La necesidad de una convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores se ha convertido en una prioridad para garantizar una protección integral de este colectivo a nivel global. La Mesa Estatal a favor de los derechos de las personas mayores, junto con organizaciones internacionales, señala que actualmente no existe un marco jurídico específico que defienda de manera adecuada y vinculante sus derechos.

La Mesa justifica la necesidad de esta convención para hacer frente a la desprotección estructural que sufren los mayores. Un colectivo que se enfrenta a “múltiples desafíos”, como la discriminación laboral que se manifiesta en múltiples limitaciones en el acceso a oportunidades de trabajo debido al edadismo. Y también al aislamiento social, lo que afecta de forma muy importante a su bienestar emocional y calidad de vida.

Los mayores también sufren discriminación en los “servicios sanitarios y falta de atención especializada”, que se suma a la desprotección económica al no contar, en muchos casos, con los recursos suficientes.

A todo ello se suman situaciones de abuso y maltrato a nivel doméstico y familiar.

Una convención necesaria

La Mesa considera necesaria esta convención para poner en valor los derechos de las personas mayores, colocando sus necesidades en la agenda del desarrollo y la justicia social. Por eso es necesario y urgente establecer un marco legal vinculante, crear herramientas jurídicas obligatorias para que los gobiernos protejan los derechos de los mayores contra el edadismo institucional.

Y también darles voz y visibilidad, reconociéndoles como sujetos activos y actores relevantes en la sociedad, reconociendo su derecho a participar en todos los ámbitos de la vida, también en los asuntos públicos.

Además, es necesario actuar contra la discriminación y el edadismo para eliminar los estereotipos negativos ligados a la edad. Al mismo tiempo que debe garantizarse el acceso equitativo a los servicios y al empleo.

 La convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores es esencial para afrontar los retos de una sociedad global en proceso de envejecimiento. Este tratado garantizaría protección integral, empoderamiento y justicia para un colectivo cuya dignidad y derechos merecen ser defendidos y respetados a nivel global.