Los resultados de la encuesta “Actitudes y percepciones de la población española sobre el Alzheimer”, realizada por la Fundación Pasqual Maragall, demuestra que la población española tiene un conocimiento general correcto sobre la enfermedad, puesto que el 70 % sabe que el alzhéimer actualmente no tiene cura, que los hábitos de vida saludables reducen el riesgo de desarrollarla (70 %), y que existen determinados fármacos que pueden mejorar la calidad de vida de las personas afectadas (68 %).
No obstante, todavía queda camino por recorrer y persisten falsas creencias, todavía muy extendidas, que deben clarificarse, ya que resultan clave para el abordaje y la comprensión de la enfermedad.
Tal y como señala el doctor Arcadi Navarro, director de la Fundación Pasqual Maragall, “los datos recogidos en la encuesta nos confirman que la población española posee información adecuada de los aspectos básicos del alzhéimer. Pero persisten conceptos erróneos en aspectos clave para la comprensión y el abordaje de la enfermedad y hay que desmentirlos con datos científicos o con las evidencias que nos aporta la investigación.”
Cinco falsos mitos
A pesar del correcto conocimiento de los encuestados sobre la enfermedad de Alzheimer, en la encuesta se detectan cinco falsas creencias entre la población española:
1. El alzhéimer puede prevenirse con medicación específica. Una de cada tres personas considera que la enfermedad puede prevenirse con medicación específica, afirmación falsa, puesto que actualmente no existe ningún tratamiento o fármaco que frene el curso de la enfermedad. Además, el 40% de la población cree que algunos suplementos alimenticios y terapias alternativas pueden detener su avance, afirmación también errónea.
2. El alzhéimer es una consecuencia inevitable de envejecer. Casi el 40% de la población española cree que el alzhéimer forma parte del proceso normal de envejecer. Es importante destacar que la edad es el principal factor de riesgo, pero no es causa directa ni del alzhéimer ni de la demencia. Cuando una persona presenta demencia, sea a la edad que sea, es porque algo la ha causado, y no se trata de una consecuencia inevitable de hacerse mayor. Esta creencia conduce a una visión pesimista del envejecimiento y pone en duda el papel clave de la investigación centrada en la prevención, y de los hábitos de vida saludables que podemos adoptar para reducir el riesgo de padecer Alzheimer.
3. El estilo de vida no tiene ninguna incidencia sobre el riesgo de desarrollar alzhéimer. Más del 20 % de los encuestados y, según los datos presentados por ADI, a nivel mundial el 46 % de la población considera que el estilo de vida no influye en el desarrollo de la demencia. Esta es una afirmación falsa. Se ha demostrado que los hábitos de vida saludable inciden positivamente en nuestra salud cerebral, ya que nos permiten reducir factores de riesgo para desarrollar la enfermedad
4. El alzhéimer es hereditario. Más de un 52 % de la población española considera que esta enfermedad es mayormente hereditaria. Sin embargo, está probado que solo una minoría de los casos (menos del 1 %) se transmite hereditariamente entre generaciones de la misma familia. No obstante, sí que hay variaciones genéticas que aumentan ligeramente la probabilidad de sufrirla, pero sin ser determinantes o suficientes en sí mismos.
5. Las personas con una mente activa tienden a desarrollar menos la enfermedad de alzhéimer. El 40 % de la población cree que haber desarrollado una actividad intelectual intensa a lo largo de la vida previene el alzhéimer. Ciertamente, la reserva cognitiva puede contribuir a retrasar el deterioro cognitivo, pero no es garantía para evitar su aparición más adelante. No es ningún antídoto contra el alzhéimer.
Por todo ello, el doctor Arcadi Navarro concluye que todos estos datos “constatan la necesidad de mejorar el conocimiento de la población sobre los factores que pueden incidir en el desarrollo de la enfermedad. Es clave seguir informando a la ciudadanía que el alzhéimer es –en la inmensa mayoría de los casos–, una enfermedad de origen multifactorial, sin patrones genéticos deterministas. Ampliando este conocimiento reduciremos la preocupación y la resignación ante lo inevitable, y reforzaremos la convicción que cada uno de nosotros puede actuar para prevenir, en mayor o menor medida, el futuro desarrollo de la enfermedad”.
Otros datos destacables de la encuesta
La encuesta también demuestra que dos de cada tres españoles afirman tener o haber tenido en su entorno a una persona con alzhéimer, un familiar de primera línea en el 28 % de los casos. En España actualmente hay más de 900.000 personas que padecen esta enfermedad. Con la esperanza de vida en aumento y sin un tratamiento efectivo que frene su curso, el número de casos podría duplicarse en 2050.
La incidencia del alzhéimer es cada vez mayor, y con ella la conciencia de la población española cuanto a esta enfermedad. Y es que, según la misma encuesta, el alzhéimer ya es el segundo problema de salud que más preocupa a los españoles de cara al futuro (64 %), solo por detrás del cáncer (70 %), y a mucha distancia del ictus o la COVID-19.