Tenemos que tener en cuenta que en la era en la que vivimos, la forma de relacionarse de la juventud ha cambiado mucho: ahora no se juega como antes y tampoco se habla como antes, cara a cara, ahora todo se hace a través de la tecnología: se habla por whassap, se juega online a través de las videoconsolas,…
Durante el confinamiento se ha oído a menudo “debéis mantener los contactos sociales”, pero claro, hoy día esto implica que dichos contactos llevan consigo algo tan temido para muchos padres, como es el uso de móviles y consolas, lo cual no está exento de riesgos; descuidar sus obligaciones escolares o alteraciones en los hábitos de sueño (ya que pierden la noción del tiempo y pasan noches en vela jugando o con el móvil) entre otras cosas.
¿Qué puedo hacer para que esto no pase?
Lo primero que tenemos que saber es que no es aconsejable castigarles suprimiendo el uso de la tecnología, ya que es la única manera de relacionarse con sus iguales, por lo que podemos utilizarlo como un refuerzo positivo, nunca como un castigo.
Para que el uso de la tecnología no se convierta en la única actividad que realizan nuestros niños en casa será necesario:
- Ayudarles a programas actividades diarias:
o Hora de levantarse.
o Obligaciones escolares si las hay, o tareas de verano.
o Cooperación en las tareas del hogar.
- Negociar un horario de videoconsolas/móvil específico que no afecte a sus obligaciones (siempre que sea posible este horario será fijado con posterioridad al cumplimiento de dichas obligaciones, a modo de recompensa), que no afecte tampoco a las horas de sueño.
- El horario de uso de la tecnología deberá ser controlado por los progenitores para asegurar su cumplimento. Un ejemplo podría ser que si el menor alarga su tiempo de uso más allá de lo estipulado por los padres un día, se puede descontar ese tiempo de exceso del horario del siguiente día.
- Predicar con el ejemplo: los niños aprenden por imitación y es importante tener esto en cuenta… no podemos estar todo el tiempo delante de la pantalla del móvil, pero prohibir que ellos lo hagan… ya que enviaremos mensajes confusos a los niños.
Y sobre todo… Paciencia!!! Debemos tener en cuenta que actualmente la tecnología es una gran ventana al mundo, al mundo de sus iguales, si nosotros a veces nos enganchamos, miramos el móvil mil veces, buscamos el periódico o entramos en redes sociales y no nos controlamos bien…¿cómo podemos pretender que lo hagan ellos?
Ana Ortega Rico. Psicóloga Colegiada nº 34172.
Especialista en Atención Temprana. Psicomotricista.
Asociación Cuenta Conmigo Ayuda a padres y niños.
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