La obesidad en las personas mayores tiene implicaciones importantes para la salud, mostrando una relación directa entre el exceso de peso y la fragilidad y la sarcopenia. De ahí que los profesionales de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) hayan hecho público un decálogo sobre las comorbilidades asociadas.
De entrada, los internistas recuerdan que la obesidad debe considerarse como una enfermedad en sí misma, y no solo como un claro factor de riesgo para otras patologías. Reconocen que se trata de una enfermedad crónica y multifactorial, de la que derivan otras patologías metabólicas, como la diabetes y la disfunción hepática asociada a la enfermedad metabólica, enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño, enfermedad renal crónica, 32 tipos diferentes de cáncer, y problemas articulares como la artrosis.
Además, centrándose en el colectivo de las personas mayores, la presidenta de la SEMI, Juana Carretero, reconoce que es esencial identificar correctamente “la obesidad sarcopénica en nuestros pacientes porque asocia menor masa muscular, peor calidad de la misma y mayores comorbilidades”. No en vano, dos de los puntos del “Decálogo de comorbilidades” elaborado por la Sociedad, refiere que es esencial que los profesionales de medicina interna evalúen el estado funcional, la sarcopenia y el estado cognitivo de las personas mayores. También señalan que, en pacientes que hayan sido identificados con fragilidad, sarcopenia o deterioro cognitivo, es necesario priorizar intervenciones no farmacológicas y evitar, al mismo tiempo, dietas que sean excesivamente restrictivas.
Decálogo de la SEMI
Los profesionales de la Sociedad han elaborado un “Decálogo de las comorbilidades asociadas a la obesidad en Medicina Interna”, recogiendo las claves sobre adiposidad, fenotipos de pacientes, evaluación de la obesidad, y consideraciones sobre los beneficios cardiovasculares de la pérdida de peso.
Entre las claves recogidas en este documento (La obesidad en la Medicina Interna del siglo XXI), se reconoce que el paciente con obesidad más frecuente en la consulta es el paciente que tiene un muy alto riesgo cardiovascular, concretando que las personas mayores son obesidad presenta, además, sarcopenia, fragilidad y comorbilidades.
Más allá de la pérdida de peso, los expertos recomiendan un estilo de vida saludable que permita mejorar los factores de riesgo y comorbilidades asociadas a la persona con obesidad. Y se reconoce que los beneficios cardiovasculares de la pérdida de peso son claros. “Pérdidas superiores al 10 % consiguen cambios radicales en el estado de salud y manejo de las comorbilidades en estos pacientes”, se afirma en el documento.