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Fotografía del equipo de investigación del proyecto para detectar el ritmo de envejecimiento

Detectar el ritmo del envejecimiento ya es posible gracias a una nueva sonda que ha sido desarrollada por un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València, la Universitat de València, el Centro de Investigación Biomédicas, CIBER, CIBERNED, y el Centro de Investigación Príncipe Felipe. Estas instituciones han creado una sonda para detectar células senescentes en la orina que ayudará a monitorizar y comprender mucho mejor los procesos que están relacionados con el envejecimiento. Un conocimiento que facilitará poder establecer nuevas estrategias para revertir los procesos degenerativos asociados al envejecimiento.

Uno de los rasgos que distingue al proceso de envejecimiento es el aumento en la frecuencia de células senescentes en la mayoría de los órganos en el cuerpo, lo que provoca una disfunción de los tejidos. Los investigadores aseguran que esas células se asocian, además, con numerosas enfermedades relacionadas con la edad. Como explica el director científico del CIBER-BBN, Ramón Martínez, el objetivo principal de la senescencia celular es evitar la proliferación de células dañadas “que puedan producir cáncer. Sin embargo, cuando el daño persiste, o durante el proceso de envejecimiento, las células senescentes tienden a acumularse de manera anómala, lo que afecta las funciones tisulares y acelera el envejecimiento”.

Como se ha comprobado en este estudio, y tras su inyección en ratones, la sonda interactúa con una enzima que es especialmente abundante en células senescentes, que a su vez dará lugar a un compuesto fluorescente que es rápidamente eliminado por la orina. En función de la intensidad que muestre esa señal en la orina, se puede conocer la carga de células senescentes que existe en el organismo.

Los investigadores también realizaron el seguimiento de un tratamiento senolítico basado en fármacos que eliminan células senescentes y que pueden rejuvenecer los tejidos. Los responsables del estudio observaron que la intensidad de la señal que se mostraba en la orina estaba relacionada con la reducción de la senescencia en los animales y con la reducción de la ansiedad asociada a la edad.

Los resultados objetivos en este estudio abren una nueva vía para llegar a entender mejor qué es el envejecimiento y cuáles son sus efectos en la salud. Incluso, como asegura Martínez, podría ayudar a desarrollar formas más efectivas de abordar los problemas relacionados con la edad, “así como seguir de forma simple en orina tratamientos que tengan como fin la eliminación o reducción de la senescencia celular, incluso en humanos”.

Fotografía del equipo de investigación del proyecto para detectar el ritmo de envejecimiento

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