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Foto de una pareja comprando en una fruteria

Las medidas adoptadas para luchar contra el COVID-19 están castigando a muchos sectores económicos, pero está afectando especialmente a los comercios de barrio y los mercados de abastos. En este contexto, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) ha elaborado un documento con sugerencias para una compra saludable y comprometida con el objetivo de sensibilizar y orientar a los ciudadanos para que prioricen la compra de productos y servicios locales en mercados municipales o de cercanía y en tiendas de barrio o establecimientos que incluyan en su oferta productos locales o de proximidad.

Para la SENC, el apoyo ciudadano a las iniciativas y a la disponibilidad de alimentos de nuestro entorno más cercano y de producción nacional será clave para ayudar a que no desaparezcan muchos pequeños comercios, mercados de proximidad, negocios familiares o iniciativas vinculadas al sector primario de nuestro pueblo, ciudad o comunidad autónoma.
  
Desde el inicio del confinamiento, la SENC ha planteado diferentes recomendaciones alimentarias específicas para mantener un buen estado de salud, una óptima potencialidad inmunológica y una mejor situación en relación al peso, al sueño, a la actividad física y al equilibrio emocional.

En esta ocasión, la SENC quiere poner el foco en la importancia de promover la solidaridad colaborativa. En opinión de los expertos de la SENC, “este apoyo representa una opción de compromiso social y de futuro, una defensa de la Dieta Mediterránea, de nuestra gente, de nuestro paisaje y de nuestra cultura. En el contexto actual, es imprescindible proponer un apoyo alimentario y social muy decidido con los más desfavorecidos por esta crisis sanitaria y social”.
 
Sugerencias para una compra saludable y comprometida:
1.    Diseñar y consensuar un menú diario o semanal que satisfaga las preferencias alimentarias y, en buena medida, planteado dentro de las recomendaciones para una alimentación sabrosa, saludable y sostenible.
2.    Elaborar la lista de la compra y planificar los puntos de adquisición.
3.    Priorizar los alimentos frescos sobre los productos procesados o muy procesados, que solo deben ser un complemento o elemento ocasional.
4.    Priorizar los productos de proximidad. Los productos de temporada son la mejor opción.
5.    Realizar como primera opción las compras de los alimentos en los mercados de proximidad, en las tiendas de barrio o en aquellos establecimientos que tengan una sección de productos locales.
6.    Informarse de la posibilidad de comprar algunos productos directamente del productor, agricultor o ganadero.
7.    Los mercados semanales o singulares de productos artesanos y de proximidad son un aliciente cultural, gastronómico y de apoyo al sector rural.
8.    Priorizar los alimentos y productos complementarios de fabricación nacional como complemento a nuestra primera línea de compra local o de cercanía, incluidos los de empresas multinacionales pero fabricados a nivel local o nacional.
9.    Valorar la posibilidad de obtener algunos alimentos de nuestro interés en la huerta, terraza o balcón. Puede ser un elemento educativo para los más pequeños.
10.    Siempre que sea posible, elegir productos de calidad y, en cualquier caso, evitar aquellos de escaso valor nutricional. En los temas del comer es aconsejable plantearse el “menos veces, pero de mejor calidad”.
11.    Seguir siendo solidario con quien más lo necesita: ayudar en tu familia, entorno o barrio a aquellas personas que necesitan ayuda alimentaria o personal.
12.    Las personas mayores o con necesidades especiales deben ser nuestra prioridad a partir de acciones de asesoramiento, acompañamiento o ayuda alimentaria, incluida la cesta de la compra. 
 

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