16 de mayo: Día de la Enfermedad Celiaca. Las personas celiacas reclama ayudas para tratar la enfermedad: la dieta sin gluten
El 16 de mayo es el Día de la Enfermedad Celiaca y las asociaciones de celiacos ya están realizando todo tipo de actividades para difundir y dar a conocer la enfermedad celiaca y la dieta sin gluten. Este año, quieren centrar esta jornada y todo el mes de mayo en la falta de ayudas que sufre el colectivo celiaco. Para ello, ponen en marcha la campaña “Los últimos de Europa”, con la que denuncia la falta de ayudas en España para el colectivo celiaco, en comparación con el resto de países de Europa.
España es uno de los pocos países en Europa que no ofrece ningún tipo de ayuda económica o alimentaria directa a las personas con enfermedad celiaca. Países de nuestro entorno como Francia, Portugal, Italia, Bélgica o Malta conceden desde hace años al colectivo celiaco ayudas para hacer frente a los elevados costes que supone seguir la dieta sin gluten.
Si a la falta de ayudas se suma el incesante encarecimiento del coste de la cesta de la compra, muchas veces resulta insostenible poder seguir la dieta sin gluten, que es su único tratamiento.
La Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) explica en su web que la Enfermedad Celiaca (EC) es una patología multisistémica con base autoinmune provocada por el gluten en individuos genéticamente susceptibles.
La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1 %, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1, aunque un porcentaje importante de pacientes (75 %) está sin diagnosticar.
Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.
Mediante un examen clínico cuidadoso y una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca, se establece el diagnóstico de sospecha de la enfermedad. El conocimiento reciente de diferentes formas clínicas de enfermedad celiaca (clásica, atípica, silente, latente, potencial, etc.), ha venido a demostrar que no siempre se puede establecer un diagnóstico clínico o funcional de la enfermedad celíaca. Por ello, para el diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca es imprescindible realizar una biopsia intestinal.
En cualquier caso, el tratamiento consiste en una dieta sin gluten.