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Foto de un señor mayor en silla de ruedas que empuja un chico joven en un parque y con sonrisa de alegria

Aplicación práctica del modelo de Atención Centrada en la Persona

La pirámide poblacional ha variado ostensiblemente en los últimos 20 años, incrementándose la población mayor de 65 años en un 30% en el periodo comprendido entre 1960 y la actualidad: (en 1960 los mayores de 65 años comprendían un 8,2% de la población total y en el 2021, un 22,3% de la población corresponde a mayores de 65 años). Los factores responsables de estos cambios demográficos son el descenso de la natalidad, la disminución de la mortalidad perinatal e infantil, el incremento de la esperanza de vida y el fenómeno migratorio. 

En el año 2019 vivían en residencias de mayores, 322.180 personas mayores de 65 años. Hay alrededor de 4,2 plazas de residencia por cada 100 personas mayores; en total, 372.985 plazas (2019).

La población institucionalizada pertenece en su mayoría al grupo de edad por encima de 80 años, por lo cual son personas más vulnerables, con mayor nivel de dependencia para realizar las actividades de la vida diaria, con problemas importantes de movilidad, acompañada de discapacidades y patologías crónicas .   

Ante estas cifras y la inevitable transformación del mundo del cuidado profesional con la incorporación de avances tecnológicos y de salud, la mayor esperanza de vida de los mayores y la necesidad de cuidados muy diferentes y personalizados, los modelos de asistencia residencial están cambiando. Las personas que dentro de unos años ingresarán en centros residenciales demandarán distintos servicios y tendrán necesidades muy diversas a las actuales. Probablemente sean personas con un nivel socioeducativo más elevado, que se lleven consigo sus dispositivos tecnológicos, que prefieran tener wifi en la habitación en vez de un aparato de radio o de televisión, que prefieran tener un gimnasio o una “playstation” en vez de jugar al bingo, es decir, modelos de actividades muy distintos a la oferta actual.

La aplicación del modelo de Atención Centrada en la Persona  es un ejemplo de la transformación del mundo asistencial que se está implantando en España y que algunos países ya han adoptado impulsados por su cultura.

El modelo de ACP o modelo Housing, implantado en países como Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania o Reino Unido, tiene como principal objetivo “vivir fuera de casa, pero como en casa”. En los centros residenciales en la que está implantado este tipo de cuidados, se reconoce la singularidad de cada persona, se protege su intimidad, se promueve su autonomía, se apoya y se estimula la presencia de las familias y se favorece un ambiente hogareño. 

Una de las principales apuestas de estos países nórdicos ha sido la de integrar conjuntamente políticas de vivienda, de sanidad y servicios sociales, promoviendo viviendas con apoyos para aquellas personas que se encuentran en situación de dependencia, construcción de pequeñas viviendas para grupos reducidos donde se combinan zonas privadas con espacios comunes (Martínez, 2013). Esta misma autora explica el ejemplo de Suecia y de Dinamarca con las llamadas “Viviendas en Grupo” que se componen de un máximo de 10 a 12 apartamentos de unos 30 metros cada uno y se distribuyen alrededor de estancias comunes para la convivencia y en la que se ubica una cocina conectada a la sala de estar y una terraza o jardín de uso comunitario. La principal característica es la de ofrecer asistencia 24 horas, pero en alojamientos normalizados que se asemejen a un hogar. 

En España, la aplicación de este modelo está comenzando, aunque hay algunas iniciativas interesantes como:

•    El proyecto Etxean Ondo (En casa, bien) promovido por el Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno del País Vasco desde una colaboración con Fundación Matía. Se realizaron diversas intervenciones prácticas como, por ejemplo, cambios en el equipamiento, diseño y decoración de modo que los centros se asemejaran más a una “casa”; se incorporaron horarios personalizados, comida compartida con los auxiliares, eliminación de uniformes de trabajo y de baberos para los residentes; se compartían las rutinas domésticas y por supuesto se formó al personal auxiliar.

•    El trabajo impulsado por el Gobierno del Principado de Asturias en el que se confeccionaron las Guías Buenas Prácticas para residencias y centros de día de personas mayores y personas adultas con discapacidad (Consejería de Vivienda y Bienestar Social del P. de Asturias, Varios autores, 2009, 2010) Esta guía recopila una serie de buenas prácticas para orientar la intervención en residencias de personas con discapacidad, que han sido elaboradas por equipos técnicos, siempre priorizando el modelo de atención a la calidad de vida. Esta “Guía de Buenas Prácticas en Residencias de personas mayores en situación de dependencia” está disponible para descarga la web del principado de Asturias. 

•    El desarrollo de algunas entidades privadas como Alzheimer Catalunya, Intress, Asispa o Cáritas (como el centro El Buen Samaritano-Churriana). Este último es un centro libre de sujeciones, ya que se ha demostrado que su uso es perjudicial para el bienestar de la persona además de no respetar su dignidad; trabajan con un modelo de atención centrada en la persona a través de unidades de convivencia. Asispa lleva desde hace varios años formando a sus trabajadores e implantando progresivamente este modelo en sus centros de día, como medio para mejorar la calidad de vida de las personas y ayudarles a continuar con su proyecto de vida. 

•    Actualmente la Junta de Castilla y León lo está implantando en sus centros públicos, y otros centros privados en distintos puntos de la geografía española están sumándose a esta iniciativa, su estudio, investigación y puesta en marcha como la Fundación Pilares para la Autonomía Personal y la Fundación Matía, de la que hemos tomado numerosas referencias en este artículo.

•    La publicación de la Guía La atención gerontológica centrada en la persona (Martínez, 2011), editada por el Gobierno de País Vasco en colaboración con Fundación Matía. Esta guía introduce algunos retos al proponer una nueva visión de las personas mayores, de los roles profesionales y demandar sistemas organizativos más flexibles. Está disponible de forma gratuita en Fundación Caser pinchando aquí.

Aunque ya hay numerosos centros residenciales que forman en ACP y adoptan su filosofía, influenciados por EEUU o los países nórdicos, en España la Atención Centrada en la Persona es más teórica que práctica; nos falta el cambio cultural para llegar a integrar la ACP en nuestro modelo de atención a las personas dependientes, que implica más tiempo y a veces, hasta un cambio de generación. Probablemente cuando algunos de los que leemos este artículo, lleguemos a mayores y tomemos la decisión de ingresar en una residencia, nos encontremos con la buena noticia de que nos permiten llevar a nuestra mascota, que respetan las rutinas y horarios que teníamos en casa o que podemos salir a dar una vuelta sin tener que pedir permiso; si eso es así, significará que la Atención Centrada en la Persona ya es una realidad. 

Para ver más ejemplos:
•    En el canal de youtube de Inforesidencias se puede encontrar la visita a una residencia en Alemania dónde practican la ACP. 
•    En el canal de youtube de Fundación Matía, se puede encontrar un vídeo que se llama “¡Esta también es mi casa!” dónde se ven ejemplos de la aplicación práctica de la ACP. 

 

Mª Amelia Hacar Martín 
Psicóloga Gerontóloga y formadora socio sanitaria
FUNDACIÓN MATÍA