Formación y acompañamiento, claves para promover la inclusión de las personas mayores en el mundo digital

La Fundación Orange apuesta por la formación con su plataforma educativa Orange Digital Center, en la que ofrece, de manera gratuita, cursos enfocados a la adquisición de competencias digitales dirigidas a personas en situación de vulnerabilidad, como lo son en este caso las personas mayores. Y es que tal y como afirma Daniel Morales, director de la Fundación Orange, “el conocimiento y la formación son claves para hacer de los espacios digitales lugares inclusivos para nuestros abuelos”.

Cursos como “Competencias digitales para la vida y el empleo” con el que empezar a dar los primeros pasos para utilizar dispositivos digitales e Internet y aprender a realizar trámites online o “Búsqueda, acceso y uso de contenidos de Internet” para aprender a buscar contenidos en Internet, cómo acceder a ellos y el uso que se le pueden dar, son solo una muestra de estos cursos que ayudarán a las personas mayores a empezar una nueva vida en la red.

De igual forma, y teniendo en cuenta que el uso de las tecnologías aumenta la calidad de vida de las personas mayores y mejora de forma sustancial su autonomía personal, Orange puso en marcha, en tiendas distribuidas por toda España, talleres formativos presenciales para los usuarios más senior, que son gratuitos y están abiertos a todas las personas, sean o no clientes. El fin de estos encuentros es instruir, acompañar y resolver sus dudas en la utilización del móvil y la tecnología en general, aprendiendo desde las nociones más básicas (acceder a la agenda o enviar un mensaje) a funcionalidades más sofisticadas (gestionar citas médicas desde casa, hacer gestiones con Hacienda o enviar un bizum a los nietos por su cumpleaños).

España es el cuarto país con mayor esperanza de vida, con una media de 83,6 años, lo que hace aún más urgente el implementar estrategias que combatan esta brecha digital. Así lo destaca Morales, quien alerta de que “la desconexión digital es el nuevo analfabetismo del siglo XXI”. La tecnología, como bien señala, “debería ser una herramienta de integración, no una barrera más de exclusión”.