
  • El niño emite sonidos o palabras con dificultad, puede repetir palabras o sílabas.
  • El niño tiene dificultad para hablar, tensando sus músculos o le cuesta respirar al hablar.
  • Se observa menor rendimiento en la escuela. 
     

Tratamiento

El tratamiento de la disglosia implica la intervención de varios profesionales del ámbito sanitario, educacional y familiar. Para un tratamiento efectivo, es necesario un enfoque colaborativo entre especialistas como otorrinolaringólogos, pediatras, psicólogos, ortodoncistas, protesistas, profesores y logopedas, junto con el apoyo de los padres.

El proceso de diagnóstico y terapia incluye varios pasos esenciales.  

  1. Identificación del órgano afectado: El especialista debe determinar qué órgano es responsable de la disglosia.
  2. Evaluación del grado de afectación: Se debe evaluar cómo afecta al paciente en su capacidad de comunicarse.
  3. Desarrollo de un protocolo de intervención: El especialista diseña un plan de terapia específico para el paciente.

El diagnóstico incluye información de los padres, educadores y observaciones directas del niño. Factores como la oclusión dental, respiración nasal, función de la lengua y capacidad para tragar son evaluados para determinar la severidad de la disglosia.

Las intervenciones para tratar la disglosia incluyen opciones como  

Niño pintando un coche con un rotulador verde

  • Intervención quirúrgica: Para eliminar la alteración en el órgano fonador.
  • Tratamiento rehabilitador: Mejora la funcionalidad de los órganos y su musculatura.
  • Tratamiento dental o maxilofacial.
  • Terapia psicológica: Fomenta la seguridad y autonomía del paciente.
  • Logopedia: Mejora el lenguaje, verbalización y deglución. Ejercicios con la lengua, labios, mandíbula y mofletes son comunes.

La terapia miofuncional juega un papel crucial en el tratamiento de las alteraciones orofaciales que dificultan el habla. Esta terapia aborda problemas dentales, parálisis o complicaciones postoperatorias, y reeduca al paciente en funciones vitales como respirar, tragar y hablar. La colaboración entre los profesionales es esencial para una rehabilitación exitosa.

Ejercicios para mejorar la disglosia

La disglosia puede mejorar con ejercicios diseñados para fortalecer y coordinar los músculos implicados en el habla. Te dejamos algunos ejercicios específicos para cada zona:

Ejercicios para los labios

  1. Ejercicio de soplar:
    • Sopla a través de una pajilla en un vaso de agua para hacer burbujas.
    • Sopla globos.
    • Sopla pedazos de papel ligero sobre una mesa.
  2. Ejercicio de besos:
    • Dar besos al aire de manera exagerada.
    • Dar besos en el dorso de la mano de manera sonora.
  3. Ejercicio de presión:
    • Coloca un palillo o un lápiz entre los labios y mantenlo en su lugar durante unos segundos.

Ejercicios para la lengua

  1. Elevación de la lengua:
    • Intenta tocar la punta de la nariz con la lengua.
    • Intenta tocar el mentón con la lengua.
  2. Movimiento lateral de la lengua:
    • Mueve la lengua hacia la comisura izquierda de la boca y luego hacia la derecha.
    • Mueve la lengua de un lado a otro, tocando las comisuras de los labios.
  3. Ejercicio de apretar:
    • Presiona la lengua contra el paladar duro, sosteniéndola durante unos segundos.
    • Intenta aplanar la lengua contra la parte inferior de la boca y luego levantarla hacia el paladar.

Ejercicios para el paladar

  1. Elevación del velo del paladar:
    • Pronuncia sonidos nasales como "m" y "n" de manera prolongada.
    • Realiza gárgaras con agua.
  2. Ejercicio de presión:
    • Intenta hacer clics con la lengua contra el paladar.

Ejercicios para mejorar la articulación

  1. Repetición de sílabas:
    • Practica la repetición de sílabas simples como "pa", "ta", "ka", combinándolas entre sí.
    • Repite sílabas más complejas como "pla", "tra", "kra".
  2. Palabras y frases:
    • Practica palabras que contengan los sonidos que son difíciles de articular.
    • Repite frases sencillas y luego avanza a frases más complejas.

Ejercicios de respiración

  1. Respiración diafragmática:
    • Practica la respiración profunda llenando el abdomen, no solo el pecho.
    • Exhala lentamente controlando el aire.
  2. Ejercicio de control de la respiración:
    • Inhala profundamente y luego exhala lentamente mientras cuentas hasta 10.

Estos ejercicios pueden ser muy útiles, pero es importante recordar que cada caso de disglosia es único y puede requerir un enfoque personalizado. Por eso, la intervención de un logopeda es crucial para diseñar un plan de tratamiento específico y supervisar el progreso.

Consejos de prevención

La disglosia congénita y hereditaria no se puede prevenir, pero un diagnóstico precoz facilita una intervención temprana, mejorando las posibilidades de recuperación. La actuación del logopeda es esencial para desarrollar el lenguaje con menor dificultad.

Consejos para prevenir la disglosia en menores

  1. Realizar un diagnóstico temprano.
  2. Iniciar terapias del habla lo antes posible.
  3. Fomentar un ambiente inclusivo en la escuela y hogar.
  4. Evitar el uso prolongado de chupetes y la succión del dedo.

Consejos para prevenir la disglosia en mayores

  1. Mantener una buena higiene oral.
  2. Evitar traumatismos en la cara y mandíbula.
  3. Consultar al especialista ante cualquier dificultad en el habla.
  4. Participar en programas de rehabilitación si es necesario.

     

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Preguntas frecuentes

¿Cómo se clasifica la disglosia?

La disglosia se clasifica según el órgano afectado: labial, dental, mandibular, lingual y palatal.

¿En qué se diferencian la dislalia, disglosia y disartria?

  • Dislalia: Trastorno del lenguaje que dificulta la articulación de fonemas.
  • Disglosia: Trastorno del habla por alteraciones orgánicas en los órganos fonadores.
  • Disartria: Trastorno del habla por daños neurológicos que afectan la coordinación muscular.

¿Quién es el encargado de diagnosticar la disglosia?

El diagnóstico de la disglosia lo realiza un equipo multidisciplinario que incluye otorrinolaringólogos, logopedas y otros especialistas en función del caso.

Glosario

  • Dislalia: Trastorno del lenguaje que causa dificultad para hablar.
  • Fonador, aparato: Conjunto de órganos que emiten sonidos y permiten hablar, incluyendo el sistema respiratorio, cuerdas vocales y boca.
  • Fonema: Unidad sonora que distingue palabras, como una vocal o consonante.
  • Frenillo: Parte que ancla la lengua a la boca, cuya alteración puede dificultar el habla.
  • Funciones fisiológicas: Funciones vitales del organismo, como respirar