El estreñimiento y la baja actividad física se encuentran entre los principales factores de riesgo para padecer impactación fecal, un trastorno que sufre el 5 % de la población mayor de 65 años (444 mil personas aproximadamente en España según las cifras del INE) al menos una vez al año. Son las principales conclusiones del Primer Estudio Poblacional sobre Impactación Fecal realizado en España basado en una encuesta a 1.000 personas mayores de 65 años, patrocinado por Laboratorios Norgine, y que se ha publicado en la revista Age and Ageing, el pasado mes de septiembre.

Este trabajo también concluye que las mujeres de más de 65 años son las más afectadas. La impactación fecal consiste en la acumulación de masa fecal dura en el recto o colon, imposible de expulsar espontáneamente. Se trata de “un síndrome geriátrico de gran importancia que sin embargo, es poco conocido y al que se consideraba socio-sanitariamente de poca trascendencia. Afecta a la calidad de vida de muchos mayores y representa una sobrecarga para el Sistema Nacional de Salud por lo que es fundamental su prevención, su diagnóstico precoz y tratamiento correcto”, explica el doctor Enrique Rey, jefe del Servicio de Aparato Digestivo en el Hospital Clínico San Carlos, de Madrid y Profesor Titular de la Universidad Complutense de Madrid, investigador principal del estudio.

Entre las medidas para prevenirlo este especialista destaca “el seguimiento de una dieta rica en fibra, así como la práctica diaria de una actividad física moderada que permita un correcto funcionamiento del tránsito intestinal para controlar el estreñimiento”. Además, el estudio señala como otro factor de riesgo a la insuficiencia renal crónica.

La importancia del diagnóstico precoz de la impactación fecal radica en las consecuencias que puede tener no tratar el problema, “pues una complicación de sus síntomas puede derivar en ingreso hospitalario”, advierte el doctor Rey. “Las paredes del recto se pueden comprimir y producir inflamación e, incluso, isquemia y perforación. Además, puede comprimir también estructuras vecinas como los uréteres”, indica. Otros síntomas que pueden aparecer son desorientación y taquicardia. Las consecuencias de este trastorno, de forma excepcional pueden, originar el fallecimiento. De similar importancia es la prevención de la re-impactación fecal que suele aparecer en un tercio de estos sujetos en los tres primeros meses de producirse el evento.