Durante la infancia, se pueden identificar en algunos niños trastornos de neurodesarrollo. Uno de los más conocidos es el Trastorno del espectro autista (TEA), un término relativamente reciente, que abarca un abanico de síntomas y grados de gravedad. Pero, entonces, ¿existe diferencia entre el TEA y el autismo?
Ya que, según la Confederación de Autismo de España, 1 de cada 100 personas tiene autismo, es necesario dar respuesta a este interrogante. Por eso, las próximas líneas de este artículo se dedican a profundizar en cada uno de estos términos para esclarecer si existe o no diferencia entre TEA y autismo.
Definiciones
El primer paso para identificar si existen diferencias entre TEA y autismo es considerar qué es autismo y qué es el TEA. Por ello, veamos cada término por separado.
¿Qué es el autismo?
En el pasado, el DSM-IV, manual de diagnóstico aprobado por la Asociación Americana de psiquiatría, hablaba de cinco categorías dentro de los trastornos generalizados de desarrollo: autismo clásico, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, trastorno desintegrativo infantil y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
En 2013, con la nueva edición del DSM-V, se dejó de hablar de categorías, dando paso a un nuevo y único término, TEA o trastorno del espectro autista, donde se engloban todas. Por eso, en la actualidad, el autismo se denomina, también, trastorno del espectro autista o TEA.
¿Qué es el TEA?
El TEA o trastorno del espectro autista es un trastorno de neurodesarrollo que afecta al sistema nervioso y al funcionamiento del cerebro. Sus características principales son la dificultad para las interacciones sociales y la comunicación, así como presentar patrones atípicos de actividad y comportamiento, por ejemplo, gran atención a los detalles, dificultad para pasar de una actividad a otra y reacciones poco habituales a las sensaciones.
Como mencionábamos con anterioridad, ahora TEA o trastorno del espectro autista es el único término que se utiliza para referirse a este tipo de trastornos, diferenciando, así, una única categoría donde solo se consideran dos síntomas (comunicación social y conductas repetitivas) y diferentes grados de gravedad. Además, el paso a la utilización del término espectro se hace con el fin de indicar que existe una amplia variación en el tipo y la gravedad de los síntomas.
Diferencias y similitudes entre TEA y Autismo
A la hora de hablar de diferencias entre TEA y autismo, debido a que el primero engloba al segundo, como se ha indicado previamente, no se puede distinguir ninguna.
Por otro lado, sí que podemos destacar características comunes en las personas que presentan TEA o trastorno del espectro autista. Ahora bien, aunque en cada persona se presentan de una manera diferente, se caracteriza por:
- Dificultades para la comunicación y la interacción social.
- Comportamientos restringidos o repetitivos.
Dificultades para la comunicación y la interacción social
Las personas con autismo presentan dificultades para la comunicación y la interacción social. Por un lado, en las habilidades de comunicación, esto se manifiesta en dificultades para:
- Comprender algunos mensajes que se trasmiten de forma verbal o que contienen un significado no literal, como los chistes, las bromas, las metáforas o las ironías.
- La comunicación no verbal, teniendo problemas en interpretarla correctamente, como el contacto ocular, los gestos, la postura corporal o las expresiones emocionales.
- Identificar temas y lenguaje ajustados a la situación o el contexto.
Por otro lado, en lo correspondiente a las relaciones sociales, las personas con autismo tienen dificultades para:
- Expresar emociones adecuadas a la situación en la que se encuentran.
- Desenvolverse en algunas situaciones sociales y comprender las reglas sociales.
- Entender las emociones, deseos o intenciones de las otras personas.
Comportamientos restringidos o repetitivos
Otra de las características de las personas con autismo son los comportamientos restringidos o repetitivos, como pueden ser:
- Ser más sensibles o menos sensibles que otras personas a la información sensorial, como la luz, la ropa, la temperatura o el sonido.
- Sentirse molestos por cambios en la rutina.
- Presentar dificultad con las transiciones.
- Repetir ciertas conductas o tener comportamientos inusuales, como la repetición de palabras o frases.
- Mostrar un interés intenso por temas o cosas específicas, como números, partes de objetos.
Como conclusión, ahora que ya se ha identificado que no existen diferencias entre TEA y autismo, ya que el primero es un término general que engloba al segundo, cabe destacar la importancia de la detección temprana para poder adaptar los recursos a las necesidades particulares.
Fuentes:
- Confederación de Autismo España. Qué es el autismo. Recuperado de https://autismo.org.es/el-autismo/que-es-el-autismo/
- Federación Autismo Madrid. ¿TEA o TGD? Recuperado de https://autismomadrid.es/noticias/tea-o-tgd/
- Manual MSD. Salud Infantil. Trastornos del aprendizaje y del desarrollo. Trastorno del espectro autista. Recuperado de https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/salud-infantil/trastornos-del-aprendizaje-y-del-desarrollo/trastorno-del-espectro-autista
- Organización Mundial de la Salud. Autismo. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/autism-spectrum-disorders
- Elsevier. Anales de pediatría continuada. Lo que es trastorno del espectro autista y lo que no es. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-anales-pediatria-continuada-51-articulo-lo-que-es-trastorno-del-S1696281813701550
- NIH National Institute of Mental Health. Trastornos del espectro autista. Recuperado de https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastornos-del-espectro-autista