Inclusión social y laboral
La inclusión laboral de personas con discapacidad no solo tiene un impacto positivo en el ámbito empresarial, sino que también beneficia la imagen interna de la organización. Pertenecer a una empresa que valora, apoya e integra a personas con discapacidad aumenta la autoestima de los empleados y fortalece la cultura corporativa.
Para respaldar la inclusión laboral de personas con discapacidad, existen incentivos fiscales. Estos incentivos varían según el grado de discapacidad y pueden tener un impacto significativo en el salario neto de los trabajadores.
Participar activamente en un equipo de trabajo les proporciona una sensación de valor y confianza en sí mismos, mientras que el ingreso económico fortalece su autonomía y reduce su dependencia de la asistencia familiar. Esta independencia se traduce en mejores habilidades sociales y comunicativas al interactuar en el entorno laboral y público.
La exclusión de personas con discapacidad se basa en estereotipos que aún persisten entre profesionales. Sin embargo, estas personas superan muchas barreras cuando acceden a empleos, lo que enriquece a las empresas directamente y a la sociedad de manera indirecta a través de la diversidad.
A continuación, describimos algunas unas ventajas de la inclusión laboral de personas con discapacidad.
- Promoción de un ambiente de trabajo mejorado: La inclusión de personas con discapacidad, independientemente de su tipo, mejora la dinámica en el lugar de trabajo, ya que suelen ser personas ansiosas por aprender y se destacan por su lealtad, resiliencia, compromiso, amabilidad y humildad.
- Sensibilización entre el personal: Trabajar con personas con discapacidad fomenta la diversidad y reduce la discriminación.
- Aprovechamiento de habilidades únicas: Algunas personas con discapacidad poseen habilidades especiales que las diferencian de otros empleados y pueden desempeñar tareas específicas de manera altamente eficiente.
- Mejora de la imagen corporativa: La inclusión de personas con discapacidad no solo beneficia la reputación de la empresa, sino que también eleva el sentido de orgullo de pertenecer a una organización que respeta, apoya e integra a este colectivo.
- Contribuye significativamente a la mejora de la expresión verbal.
Incentivos fiscales
Las personas con discapacidad pueden beneficiarse de una reducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Hay una diferencia en la forma en que se calcula la retención en la nómina y el salario neto según el grado de discapacidad, que puede ser del 33% al 65% o superior al 65%, dependiendo de la situación familiar y laboral, así como del IRPF vigente.
Para ilustrar esto, realizaremos una simulación con un ejemplo de un hombre soltero de 28 años, en la categoría de ingeniero, con un salario bruto anual de 25.000 euros y 14 pagas al año. La simulación se llevará a cabo utilizando la calculadora disponible en el diario digital Cinco Días.
En este ejemplo, no tiene hijos a su cargo ni personas mayores a su cuidado, y tiene una discapacidad reconocida que oscila entre el 33% y el 65%.
Para un caso con estas características, con una discapacidad reconocida entre el 33% y el 65% y un salario bruto anual de 25.000 euros, el resultado es un salario neto mensual (14 pagas) de 2.050 euros, con una retención sobre la nómina del 8,20%.
Sin embargo, si en el ejemplo analizado, la persona tuviera una discapacidad igual o superior al 65%, los resultados serían significativamente diferentes.
En este escenario, el salario neto mensual sería de 1.653,40 euros, es decir, 146 euros más al mes que en el caso de una discapacidad inferior al 65%, ya que la retención por IRPF sería muy baja.
Puedes acceder a la calculadora de "Cinco Días, El País" a través de este enlace