Ya hace un año que echó a andar el Plan Estratégico de Salud Mental de Andalucía y la valoración no puede ser más positiva. Así se destacó en el Consejo de Gobierno celebrado el pasado 7 de octubre. Un Plan que ha conseguido poner en marcha diferentes iniciativas para mejorar los servicios de salud mental, la prevención de las conductas suicidas y la atención a colectivos vulnerables, especialmente la población infantil y adolescente. En total son 21 los proyectos destinados a mejorar las instalaciones y servicios de salud mental, con un enfoque particular en los grupos más vulnerables.
La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y portavoz del Gobierno andaluz, Carolina España, ha reconocido que el Plan Estratégico de Salud Mental y Adicciones de Andalucía (PESMAA), se centra “en la humanización de la atención, la equidad y la digitalización de los servicios”. Destacando, además, que su elaboración se llevó a cabo a través de un proceso participativo que involucró tanto a los profesionales de la salud mental, como a los usuarios.
El Plan ha contado en 2023 con un presupuesto de más de siete millones de euros, y cuenta para el presente ejercicio con una cantidad similar.
Las acciones incluidas en esta hoja de ruta “refuerzan el acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud mental en Andalucía, con un enfoque integral que mejora la atención a los colectivos más vulnerables”. Además, refuerzan la humanización de los servicios “que posicionan a la región como una de las más comprometidas en la mejora del bienestar y la salud mental de sus ciudadanos”.
Servicios hospitalarios y atención especializada
España ha explicado que gracias a este Plan se ha incrementado el número de Unidades de Gestión Clínica de Salud mental, lo que ha permitido mejorar la cobertura en todo el territorio. “Estas unidades, junto a los 153 dispositivos de salud mental disponibles en Andalucía, son atendidas por más de 2.800profesionales”.
En cuanto a la atención hospitalaria, se ha incrementado el acceso a servicios especializados para adolescentes entre 12 y 18 años con trastornos graves, mediante la disponibilidad de 50 camas de media estancia repartidas por toda Andalucía, lo que asegura una hospitalización prolongada cuando sea necesario. A través del Servicio Andaluz de Salud (SAS), se han asegurado 36.500 estancias hospitalarias para adolescentes, mejorando así la continuidad asistencial y reduciendo las desigualdades en el acceso a estos servicios.
Gracias a este Plan, también se han reforzado las Unidades de Salud Mental Comunitaria, con salas de espera diferenciadas para menores, en 65 de las 70 unidades que existen. Esta diferenciación garantiza un trato más adecuado tanto para los niños como para los adolescentes, y evita que se mezclen con pacientes adultos.