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Foto con un surtido variado de lácteos

Consumo de lácteos
Según datos de la OMS, en 2050 la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará respecto al año 2000, pasando del 11 % al 22 %. Esto significará que en los próximos años habrá en el mundo más personas octogenarias y nonagenarias, algo que no había sucedido nunca. 

Por ello, es de vital importancia establecer pautas para mantener una mejor calidad de vida de este grupo de población. La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) ofrece una serie de recomendaciones sobre cómo la alimentación puede ayudar a un envejecimiento saludable y de calidad, especialmente a través del consumo de lácteos, un elemento clave si hablamos de salud ósea.

De hecho, la osteoporosis es una enfermedad ósea que afecta a más de 200 millones de personas en el mundo, especialmente a mujeres postmenopáusicas, y que causa cerca de 10.000 fracturas al año, lo que se traduce en 1 fractura cada 3 segundos. Se estima que 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura por osteoporosis en su vida. Concretamente, en España alrededor de 3 millones de personas sufren osteoporosis, siendo la mayor parte de ellas mujeres. Por otro lado, esta es una de las enfermedades más infradiagnosticadas: el 80 % de las personas que ha tenido al menos una fractura por fragilidad no está ni diagnosticada, ni tratada. 

Por este motivo, es fundamental el mantenimiento de la salud ósea para la prevención en el desarrollo de esta enfermedad, en la que los lácteos juegan un papel clave, como así lo reflejan los diferentes estudios realizados. En este sentido, los resultados de diversas revisiones sistemáticas y metaanálisis recientes demuestran que el consumo de leche, yogur y queso se puede asociar con un menor riesgo de fractura de cadera.  

Por otro lado, diversos estudios muestran que la población mayor se encuentra frecuentemente malnutrida, lo que puede ocasionar una mala salud ósea. Algunas causas de esta malnutrición pueden ser la síntesis insuficiente de vitamina D a través de la piel o de nutrientes como el calcio.

Además de la salud ósea, es importante tener en cuenta la salud muscular. A medida que nos hacemos mayores se produce una mayor pérdida de masa muscular, lo que podría aumentar el riesgo de fractura y caídas. Esta pérdida de masa muscular afecta, aproximadamente, al 30 % de personas mayores de 60 años y a más del 50 % de los mayores de 80 años. Para mejorar esta situación se recomienda una alimentación equilibrada, que incluya un consumo habitual de lácteos acompañado de actividad física regular. De hecho, el consumo de más de seis raciones de lácteos a la semana se asocia con un menor riesgo de rotura por fragilidad, lo que convierte a los lácteos en una herramienta clave para la prevención de la osteoporosis.

Según afirma la Dra. Ascensión Marcos, presidenta de la Fesnad y responsable de Inmunonutrición del CSIC, “los lácteos son una fuente importante de proteínas de alta calidad, vitaminas (A, D, B2 y B12) y minerales (calcio, magnesio, potasio), elementos clave para el mantenimiento de la salud de huesos y músculos y, por tanto, una herramienta útil para mejorar la calidad de vida de la población mayor”. Marcos explica que para mantener una buena salud ósea en los mayores, “se recomienda el consumo de unos 2 o 3 raciones de lácteos al día tratando siempre de respetar los gustos y preferencias de cada persona”.
 

Foto con un surtido variado de lácteos

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