Todo empezó en 2018, cuando Chloe Lennon, una niña británica, quiso que todos sus compañeros del colegio apoyaran la diversidad con un gesto muy sencillo pero cargado de simbolismo: pidió que, al día siguiente, todos llevasen un calcetín de cada color. Era el 21 de marzo de ese año y en aquella escuela acababa de nacer un movimiento que recorrería el mundo entero. Su objetivo no era otro que el de promover la importancia de la igualdad entre todos por muy diferentes que seamos.
Desde entonces hasta ahora, los calcetines desparejados forman ya parte del Día Mundial del Síndrome de Down y sirven para concienciar de la importancia de dar visibilidad a estas personas. Y es que, la idea de elegir calcetines desparejados como símbolo de esta iniciativa es relativa a su similitud con los cromosomas, que en el caso de las personas con síndrome de Down son uno más, marcando así una diferencia. Por este motivo, desde Down Madrid se han sumado, un año más y con el mismo entusiasmo de siempre, a la campaña ‘Calcetines Desparejados’.
“Aunque las personas con síndrome de Down se encuentran con muchas barreras cada día, es importante que su inclusión en la sociedad sea lo más fácil posible para ellas y, por eso, es vital darles voz y reconocer sus logros y sus capacidades otorgándole todos los apoyos que sean necesarios”, recuerdan desde la entidad.
Para fomentar la participación, desde Down Madrid han trabajado en un emotivo vídeo protagonizado por diversos usuarios de la entidad. Una clara llamada a la acción dirigida a toda la sociedad para concienciar de la importancia de dar apoyo y oportunidades no sólo a nivel laboral, si no también a nivel educativo a todas las personas con discapacidad intelectual.
“Las personas que tenemos síndrome de Down queremos tener la oportunidad de trabajar”, afirma en esta pieza audiovisual una de sus protagonitas. “Aporto ganas de trabajar, de ser útil y muchas ganas de ayudar. La gente necesita mi ayuda. Las personas con discapacidad intelectual podemos aportar muchas cosas a la sociedad”, señala otro de los integrantes.
Y es que, como recuerdan desde Down Madrid, “o todos remamos hacia la misma dirección o nada puede salir adelante”. Porque, aunque el legado de los calcetines desparejados tenga su día, tal y como señalan desde la entidad, “debe estar presente todo el año y no solo el 21 de marzo”. ”Todas la personas que formamos parte de esta sociedad, tengamos o no discapacidad, tenemos mucho que aportar y la diversidad siempre nos enriquece como personas, como trabajadores y como ciudadanos”, recuerdan.
Por objetivos como este y para que todos podamos tener las mismas oportunidades, desde Down Madrid trabajan cada día para facilitar la vida a las personas con síndrome de Down u otra discapacidad intelectual. Por ejemplo, fomentando el empleo para las personas con síndrome de Down en empresas ordinarias. También ayudándoles a digitalizarse cada vez más, para otorgarles herramientas totalmente necesarias para desenvolverse sin problemas en el mundo actual, en un momento en el que la digitalización está más de actualidad que nunca. El deporte o el ocio son también elementos de inclusiónque en Down Madrid tratan con cuidado y cariño sabien que cada paso que una sola persona avance es un enorme paso para todo el colectivo.
“Queremos que sean conscientes de sus derechos, pero también de sus obligaciones”, afirman desde Down Madrid. Porque solo así, destacan, “podrán ser sentidos y aceptados como lo que son, un ciudadano más”. Porque solo así se hará realidad, al fin, el deseo de la pequeña Chloe, que un 21 de marzo pidió a todos los de su clase vestirse con calcetines desparejados.
Lucía Mateo
Consultora de Comunicación. Down Madrid