En Navarra aumentan las personas con dependencia atendidas por profesionales en sus domicilios
Un total de 962 personas en situación de dependencia en Navarra, un 26 % más que en 2019, recibieron en 2020 atención de profesionales de los cuidados en su domicilio. El Ejecutivo foral acordó en marzo de 2019 incrementar las subvenciones a estas contrataciones por incrementos que oscilan entre un 44 % y un 150 %.
El incremento registrado en 2020 se une a las medidas extraordinarias aprobadas para hacer frente a la crisis originada por el coronavirus y acordadas en el seno del Consejo de Diálogo Social. Las ayudas que reciben las familias que contratan a estas personas cuidadoras cualificadas registraron un incremento que oscila entre los 353,06 euros, en el caso de grandes dependientes, y los 224,66 por cuidador, si es para una persona con dependencia moderada.
La oscilación de los incrementos de entre el 44 % y el 150 % va en función del nivel de dependencia y las rentas familiares, y de las ayudas que percibían hasta entonces estas familias. Estas cifras son las equivalentes al importe entre la suma de un incremento del 20 % de las ayudas directas y una deducción de la cuota de la Seguridad Social de la persona contratada que pasa del 25 % al 100 %.
Deducción por contratación de cuidador profesional
El pasado 17 de junio, el Gobierno de Navarra aprobó el sexto decreto foral con medidas extraordinarias para afrontar la crisis del coronavirus en lo que va desde la declaración del estado de alarma. En relación a la contratación de personal cuidador profesional, la norma estableció una deducción en la cuota íntegra del 100 % de las cantidades que se paguen en 2020 por la Seguridad Social de este personal que atendiese a menores de 16 años y personas dependientes. La deducción se ha prologado para el año 2021, al igual que el incremento del 20 % de las ayudas directas.
Requisitos de los cuidadores profesionales
Estas ayudas, además de ver incrementada su cuantía, se han visto beneficiadas por la flexibilización de la normativa al amparo de la pandemia. Por regla general, para acceder a estos empleos, las personas cuidadoras tienen que estar acreditadas profesionalmente para ello. Sin embargo, debido a la crisis del COVID-19, y para facilitar las contrataciones de estos empleados y el cuidado de las personas menores y dependientes, se ha establecido que, si no hay empleados o empleadas con acreditación, se pueda contratar a quien no lo esté e incluso a familiares. Una vez finalice el estado de alarma, esta libertad de contratación quedará reducida a municipios por debajo de los 5.000 habitantes, tal y como establece la normativa estatal.
La Orden Foral 476/2018, de 19 de diciembre, regula las condiciones y precisa los requisitos a los que está condicionada la ayuda, tanto de la persona beneficiaria como de la cuidadora profesional. Las cuantías máximas y mínimas de estas ayudas ya se incrementaron entonces entre un 45 % y un 140 % respecto a las que había con anterioridad.