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El síndrome de Asperger se incluye dentro del TEA, pero presenta unas diferencias y similitudes respecto al autismo

Conocer con profundidad las diferencias entre Asperger y autismo es fundamental, puesto que en más de una ocasión ambos diagnósticos se consideran iguales cuando, realmente, no es así. ¿De dónde parte esta confusión? Si recurrimos al DSM-5 vemos que el síndrome de Asperger se incluye dentro del trastorno de espectro autista, pero presenta unas particularidades que hay que conocer.

 

Diferencias entre autismo y síndrome de Asperger

Las diferencias entre Asperger y autismo sirven para poder establecer un buen diagnóstico y ayudar a los más jóvenes en las dificultades que presentan debido a estos trastornos del espectro autista. Veamos algunas de ellas.

Retraso en el lenguaje

Una de las principales diferencias entre Asperger y autismo es que en el síndrome de Asperger no suele haber un retraso en el lenguaje. Si bien existen dificultades en la comunicación – como ser muy literal o manifestar patrones de lenguaje inusuales – los progenitores no suelen detectar un retraso en el habla que se manifiesta, generalmente, entre los 18 y los 24 meses, según la Confederación Autismo España.

Mala coordinación motora

Otra de las diferencias entre Asperger y autismo es que los jóvenes con Asperger suelen presentar una mala coordinación motora en comparación a las personas con autismo, que se suele evidenciar en actividades relacionadas con el movimiento. Esto no ocurre cuando hay un diagnóstico de autismo, por lo que es otra clara diferencia entre estos dos trastornos que, en un primer momento, pueden parecer similares o iguales.

Falta de interés en las relaciones sociales

Algo que suele hacer saltar las alarmas sobre los trastornos del espectro autista suele ser cuando los más pequeños muestran una clara falta de interés en relacionarse con los demás. Esto suele ser común cuando hablamos de autismo, pero no en el síndrome de Asperger. Si bien existen dificultades en la comunicación, esa falta de interés no está presente.

 

Algunas similitudes entre autismo y Asperger

A pesar de las diferencias mencionadas, también hay similitudes entre autismo y Asperger, dado que ambos diagnósticos se encuadran dentro de los trastornos del espectro autista. A continuación, exponemos algunas de ellas. 

Sensibilidad ante determinados sonidos

Desde la Confederación Asperger España y la Confederación Autismo España indican que existe sensibilidad ante determinados sonidos tanto en el autismo como en el síndrome de Asperger. Los fuegos artificiales que suelen desencadenar ruidos muy fuertes, el exceso de tráfico en la calle con ruido de las bocinas pueden provocar una respuesta inusual de rechazo y agobio en estos diagnósticos.

Presencia de estereotipias

Aunque dependerá de cada caso presentar estereotipias en mayor o menos grado, sí es habitual que estas estén presentes tanto en el síndrome de Asperger como en el autismo. Se trata de movimientos repetitivos que hacen los jóvenes ante determinadas circunstancias, por ejemplo, aletear los brazos si están muy contentos o emocionados por alguna situación.

Cambios emocionales intensos

Otra de las similitudes entre autismo y Asperger son los cambios emocionales intensos que experimentan los niños cuando, por ejemplo, se produce un cambio en la rutina, hay un cambio de casa o una persona se va del hogar – por ejemplo, un hermano que se independiza o un progenitor que deja la casa debido a una separación – . Todo esto puede generar una reacción emocional intensa.

 

Causas e incidencia de estos trastornos

Las causas del autismo y Asperger todavía generan muchas preguntas entre los expertos, aunque la genética y los factores medioambientales se barajan como posibles desencadenantes de la aparición de estos trastornos que, en la actualidad, todavía necesitan investigarse mucho más.

En cuanto a la incidencia, el Ministerio de Sanidad informa de que los trastornos del espectro autista afectan a 450.000 personas en España, mientras que la Confederación Autismo España informa de que el 94% de las personas adultas diagnosticadas con alguno de estos dos trastornos tienen una discapacidad reconocida, en muchos casos, superior al 75%, lo que significa que les limita en su vida diaria.

Identificar las señales de alarma y saber las diferencias entre autismo y síndrome de Asperger es crucial para poder ayudar a los jóvenes desde que son pequeños. Un abordaje temprano permitirá atender lo antes posible sus necesidades en las primeras etapas de su desarrollo para mejorar su calidad de vida.

 


Fuentes:

El síndrome de Asperger se incluye dentro del TEA, pero presenta unas diferencias y similitudes respecto al autismo

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