Los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid han sido el escenario en el que el Imserso ha analizado la situación que viven los profesionales que se dedican al cuidado en nuestro país. Un análisis que se ha realizado en el curso titulado “Trabajar en el ámbito de los cuidados de larga duración: oportunidades y desafíos”.
La secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez, inició el curso analizando el escenario que plantea la Estrategia Estatal para los cuidados, que promueve un proceso de desinstitucionalización. Reconoció que la falta de personal de cuidados se debe, fundamentalmente, a tres factores: el incremento de la demanda, los bajos salarios y la escasa valoración social que tiene este trabajo, que lo hace poco atractivo.
En este sentido, el Ministerio está trabajando en un estudio sobre el déficit de profesionales, analizando esta realidad. En su opinión, una estrategia para la captación de trabajadores en el sector de los cuidados debe implicar una mejor formación, salarios más altos y mejores condiciones de trabajo.
El futuro de los cuidados de larga duración
La conferencia magistral estuvo a cargo de la directora General del Imserso, Mayte Sancho. Bajo el título “Implicaciones de los nuevos modelos de cuidados y apoyo centrados en las personas y en la comunidad”, se refirió inicialmente a la importancia del autocuidado como valor social, que conlleva prevención y promoción de la salud, para lo que es necesario tomar decisiones a tiempo.
Sancho afirmó que se está produciendo una masculinización de la vejez; cada vez hay más parejas con fragilidad, aunque no dependientes. Los modelos de cuidados tradicionales ya no se adaptan a las necesidades sociales de hoy.
En su opinión, sigue sin haber una adecuada coordinación entre los servicios sociales y sanidad, una realidad que podría cambiar si hubiera una suficiente conciencia social sobre esta necesidad.
La directora del Imserso avanzó que en septiembre se presentará el proyecto de modificación de la Ley de autonomía personal y atención a personas en situación de dependencia, LAPAD.
Como conclusión, aseguró que el futuro de los cuidados de larga duración debe basarse en un modelo ecosistémico de carácter comunitario, que cuente con una estrecha colaboración con atención primaria de salud y hospitalaria, priorizando la atención domiciliaria o con un modelo de vivienda integrado en el entorno o unidades de convivencia. Este modelo debe contar con una mayor financiación y la garantía de control público a cualquier tipo de gestión.