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La accesibilidad web es un término del que no se habla demasiado y, sin embargo, para las personas con discapacidad implica cambios cruciales y oportunidades. Hoy veremos qué queremos decir cuando hablamos de accesibilidad web, la importancia que tiene, sus niveles, algunos ejemplos y desafíos.

 

¿Qué es la accesibilidad web?

Para hablar de la accesibilidad web debemos hacer referencia al Real Decreto 1112/2018 en el que se define este concepto como un conjunto de técnicas que se tienen que implantar para garantizar la inclusión digital, igualdad y no discriminación al acceder a un sitio web de un organismo público.

Esto quiere decir que la página web debe diseñarse de manera que se adapte a las necesidades individuales de cada persona, especialmente de aquellas que tengan diagnosticada algún tipo de discapacidad. Asimismo, desde el Real Decreto mencionado también aluden a la importancia de actualizar los sitios web y mantenerlos en óptimas condiciones para asegurar esa accesibilidad.

 

¿Por qué es importante tener una web accesible?

Tener una web accesible permite derribar una barrera más con la que las personas que tienen algún tipo de discapacidad se tienen que enfrentar. Si buscamos la igualdad de oportunidades y la no discriminación, resulta necesario implantar con agilidad sitios web adaptados para personas que sean invidentes, tengan alguna discapacidad motriz o presenten alguna discapacidad cognitiva.

Asimismo, también es importante tener una web accesible para cumplir con la normativa vigente que se aplica a las administraciones públicas. ¿Qué ocurre con las páginas web que no pertenecen a estas entidades? Que una web accesible también les reportaría ventajas, como un mayor número de usuarios que visitan una página web y que, tal vez, estén interesados en adquirir un servicio o producto.

 

Niveles de accesibilidad web

Dentro de la accesibilidad web existen diferentes niveles entre los que podemos destacar tres: A, AA y AAA. Pero ¿quién ha establecido estos niveles? Pues las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG).

A

El primer nivel de accesibilidad es el que se conoce como A y es el más básico. Se trata de uno de los requisitos más sencillos de accesibilidad que garanticen la comprensión, percepción e interacción con el contenido. Un ejemplo son los subtítulos de los audios y vídeos, así como evitar el uso de diferentes colores como la única opción para destacar determinadas partes de un texto.

AA

El segundo de los niveles de accesibilidad es el AA. Los requisitos son mayores que en el caso anterior para poder llegar a todas las personas que tengan algún tipo de discapacidad. Estamos hablando de cambios esenciales como la posibilidad de modificar el tamaño de la letra de un texto que se tiene que leer. Esto se debe poder hacer de manera sencilla y sin que se pierda información clave.

AAA

El tercero y último de los niveles de accesibilidad es el más exigente, el AAA, con el que se pretende derribar todas las barreras. En este nivel estaría la información que recibirían los usuarios sobre los tiempos de espera, la definición de aquellas palabras que es posible que sean más complicadas de entender o la inclusión del lenguaje de signos para mejorar la comprensión de la información.

 

Test para comprobar la accesibilidad de una web

Para saber si una web cumple con los requisitos de accesibilidad existen dos maneras de hacer esto. La primera es la automática, pero no hay herramientas por ahora en castellano, sino que la mayoría están en inglés. El proceso sería muy fácil: acceder a una de estas herramientas, añadir el link de la página web que se desea analizar y el país.

El segundo test para comprobar la accesibilidad de una web es manual y, en este caso, será una persona experta y conocedora de la normativa la que revisará la página web para verificar si cumple con los requisitos establecidos y en qué nivel de accesibilidad se encuentra con el objetivo de poder mejorarlo.

 

Ejemplos de web accesibles a personas con discapacidad

Un ejemplo de página web accesible lo encontramos en https://accesibilidadweb.dlsi.ua.es/. En ella hay que configurar la página accediendo a “declaración” y, posteriormente, a “configuración”. Ahí veremos varias opciones, desde tamaño de texto grande y alto contraste, hasta el uso de fuentes como Lexend para personas que tienen dislexia, entre otras opciones.

Otro ejemplo es la web https://www.government.se/ donde además de poder configurar fuentes, tamaños de letra, etc., también existe la alternativa de leer el contenido. Para ello, las personas que lo necesiten pueden hacer clic en “listen” para escuchar la información escrita.

Pero, la aplicación de la normativa presenta algunos desafíos. La sede electrónica del Ministerio de Sanidad ha confirmado que su web es parcialmente accesible, dado que en alguna página el contenido utiliza el color como único medio visual, la elección del contraste puede presentar limitaciones, algunas imágenes no tienen etiqueta y en otras no se informa del idioma por defecto que se usa.

Todavía queda mucho que hacer con respecto a la accesibilidad web, pero ya se están dando pasos importantes para mejorar esto. Una barrera que hay que solucionar para que las personas con discapacidad puedan realizar trámites online o leer información de interés teniendo todas las opciones que necesitan a su alcance para comprender o interactuar con la información que tienen delante.

 


Fuentes:

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