Las vacaciones de verano conllevan, en muchas ocasiones, el cambio de hábitos seguidos durante el año. Un aspecto positivo para la mayoría de la población, pero que puede generar situaciones complicadas para las personas con alzhéimer, sus familiares y cuidadores. Por ello, la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) quiere poner el foco en la importancia de continuar con la rutina, también en el periodo estival, para mantener el bienestar de las personas con alzhéimer y su círculo cercano. 

“Es importante hacer que la vida de la persona con Alzheimer sea lo más previsible que se pueda, manteniendo la rutina también durante vacaciones, ya que los cambios suponen un gran esfuerzo mental que, en muchas ocasiones, no son aconsejables”, apuntan desde la Confederación. 

Las Terapias No Farmacológicas (TNF) tienen un papel fundamental para las personas con alzhéimer, contribuyendo a enlentecer el desarrollo de la enfermedad y potenciar sus habilidades remanentes. “Por ello, es esencial seguir con estas actividades que, además de repercutir en un mejor desempeño de la persona en su vida diaria, mejora su estado de ánimo y autoestima”, afirman desde CEAFA. 

Durante el mes de agosto, muchas de las Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer (AFAs) que ofrecen Terapias No Farmacológicas descansan. Por lo tanto, la rutina habitual de las de las personas con alzhéimer y sus cuidadores se ve alterada. 

En este punto, es “muy importante continuar con esas terapias desde casa o lugar de vacaciones”, puntualiza la entidad. Y añade que el fácil acceso y uso de las herramientas “es un factor clave” para que los usuarios puedan seguir trabajando el funcionamiento de sus capacidades y funciones cognitivas. 

Para seguir desarrollando la estimulación cognitiva fuera del entorno habitual, existen herramientas como la ‘Skill’ ‘Memoria’ presentada recientemente por CEAFA y Amazon Alexa. Memoria es una aplicación que ayuda a estimular las funciones ejecutivas, la orientación temporal y favorece la reminiscencia, aspectos que, además de contribuir a frenar el avance del deterioro cognitivo, mantienen unos niveles óptimos de autonomía en el desarrollo de las actividades diarias. 

Otras actividades que pueden realizarse en casa, estimulando con ellas distintas capacidades cognitivas son: juegos de cartas o palabras, actividades musicales, actividades domésticas y cotidianas; o conversar acerca del presente y del pasado a través de películas, libros o una caja de recuerdos.