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Foto de una mujer joven sentada en un sillón mientras lee un libro

23 de abril: Día Mundial del Libro

La lectura es un hábito beneficioso por los numerosos efectos positivos que nos aporta y, aunque leer está más que recomendado, también hay que saber que, si no se realiza correctamente, puede afectar a la salud ocular, provocando algunos síndromes oculares como sequedad ocular, fatiga visual o incluso que se aumente o que aparezca la miopía.

Con motivo de la celebración del Día del Libro, los expertos del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) quieren advertir sobre la importancia de leer de forma adecuada y evitar así problemas oculares. 

Con este propósito, ha elaborado una lista con seis consejos útiles para disfrutar de los libros, ya sean en papel o en versión digital, para prevenir este tipo de complicaciones y que no dañen la salud visual:

1.    Una buena iluminación significa buena salud ocular. Leer en un ambiente bien iluminado va a evitar que fuerces tu vista y que enfoques demasiado. Por ello, ilumina bien la superficie en el caso de que leas un libro en papel y recuerda evitar la luz directa y las sombras. No hay consejo más importante que leer con la suficiente claridad y evitar el sobreesfuerzo. Y si es con luz natural, mejor.

2.    Dispositivos electrónicos. Aunque a veces se crea lo contrario, las pantallas de los dispositivos están autorizadas y reguladas para no dañar las estructuras oculares. Debemos adaptar la pantalla para que haya un equilibrio entre la luz que emite y la iluminación ambiental. Aun así se recomienda leer en una pantalla con tonos cálidos.

3.    Descansa y mira a lo lejos. Para evitar la fatiga ocular y reducir las posibilidades de que aumente o aparezca la miopía, acuérdate de descansar la vista con la regla 20-20-20: veinte segundos de descanso mirando a seis metros o veinte pies por cada veinte minutos de lectura. Hay que combinar el trabajo intenso mirando en cerca con otras actividades que requieran ver a lo lejos.

4.    Mantén la distancia. La distancia óptima de lectura es de 50 a 60 centímetros, ya sea en papel o digital. 

5.    La importancia de parpadear. Sabemos que algunos libros nos cautivan y pasamos muchas horas concentrados sin poder parar hasta caer rendidos. Justamente esa atención e interés que prestamos a lo que estamos leyendo nos mantiene los ojos tan abiertos que nos olvidamos de parpadear. Por ello, recordamos que para evitar la sequedad ocular, hay que hidratar los ojos a menudo de forma natural, parpadeando, o aplicando lágrimas artificiales, manteniendo así limpios e hidratados nuestros ojos.

6.    La temperatura y la humedad condicionan un buen hábito de lectura. Elige un lugar cómodo para relajarte y leer, pero ten en cuenta que hay varios factores como la humedad y la temperatura que influyen también en la salud de los ojos. “Un ambiente de lectura sano para la vista es donde haya luz natural, entre 21 y 26 grados y que la humedad permanezca entre el 50 y 60 %. Además, airear las habitaciones del hogar va a ofrecer una estancia limpia que será agradecida por los ojos. Y si se lee al aire libre, mucho mejor”, afirma el doctor Luis Fernández-Vega. 

 


 

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