18 de diciembre: Día Nacional de la Esclerosis Múltiple. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir esclerosis múltiple respecto a los hombres
El próximo domingo, 18 de diciembre, es el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, una fecha dedicada a concienciar sobre esta enfermedad neurodegenerativa y crónica que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta a unas 55.000 personas en España.
Cada año se diagnostican en España más de 2.000 nuevos casos de esta enfermedad cuyos primeros síntomas suelen manifestarse en edades jóvenes, en torno a los 20-40 años, y afecta mayoritariamente a mujeres en una proporción de 2-3 casos por cada hombre. Actualmente, las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir esclerosis múltiple respecto a los hombres y esta proporción sigue en aumento.
“En todo el mundo, en los últimos cinco años, ha aumentado cerca de un 20% el número de pacientes con esclerosis múltiple. En este aumento están implicados tanto la mejora de las técnicas diagnósticas como las opciones de tratamiento de esta enfermedad, lo que ha ayudado tanto a identificar los casos como a aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes. Pero también porque se está produciendo un aumento de la prevalencia de esta enfermedad que, por causas que no son claras, está ocurriendo fundamentalmente a expensas de un número creciente de casos en mujeres”, explica la doctora Ana Belén Caminero, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
“Cambios de vida y una mayor exposición a los diversos factores ambientales a los que se ha asociado esta enfermedad parecen ser alguna de las causas que justifiquen este aumento de la prevalencia, pero aún se desconocen muchos de los factores que pueden influir en la aparición de esta enfermedad. Infecciones virales, bacterianas, déficit de vitamina D, factores genéticos, tabaquismo, patrones hormonales… parecen influir en su desarrollo, pero aún no se ha podido determinar qué es lo que provoca la aparición de la esclerosis múltiple”, apunta la experta.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune caracterizada porque se daña o destruye la mielina (la capa que recubre las fibras nerviosas) produciendo problemas de comunicación entre las neuronas. Puesto que puede verse afectada cualquier parte del sistema nervioso central, los síntomas de esta enfermedad son muy variados y puede ocasionar multitud de síntomas neurológicos, que van desde alteraciones del equilibrio o pérdida de sensibilidad o fuerza en las extremidades, hasta la pérdida de visión.
El curso de esta enfermedad también puede ser muy variado y aunque se pueden dar casos en los que la enfermedad se muestra con una progresión continua desde el inicio, en un 85 % de los casos, la esclerosis múltiple se presenta en forma de brotes. Los brotes de esclerosis múltiple se producen por la aparición de una nueva lesión en la mielina de alguna zona del cerebro y/o la médula espinal y éstos pueden durar desde días a semanas, dejar o no secuelas y provocar grados variables de discapacidad. Y, con el paso de los años, hasta un 40 % de los pacientes pueden desarrollar una forma progresiva de la enfermedad.
Actualmente, 3 de cada 4 pacientes con esclerosis múltiple tienen algún tipo de discapacidad reconocida y constituye la segunda causa de discapacidad en la población joven después de los traumatismos craneoencefálicos. Alrededor del 90 % de las personas con esclerosis múltiple sufre fatiga; un 80 %, espasticidad; un 15-20 %, dificultades visuales; hasta un 80 % sufre problemas de vejiga; más del 50 %, en los 15 años posteriores al inicio de los síntomas, dificultades para caminar; hasta un 70 % de los pacientes llegará a desarrollar problemas cognitivos… Además, los pacientes con esclerosis múltiple tienen un riesgo mayor que la población general de desarrollar comorbilidades, tanto agudas como crónicas. Casi el 80 % de los pacientes con esclerosis múltiple presentan, entre otras patologías, ansiedad, depresión, hipertensión, trastornos del sueño, etc.
“Afortunadamente, en las últimas décadas, se ha progresado mucho en el tratamiento de esta enfermedad. Esto ha permitido que un porcentaje muy significativo de pacientes tengan ya una situación funcional mucho más favorable y una mejor calidad de vida tras varios años desde el diagnóstico de la enfermedad”, comenta la doctora Ana Belén Caminero. “Pero para ello, el tratamiento temprano es esencial. Los nuevos fármacos pueden hacer que casi el 90 % de los pacientes no desarrollen nuevos brotes, al menos durante 2 años (tiempo evaluado en los ensayos clínicos). Y además, está previsto que en los próximos meses se aprueben nuevos tratamientos cada vez más efectivos. Aun así, todavía queda mucho por hacer y por investigar en la lucha contra esta enfermedad que, solo en Europa, supone un coste sociosanitario de más de 9.000 millones de euros anuales”, concluye.