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Foto con varias personas adultas sentadas en una cocina y charlando

Senior Cohousing, una alternativa de vivienda para personas mayores de 50 años

El proyecto Senior Cohousing Co-Rural Robregordo es una iniciativa fruto del Convenio de Colaboración suscrito entre la Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, y la Mancomunidad de Servicios Sociales Sierra Norte para la ejecución de proyectos con cargo a los Fondos Europeos procedentes del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia para la creación de una red de centros de cohousing en viviendas para personas mayores y con discapacidad.

El proyecto, que se realizará en Robregordo, contempla la rehabilitación de un antiguo hotel-escuela de sindicatos fuera de uso desde hace dos décadas para darle un nuevo uso como Senior Cohousing para personas mayores de 50 años. No obstante, permitirá la convivencia de personas que no sean mayores con quienes lo son. 

Con cargo a fondos europeos, la Comunidad de Madrid ha destinado 2 millones de euros para este proyecto que permitirá una gestión de la vivienda comunitaria en régimen de cooperativa y el acceso a personas con rentas más bajas. Se trata de un paso importante hacia la puesta en marcha de una iniciativa pública que nace con una vocación social para su futura gestión desde la colaboración público-privada, y que se ubica dentro del marco de creación de una red de viviendas comunitarias y cooperativas promovido por la Consejería de Familia, Juventud y Política Social. 

Senior Cohousing pretende convertirse en una solución residencial complementaria a las residencias tradicionales. Da respuesta a las necesidades de envejecimiento activo de la población y busca evitar la soledad no deseada de las personas mayores.

Actualmente, existen más de una veintena de experiencias en funcionamiento en España, y asistimos a una eclosión de nuevas iniciativas, como el pionero centro puesto en marcha en Torremocha del Jarama, también en la Comunidad de Madrid.

El proyecto piloto Co-Rural Robregordo plantea una planta principal donde se encuentran el restaurante y el comedor. Aquí se mantienen las oficinas y el antiguo aulario con la idea de que sean los futuros cooperativistas quienes decidan el uso que quieren dar a esos espacios: gimnasio o lugar donde impartir talleres, ofrecer terapias, servicios de peluquería, etc.  

En esta planta principal también se contempla una gran terraza al sur y un salón de actos concebido como un lugar de encuentro; un espacio comunitario y participativo donde desarrollar actividades culturales o deportivas y atender las necesidades de servicios sociales no solo de la comunidad de residentes, sino del municipio de Robregordo y de toda su comarca. 

La rehabilitación del edificio incluiría también la colocación de un ascensor, así como de trasteros en el sótano por cada unidad habitacional. 

En cuanto a las plazas residenciales, el anteproyecto plantea 20 apartamentos de entre 40 y 65 m2 repartidos entre la primera y segunda planta, todos ellos con un salón comedor con cocina americana, un dormitorio y cuarto de baño accesible y con espacio suficiente para que los residentes puedan adaptarlo en el futuro a sus necesidades. El objetivo es que las personas mayores puedan vivir en comunidad, pero sin perder su privacidad e independencia. El nuevo centro tendrá capacidad para que vivan 47 personas en tres plantas y 1000 m2 de zonas comunes.

Un elemento muy innovador de este proyecto piloto es la creación de una unidad de convivencia en la tercera planta: una casa grande con espacios comunes y con habitaciones individuales, baño y un pequeño office. La idea de estas unidades es ofrecer asistencia domiciliaria integral centrada en la persona a mayores que no son tan autónomos, pero que buscan una atención familiar. 

Además de la financiación pública europea del proyecto habrá una inversión privada que se hará cargo del coste de los equipamientos.

Según las estimaciones recogidas en el anteproyecto, la inversión a realizar por las personas socias de la cooperativa se situaría en una horquilla de entre 12.940 y 16.345 euros. Las personas que vivan en el centro se organizarán como cooperativa y decidirán su presupuesto y cómo hacer frente mensualmente a los gastos comunes a definir por los propios socios. Se trata de cifras muy preliminares que han de tomarse con cautela.

El inicio de las obras está previsto para el segundo semestre de este año.

 

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