Teleasistencia en La Rioja: más dispositivos, más profesionales y menos lista de espera
La directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, Carmen Benito ha explicado las novedades y mejoras del servicio de teleasistencia del Gobierno de la Rioja. Cambios, ha asegurado Benito, “que se traducen en una mejor y más eficaz prestación del servicio y, con ello, en una mejora en la calidad y atención de sus destinatarios: las personas en situación de dependencia”.
La teleasistencia es un servicio de carácter social que permite, a través de una línea telefónica y con un equipamiento de comunicaciones e informático específico, apoyar la permanencia de las personas dependientes en sus domicilios proporcionándoles una serie de atenciones personalizas con el fin de mejorar sus condiciones de seguridad y compañía. Pero, además, este servicio potencia la independencia y autonomía personal y facilita a los usuarios la integración en su entorno habitual de convivencia, además de garantizar una intervención inmediata en situaciones de crisis personales, sociales o médicas. Una de cada tres personas mayores en Europa vive sola, lo que genera importantes problemas en la atención de estas personas y, por tanto, el servicio de teleasistencia del Gobierno de La Rioja va a facilitar su autonomía diaria.
Así, este servicio se presta las 24 horas del día, los 365 días al año. Desde el pasado mes de marzo, y de conformidad con los principios de contratación, ha entrado en vigor un nuevo contrato que permitirá atender a 1.300 nuevos usuarios en La Rioja. De esta forma, el nuevo pliego redactado por el Ejecutivo regional, a través de la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, recoge importantes mejoras. “Vamos a ser capaces de reducir, considerablemente, la lista de espera, porque el número de dispositivos reflejados en el nuevo contrato son 4.100 básicos y otros 200 periféricos”. Desde la entrada en vigor del nuevo contrato la lista de espera se ha reducido de 1.191 a 815 y las personas usuarias han aumentado de los 2.550 a finales de febrero a los 2.744 actuales. “Uno de los compromisos de la nueva empresa adjudicataria, es la instalación de 250 nuevos dispositivos al mes, de forma que llegaremos a los 4.100 antes de finalizar este año 2022”, apunta. De esta forma, “se mantienen los dispositivos existentes y se amplía considerablemente el número de dispositivos para dar la cobertura necesaria a las personas dependientes y satisfacer las necesidades futuras”.
Además de estos nuevos 4.100 dispositivos básicos se habilitarán otros 200 periféricos, “que van a suponer un avance en la seguridad y atención de los usuarios”. Y es que, tal y como ha relatado la directora general de Dependencia, Discapacidad y Mayores, “con la incorporación de esta modalidad de dispositivos, estamos apostando por las nuevas tecnologías. De esta forma, el servicio de teleasistencia tradicional, basado en la conexión de un terminal telefónico instalado en el domicilio, convive con la teleasistencia móvil que utiliza sistemas de geolocalización que, al permanecer activos fuera de casa, permite a la persona una mayor autonomía y conectarse con los profesionales a través de una aplicación en el móvil o un dispositivo concreto”.
Modalidades del servicio
Teleasistencia domiciliaria fija, prestada únicamente dentro del domicilio de la persona usuaria a través de un dispositivo o terminal de telefonía fijo. Cada terminal en el domicilio, en base al informe social que debe acompañar a la solicitud del Servicio de Teleasistencia, podrá llevar asociados uno o más dispositivos periféricos que permitan optimizar las prestaciones del Servicio de Teleasistencia, tales como:
1. Dispositivo adaptado a deficiencias sensoriales.
2. Detector de movilidad/pasividad. Detector de caídas. Sensores de ocupación cama/sillón.
3. Sensores de apertura frigorífico/microondas.
4. Dispensador de medicación.
5. Detector de humo/fuego. Detectores de gas/monóxido de carbono.
6. Sensor de temperatura.
7. Sensor de inundaciones.
Teleasistencia móvil. Servicio de Teleasistencia prestado, tanto dentro como fuera del domicilio de la persona usuaria, mediante terminales de telefonía móviles adaptados tecnológicamente para el uso por personas mayores y/o con determinadas discapacidades, pero con suficiente capacidad para manipular este tipo de terminales.