El uso indebido de antibióticos sigue aumentando en todo el mundo lo que supone, según los expertos, una amenaza mundial real, como revela el último Observatorio de Tendencias Cofares, “La resistencia antibacteriana, ¿una amenaza para la salud pública?”. Un análisis que concluye con una afirmación clara: es necesario reducir la prescripción inadecuada de antibióticos para combatir la amenaza creciente de la resistencia a los antimicrobianos.

Este trabajo pone de relieve que en muchas ocasiones los antibióticos se prescriben de forma inadecuada, por ejemplo, en patologías comunes como el dolor de muelas, las infecciones de tracto urinario y las infecciones de invernales que afectan a la nariz, los oídos y la garganta. Los resultados del estudio también revelan que, por ejemplo, en odontología se prescriben en torno al 10 % del total de los antibióticos consumidos, de los cuales, en un 70 % de los casos, se trataría de prescripciones que no se consideran adecuadas.

La principal causa de prescripción de antibióticos son las infecciones respiratorias, concluyendo el informe que “la mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse en farmacia sin receta”. De hecho, considera que entre el 44 % y el 98 % de las prescripciones de antibióticos para estas patologías son “inapropiadas”.

La segunda causa de prescripción de estos medicamentos son las infecciones del tracto urinario. En este punto, el informe confirma que una de cada cuatro mujeres recibe antibióticos inadecuados como tratamiento.

Medidas a tomar 

Ante estas conclusiones, el estudio confirma que es necesario reducir la prescripción inapropiada de antibióticos para combatir la resistencia a los antimicrobianos que es, según los expertos, una amenaza global.

A la hora de llegar a implantar prácticas más adecuadas, es necesario conocer cuáles son las barreras que no lo permiten, en primer término, y también es necesario que la comunidad científica diseñe nuevos antibióticos o “enfoques terapéuticos innovadores para el tratamiento de las infecciones resistentes a los antibióticos”, puesto que los patógenos han evolucionado y han generado resistencia a múltiples antibióticos, dificultando así los tratamientos.

Además, la principal causa de la diseminación de resistencias en el medioambiente es la actividad humana. El informe reconoce que los ambientes que han sido modificados o influenciados por la acción humana, son los que mayor impacto generan en la abundancia y diversificación de esas resistencias, “poniendo en riesgo el fututo de la medicina humana y animal”. La existencia de residuos de antibióticos en el suelo, el agua, en los sedimentos y en los seres vivos es determinante en la conservación, propagación y difusión de genes de resistencia en el entorno. “Entender a fondo el comportamiento ambiental de los antibióticos es de gran utilidad en la batalla contra la resistencia a estos fármacos”, concluye el informe.