El envejecimiento de la población no tiene por qué implicar un mayor gasto sanitario para los países, si se propicia un envejecimiento saludable que reduzca los años vividos con mala salud y con deterioro funcional. Así se constata en el informe Envejecimiento y bienestar, elaborado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (Oficina C), el pasado mes de diciembre. Este documento refleja el constante e imparable envejecimiento de la población en nuestro país. Si hoy los mayores de 65 años suponen el 20,1 % de la población, se espera que esa proporción se incremente de forma notable en los próximos 20 años, cuando los miembros del llamado Baby boom vayan acercándose a esta edad.
En este contexto, los hábitos de vida saludable y la prevención y tratamiento de la fragilidad, son claves para evitar las enfermedades crónicas y la discapacidad. Algunos estudios que ha realizado la Comisión Europea también destacan que el envejecimiento de la población no es el principal responsable del aumento del gasto, sino los años de vida en mala salud y con deterioro funcional. “El incremento del coste sanitario en España puede reducirse prácticamente a la mitad si los años ganados se pasan en buena salud”, confirma el informe.
En este sentido, la comunidad médica argumenta la necesidad de incrementar el número de geriatras, de mejorar la coordinación sociosanitaria y de utilizar la tecnología adecuada para agilizar los servicios sanitarios.
Por otro lado, el estudio refiere que, aunque en los últimos años el presupuesto del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia ha crecido considerablemente, los expertos reconocen que esos presupuestos deberían incrementarse para acercarse a la media de otros países europeos. Además, abogan por “simplificar su gobernanza, acortar los tiempos para obtener prestaciones y servicios y eliminar las desigualdades entre las comunidades autónomas”.
Ganar años con salud
Este informe insiste en la idea de que, para ganar en años de vida vividos con salud, con el menor grado de dependencia posible, es esencial fomentar el envejecimiento activo y saludable, que es “la vía para fomentar la salud y calidad de vida de las personas mayores”.
Hablar de personas mayores hoy es hablar de un grupo de población más que significativo, numéricamente hablando, y de un grupo rico y diverso en cuanto a su caracterización y particularidades. Porque, como se refleja en este informe, el envejecimiento es un proceso multidimensional en el que influyen factores diferentes, desde los factores biológicos, que tienen que ver con “el mantenimiento de la autonomía personal”, a los factores sociales y psicológicos.
Para mantener un envejecimiento activo y saludables es necesario tener en cuenta varias variables, como por ejemplo la capacidad económica, el entorno, las situaciones de discriminación por edad, la brecha digital, la salud en general y la salud psicológica en particular.