Llega el verano, y con él, las vacaciones escolares. Todos los alumnos cursen la etapa y modalidad que cursen, dejan su rutina de clases y comienzan un periodo del año diferente, ideal para vivir otras experiencias, a veces en familia, a veces con amigos, pero siempre deberían fomentar el desarrollo individual, familiar y social del alumno.
Durante el invierno los escolares han estado sometidos a una rutina férrea. Los horarios del colegio son largos y por las tardes muchos ellos continúan con actividades extraescolares.
En el caso de los alumnos de necesidades educativas especiales (ACNEEs) que han asistido a un centro ordinario, las tardes son, en muchos casos, la segunda parte de un día muy intenso, ya que deben completarse con terapias y apoyos de diferentes tipos y por supuesto, no puede perderse de vista el ocio y tiempo libre, algo que es fundamental para el buen desarrollo de cualquier niño o adolescente y que en el caso de los ACNEEs se complica.
Esta necesidad de diferentes apoyos y terapias no son fáciles de satisfacer. Muchos padres no disponen del tiempo y/o de los recursos económicos necesarios para hacerles frente y el sistema público de salud está colapsado, o no llega a la atención de todas esas demandas. En el caso de la necesidad de tener un ocio sano con iguales, es aun más difícil, sobre todo cuando los alumnos llegan a la adolescencia y juventud en la que los patrones de desarrollo y los intereses se separan con respecto a su grupo de edad.
Para compaginar horarios, proximidad y atención a chicos con necesidades especiales buscar en nuestro distrito centros o asociaciones de barrio que ofrezcan ocio adaptado puede ser una opción muy acertada. En el distrito de Carabanchel, en los últimos años han surgido asociaciones sin ánimo de lucro que tratan de cubrir estas necesidades a las que no llega el sistema de público y en muchos casos tampoco los padres. YNCA, TOMILLO, o REDES son algunas de ellas.
REDES COOPERATIVA cumple 25 años trabajando en el barrio. Su objetivo es atender a las personas, teniendo en cuenta sus circunstancias, preocupaciones, intereses y potencialidades. Desde el Área de Infancia y Familias, ofrecen todo un sistema que comienza con la derivación por parte de los servicios sociales, o por los centros escolares. Atienden a todo tipo de chavales de diferentes maneras, realizando un apoyo escolar por las tardes en sus centros, intervención específica en dificultades de aprendizaje y necesidades especiales a través del servicio de audición y lenguaje, apoyo psicológico y psicomotriz, orientación vocacional a los jóvenes, acompañamiento social, para apoyar en la cobertura de vivienda, empleo, sanidad…etc. Y como no, gran número de actividades para el ocio y tiempo libre culturales, deportivas, y de participación en su entorno. Todas ellas dirigidas por profesionales capacitados que atienden a todo tipo de chavales del barrio sean o no ACNEEs, pero todos en riesgo de exclusión social.
La coordinadora de este Área de Infancia y Familia, Silvia Diana Jens nos explica su forma de trabajar:
“Tenemos menores y jóvenes con retraso madurativo, déficit de atención y/o hiperactividad, TEA, dislexia, TELL…etc. Aunque lo común a todos ellos es que son chavales y chavalas con ganas de formar parte de algo, de pasarlo bien y que en sus hogares no tienen muchos recursos para poder disfrutar de tiempo libre, estando solos, usando excesivamente las pantallas, o acudiendo a un ocio no saludable si no viniesen a nuestros centros”.
Es verdad que las actividades diseñadas en muchas ocasiones tienen que adaptarse a diferentes ritmos o necesidades, pero es habitual en todo lo dirigido a adolescentes, ya que nuestro objetivo es centrarnos en las personas para conseguir desarrollar al máximo sus potencialidades. Los chavales, suelen entender bien las diferencias gracias a que se trabaja prestándoles una cuidada atención por parte de los educadores.
“J.M. es un alumno TEA que cursa ahora tercero de ESO en un centro del barrio. Comenzó en REDES para que le ayudaran a hacer los deberes por las tardes, dos días en semana, en primero de ESO. Su madre trabaja, está separada y tiene otros dos hermanos. Desde el primer momento, los educadores se coordinaban con el centro para trabajar con pautas consensuadas y, poco a poco, se fueron cubriendo otros aspectos que debían trabajarse con J.M., como la logopedia, o la terapia psicológica.
Se trabaja sobre su autonomía y su expresión, así como la validación de sus emociones, o cómo manejar las distorsiones cognitivas, coordinándose con otros profesionales”.
En cuanto al ocio, todos los viernes se hacen actividades. Es un momento de encuentro con otros compañeros y las actividades son muy variadas, desde una película a grabar un video sobre temas que nos preocupan en el barrio.
Como J.M. ha ido adaptándose bien a estos momentos, a pesar de que a veces los educadores deben trabajar con él antes para que pueda anticipar lo que va a pasar y no le genere estrés, puede asistir a más cosas, como pasar el día en Cercedilla mochila en mano.
Cuando llega el verano y con él las vacaciones escolares, J.M. acude a un campamento urbano, con el resto de amigos de REDES y muchos otros. Cada día hacen una actividad. A J.M. le gusta mucho la piscina porque él es muy caluroso. Come allí y después por la tarde en casa descansa un rato y después ya está con la play.
J.M. está teniendo una progresión muy positiva. Está bien adaptado en el centro escolar. Sus compañeros le aprecian y respetan su forma de ser. Las técnicas en habilidades sociales que lleva trabajando desde primero van dando su fruto, así como es resto de las terapias. Es un chico feliz. Su día a día está lleno de actividades y su tiempo libre lleno de momentos que le aportan y aumentan su confianza para participar de la vida social, ser parte de este barrio, de esta sociedad.
Para muchas familias la búsqueda de ocio en familia y de manera individual para sus chicos con necesidades especiales, puede resultar estresante y poco satisfactoria, pero el verano debe, y puede ser, un momento de disfrute, aprendizaje y socialización. A veces no tenemos que buscar muy lejos, sólo plantearnos que se puede disfrutar también sin salir del barrio.
Gema González Aznar
Profesora de Educación Especial de la especialidad Pedagogía Terapéutica (PT)
Colegio La Milagrosa de Madrid