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Más de 6.000 personas dependientes, de las 13.771 valoradas como tal en Navarra, tendrán a partir de este año las mismas desgravaciones fiscales en el IRPF que las personas que tienen una discapacidad igual o superior al 65 %, a pesar de que todavía no están reconocidas como personas con discapacidad.

Esta medida, que beneficiará por igual a todas las personas dependientes sea cual sea su grado reconocido (moderado, severo o gran dependiente), ha entrado en vigor este mes con la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Navarra. La aplicación de estas desgravaciones fiscales supondrá un gasto fiscal de 3 millones de euros.

Hasta el momento, únicamente accedían a estos beneficios fiscales quienes tenían reconocida la calificación de discapacidad o, por asimilación, quienes disfrutaran de prestaciones públicas por incapacidad. Así, se equiparaba a una discapacidad de al menos el 33 % a quien tuviera una pensión por incapacidad permanente total, y de más del 65 % a quien la percibiera en sus grados de absoluta o de gran invalidez. Por el contrario, no existía una asimilación similar con la situación de dependencia, circunstancia que ha remediado la nueva reforma fiscal.

Cabe recordar que tanto el reconocimiento de la situación de dependencia como del grado de discapacidad obedecen a procedimientos y derechos diferentes, están regulados por diversas normativas y son realizados por diferentes profesionales. No obstante, según los casos analizados, el 99,95 % de las personas con dependencia que solicitan el reconocimiento del grado de discapacidad (generalmente para acogerse a las desgravaciones fiscales) obtienen un grado de discapacidad igual o superior al 65 %.

Beneficios de esta medida fiscal

Entre los principales beneficios que esta medida fiscal acarreará para las personas con dependencia, destacan la mejora de la situación económica de estos ciudadanos o de los familiares que les mantengan, puesto que tienen que hacer frente habitualmente a gastos extraordinarios en materia de cuidados o en adaptaciones de la vivienda, por ejemplo.

Asimismo, el Gobierno de Navarra espera que se reduzcan los tiempos de valoración del grado de discapacidad, de los cinco meses actuales a dos, puesto que las personas en situación de dependencia no van a necesitar ser valoradas nuevamente, esta vez como personas con discapacidad, para obtener las citadas desgravaciones fiscales. Se estima que una de cada tres solicitudes de reconocimiento de discapacidad estaba motivada por la necesidad de acreditar dicha condición para optar a las desgravaciones fiscales.

Finalmente, se evitará a las personas con dependencia y a sus familiares el procedimiento burocrático y el desplazamiento para que se les reconozca el grado de discapacidad (no se realiza en el propio domicilio), con las implicaciones que ello representa ya que las personas con dependencia tienen habitualmente importantes limitaciones físico-psíquicas. 

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