Según se desprende del estudio que está llevando a cabo el Ace Alzheimer Center Barcelona, una prueba de habla espontánea es capaz de distinguir el grado de evolución en el que se encuentra la enfermedad de Alzheimer. Esta investigación ha sido capaz de diferenciar entre personas que se encuentran en el estadio inicial de deterioro cognitivo, de los que padecen deterioro cognitivo leve y de los que ya sufren demencia por alzhéimer.
En realidad, se trata de la segunda fase de un estudio que, ya en su primera fase, relacionó el lenguaje espontáneo con la acumulación de beta amiloide en el cerebro de personas afectadas por deterioro cognitivo leve. En este nuevo hallazgo se ha demostrado que el análisis del habla espontánea, mediante técnicas de Inteligencia Artificial, también ha permitido distinguir entre distintos tipos de deterioro cognitivo y predecir el rendimiento en áreas tan concretas como la atención, la memoria, las funciones ejecutivas, el lenguaje y la habilidad visoespacial.
En este trabajo, sobre los audios generados a partir de la prueba de lenguaje espontáneo, se han aplicado técnicas de Inteligencia Artificial para analizar factores paralingüísticos relacionados con el habla. Esos parámetros son elementos del habla que afectan al modo en el que se produce el lenguaje (incluyendo aspectos relacionados con la prosodia, la fluencia o la entonación). Los investigadores han grabado la voz de cada paciente y han generado diferentes parámetros de sonido del habla, lo que ha permitido detectar diferencias según la fase de evolución en la que se encontraba la enfermedad en cada paciente.
Como aseguran los responsables de la investigación, se trata de un paso muy importante “hacia el desarrollo de herramientas de diagnóstico más rápidas y efectivas” que ayudarán en la detección temprana del alzhéimer, incluso en esas etapas en las que aun no se manifiestan los síntomas. El investigador líder del proyecto, Sergi Valero, asegura que “esta nueva herramienta representa un paso adelante importante en cuanto ofrece una alternativa más accesible, fácil de obtener y menos invasiva que los métodos tradicionales de los que disponemos actualmente”.
Este estudio se enmarca en el proyecto Tartaglia, cuyo objetivo es aplicar la Inteligencia Artificial en el Sistema Nacional de Salud.
Todos los avances conseguidos a través de la ciencia son importantes para conocer mejor una enfermedad que afecta ya a unas 800.000 personas en España (según datos de la Sociedad Española de Neurología), y para la que aún no hay una cura. De ahí la importancia de la detección precoz del alzhéimer.