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Una persona firmando un documento de voluntades anticipadas

Las voluntades anticipadas son un documento muy importante para asegurar que, en el futuro, recibiremos los cuidados que queremos recibir. Máxime si hablamos de personas con alzhéimer, porque se trata de un documento en el que se puede especificar qué tratamiento médico se desea recibir cuando no se puedan tomar decisiones, como ha explicado el miembro del Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Jonatan Miguel Carrera. El doctor concretó cómo ayudan las voluntades anticipadas a los pacientes con enfermedad de Alzheimer durante una webinar que organizó, el 24 de mayo, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) sobre este asunto.

Como explicó el doctor, este documento facilita que “una persona mayor de edad, capaz y libre, manifieste anticipadamente su voluntad, y esta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlo personalmente, sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos”.

Para formalizar la declaración de voluntades anticipadas es necesario contar con dos o tres testigos que conozcan al “otorgante”, pero que no tengan con él relación de parentesco ni relación patrimonial. Deben presentarse ante notario o ante el personal de la administración que haya designado la comunidad autónoma. Es en este punto en el que se debe asignar un representante que será, llegado el momento, “el interlocutor con el médico o equipo sanitario” para asegurar que se cumple la voluntad anticipada.

El doctor también señaló que, en ocasiones, pueden producirse conflictos en la toma de decisiones, pueden existir discrepancias entre el documento y la interpretación del representante, por ejemplo, o discrepancias entre el representante y los familiares. En estos casos “se puede deliberar, es decir, ponderar los factores que intervienen en cada situación concreta para buscar la solución menos lesiva”.

 

Registro de voluntades 

La declaración de voluntades anticipadas no sigue una normativa única en todo el país. Cada comunidad autónoma tiene la suya, aunque sí que existe un registro tanto a nivel autonómico como nacional. De este modo los médicos que atienden a un paciente en cualquier parte del país pueden conocer sus voluntades anticipadas.

Este documento puede modificarse, sustituirse o revocarse en cualquier momento de la vida del firmante, siempre que este conserve su capacidad.

 

Una persona firmando un documento de voluntades anticipadas

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