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Foto de una mujer sentada en un sofá y que abraza a sus dos hijos

Ser conscientes de las diferentes necesidades de apoyo no es er injusto.

Muchos padres refieren esta frase de forma casi constante durante las sesiones… “no sé porque el hermano tiene celos, si les criamos igual”, “les educamos de la misma manera y son tan diferentes…”  

Yo siempre les contesto lo mismo: - Por suerte no es así. Imagínate que uno de vuestros hijos necesita 30 minutos de atención, ya que necesita más ayuda, y el otro necesita solo 15 porque es más autónomo… ¿sería justo dedicar 15 minutos a cada uno, y dejar al más necesitado solo con 15 minutos necesitando más? En este caso con el primer niño estaríamos siendo injustos, ya que por ser equitativos, estamos dejando desatendido al menor que más lo necesita… 

Y digo por suerte casi por decir que de forma instintiva, los padres no actúan, ni educan, igual a todos sus hijos. Cubren las necesidades de cada uno de ellos “protegiendo al más débil”.

Es importante que conozcan la importancia de esto, ya que cada niño es un mundo, con unas necesidades concretas, puede que las comidas o la ropa, los caprichos, las creencias y los valores inculcados sean los mismos, pero, aunque nos parezca lo contrario, la forma en la que les criamos no. 

Este comportamiento de aumento de atención ante necesidades específicas no tiene nada que ver con el favoritismo, no se trata de otorgar tiempo a un hijo por afinidad en gustos o porque llegó en el momento preciso de madurez de los padres, o por cualquier otro motivo, y hay que dejárselo claro a los padres, se trata de adecuar nuestra dedicación a quien más lo requiere. 

Quizás la dedicación pueda generar sentimientos de celos en hermanos y culpa en los padres que hay que desterrar si no responden a la realidad. 

Que los progenitores sean conscientes de esto tiene una relevancia importante, porque hacerles ver que este equilibrio que logran al otorgar más tiempo a quien más lo necesita,  suprime la culpabilidad que suelen manifestar por volcarse más en un hijo que en otro, en especial cuando uno de los menores tiene una discapacidad, ya que tiende a ser este el que más atención y cuidados requiere (terapias, médicos…)

Por eso ante la pregunta “¿estoy siendo injusta/o con mi otro hijo?” siempre debemos decir “No, lo injusto sería dar a ambos el mismo tiempo cuando uno necesita más de ti”

 

Ana Ortega Rico. Psicóloga Colegiada nº 34172. 
Especialista en Atención Temprana. Psicomotricista. 
Asociación Cuenta Conmigo Ayuda a padres y niños.
facebook.com/ACConmigo