La consejera de Bienestar Social y Familia de Cataluña, Neus Munté, ha anunciado que están trabajando en la creación de más de 700 plazas en el ámbito de los servicios sociales especializados, dirigidas básicamente a personas con discapacidad, personas con problemática social derivada de enfermedad mental y personas con VIH-sida.
La creación de estas nuevas plazas parte de la necesidad de destinar recursos públicos a la corrección de ciertos desajustes que se hayan podido producir en la cobertura de los diferentes servicios, haciendo hincapié en el principio de equilibrio territorial.
Por otro lado, la consejera ha destacado que "también se han tenido en cuenta las diferencias existentes entre los diversos sectores en el ámbito de los servicios sociales especializados en Cataluña, que se traducen en la configuración de redes con dimensiones desiguales". Por eso, el reparto aproximado de las plazas será el siguiente: un 42 % para personas con problemática social derivada de enfermedad mental, un 36 % para personas con discapacidad y un 22 % para personas con VIH-sida.
"El Departamento ha hecho una apuesta decidida por servicios con un clara componente comunitario e inclusivo, alternativos a la institucionalización, con un importante gasto público, y que tienen un mayor impacto en la normalización y la autonomía de las personas", ha destacado Munté.