Es necesario un Pacto de Estado en materia de cuidados de larga duración
En nuestro país es necesario un Pacto de Estado en materia de cuidados de larga duración, como aseguran desde la Plataforma de Mayores y Pensionistas, la PMP. Esta entidad ha pedido a todas las fuerzas políticas que se den los pasos necesarios para alcanzar ese acuerdo de Estado en pro de ofrecer a las personas que necesitan cuidados, y a sus cuidadores, los servicios y apoyos necesarios.
La demanda de este Pacto de Estado responde a las nuevas necesidades que surgen del evidente y constatado envejecimiento de la población. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, INE, en la actualidad más del 20% de la población española forma parte del grupo de personas de 65 y más años (9,3 millones). Unas cifras que en 2050 alcanzarán el 30,4 % de la población, experimentando un crecimiento aún mayor el segmento de personas mayores de 80 años, que son quienes tienen mayor riesgo de tener complicaciones de salud y tener una situación de dependencia por la que precisen cuidados de larga duración.
Desde la Plataforma se cree que en España deberían tomarse algunas de las medidas que sí están operativas en países de nuestro entorno, reconociendo que es urgente hacer frente a la demanda de cuidados de larga duración, ya que en un futuro próximo serán situaciones más complicadas de abordar.
La presidenta de la Comisión de Cuidados de la PMP, Pilar Rodríguez, reconoce que las sociedades modernas presentan una serie de desafíos “entre los que se encuentran los cuidados de larga duración, con cuestiones anexas a esta situación: cómo seguir viviendo en el domicilio y entorno comunitario, quiénes nos van a cuidar, con qué cualificación, cómo cambiar el modelo de residencia, qué papel tendrán las tecnologías…”.
Para los responsables de la Plataforma es esencial abandonar prácticas asistencialistas, rígidas y patriarcales “que en muchas ocasiones no respetan los derechos, las preferencias ni la dignidad de las personas”, y pasar a un modelo que se centre en una atención integral, atendiendo todas las necesidades de las personas, las físicas, psicológicas, espirituales y también las socioambientales. Un modelo que, además, garantice la autonomía en la toma de decisiones de cada persona.
El modelo de atención que se propone necesita de una financiación suficiente, ratios de profesionales necesarios y las mejores condiciones para los profesionales de los cuidados. Además de promover el valor social, económico y político de los cuidados, y el apoyo a las familias cuidadoras.